¿Amor? (Jiwoo X Sucheon)

Cuidando de ti

Una tarde, Jiwoo estaba ocupado en la cocina, intentando preparar una sopa caliente después de notar que Sucheon no se sentía bien. Sucheon, quien usualmente era el más orgulloso, se había dejado caer en el sofá con una manta hasta la barbilla, su cabello despeinado y su expresión más que malhumorada.

—No tienes que hacer todo este alboroto solo porque estornudé un par de veces —protestó Sucheon, aunque su voz sonaba más débil de lo normal.

—No te ves como alguien que "solo estornudó un par de veces" —respondió Jiwoo desde la cocina, asomándose para mirarlo. Su sonrisa era cálida, pero sus ojos mostraban preocupación.

Sucheon frunció el ceño y murmuró algo inaudible mientras se hundía más en el sofá. No estaba acostumbrado a que lo cuidaran, y mucho menos por alguien como Jiwoo, que parecía estar poniendo todo su corazón en preparar algo tan simple como una sopa.

Unos minutos después, Jiwoo apareció con un tazón humeante. Se sentó en el borde del sofá, sosteniéndolo con cuidado.

—Aquí tienes. No está perfecto, pero debería ayudarte a sentirte mejor. —Su tono era modesto, pero había un brillo de orgullo en sus ojos.

Sucheon lo miró, al principio con incredulidad, y luego con algo que parecía ternura.
—No tenías que molestarte…

—¿Molestarme? —Jiwoo sonrió mientras tomaba una cuchara y soplaba suavemente antes de acercarla a los labios de Sucheon. —¿Qué clase de amigo sería si no me preocupara por ti?

Sucheon dudó por un momento, sus mejillas volviéndose de un rojo tenue. Finalmente, aceptó la cucharada, su expresión suavizándose un poco.

—Está… buena —admitió, aunque su tono seguía siendo un poco renuente.

Jiwoo rió suavemente.
—Gracias. Aunque probablemente no sea tan buena como lo que tú harías.

—Eso es obvio. —Sucheon sonrió débilmente, pero había un brillo en sus ojos que Jiwoo no pudo ignorar.

Después de terminar la sopa, Jiwoo insistió en acomodar las mantas alrededor de Sucheon, asegurándose de que estuviera cómodo. Cuando terminó, se quedó sentado junto a él, observando cómo sus párpados comenzaban a cerrarse lentamente.

—¿Por qué haces tanto por mí? —preguntó Sucheon de repente, con la voz apenas audible.

Jiwoo lo miró con sorpresa, pero luego sonrió con calidez.
—Porque me importas. Y porque sé que harías lo mismo por mí si los roles estuvieran invertidos.

Sucheon abrió los ojos lo suficiente para mirarlo, su expresión más suave de lo que Jiwoo había visto antes.
—Eres un tonto… pero supongo que me gusta eso de ti.

El comentario hizo que Jiwoo se sonrojara, pero no respondió. En cambio, dejó que su mano descansara sobre la de Sucheon, entrelazando sus dedos con suavidad.

—Descansa, ¿sí? Yo me quedo aquí contigo.

Sucheon no respondió, pero el ligero apretón que dio a su mano fue suficiente para que Jiwoo supiera lo que sentía.

Esa noche, mientras Sucheon dormía profundamente, Jiwoo se quedó a su lado, convencido de que no había lugar en el mundo donde preferiría estar.