-Hola Gal- Karime saludo a Gala una vez estuvo en el auto. La más alta se acercó a darle un beso en la mejilla, Karime volvió a sentir lo mismo que cada que tenía algún tipo de contacto con la castaña, cada vello de su cuerpo se erizó en cuanto la comisura de sus labios fue levemente tocada por los labios de Gala. Ambas sintieron el delicioso aroma que tenían sus perfumes, el contacto duró unos segundos más de lo que debería, las dos se aseguraban de alargarlo lo más que podían.
-Hola Kari, ¿Lista? - después de terminar el extenso saludo, Gala se sentó en orden en el asiento copiloto del auto de Karime, iba a colocar el cinturón de seguridad, pero antes de que lo hiciera, la pelinegra fue más rápida y alcanzó el cinturón de seguridad primero, lo pasó por todo el cuerpo de Gala, tocando de más y rozando cada parte de su torso con el cinturón, la respiración de Gala se cortó, eran demasiado cada uno de estos peligrosos movimientos entre ellas. Pero sin duda le fascinaba sentir todo lo que sentía. Una vez más, colocarle el cinturón de seguridad a Gala tardo más de lo que debería, Karime sabía lo que hacía, podía ver a Gala mirar atenta sus movimientos, podía ver que le costaba respirar, la divertía demasiado ponerla nerviosa.
Después de todos esos jugueteos, Karime dio marcha a la Quinta en donde Gala tenía a varios de sus animales. El viaje fue muy ameno, hablaban un tanto, otro tanto cantaban, otro tanto se coqueteaban de manera nada discreta, a ratos había silencios, silencios que para nada eran incómodos, silencios que solo se disfrutaban en compañías especiales.
Unos veinticinco minutos después se encontraban cruzando el arco de la gran Quinta que anunciaba el nombre de esta "Quinta Montes de Oca" se veía en letras grandes, talladas en madera. El lugar era grandísimo, además de que se veía espectacular, los grandes árboles abrazaban el camino de entrada, formando una espacie de arco que cubría la vista al cielo.
-Estaciona debajo de ese árbol- Gala, quien había estado dando indicaciones para poder llegar a su Quinta, daba la última para que pudieran bajar del auto.
Karime siguió cada una de las peticiones al pie de la letra, luego de que se estacionaron debajo del árbol que Gala había sugerido bajaron las dos del auto. Caminaron juntas en dirección a las caballerizas donde Gala le presentaría a sus caballos a la otra mujer.
-Los caballos son animales amables y dóciles, debemos de ser amables con ellos y no tendremos problemas en absoluto- Karime asentía mientras miraba asombrada a cada uno de los caballos que se encontraban en el lugar.
-Acércate- Gala le pidió a Karime luego de que llegaran a la caballeriza del animal que iba a trabajar con ella ese día. La más baja se acercó temerosa, Gala lo notó y sonrió con ternura. -Dame tu mano- Karime hizo lo que la más alta le pidió y le extendió la mano. Gala la tomó y la envolvió con la suya para acariciar a la par a "Coqueta" el nombre de la yegua que Karime montaría.
-Los caballos tienen la capacidad de sentir las emociones de su jinete- Gala empezó a hablar luego de que Karime tocara durante unos segundos el lomo de Coqueta- Y no sólo eso, también pueden absorber tus emociones, por eso cuando el alma me duele, o estoy muy cansada, o enojada, vengo aquí, es mi lugar favorito en el mundo.- Karime observaba a Gala con atención, su miedo había desaparecido por completo, ahora solo estaba enfocada en escuchar lo que la castaña tenía que decir y en acariciar a la yegua frente a ellas.
-Cierra los ojos y une tu frente con la de ella- Gala le indico a Karime, quien simplemente se dejó guiar, hizo exactamente lo que le pidió, cerró los ojos y apoyó su frente con la de Coqueta- Ahora inhala y exhala de manera muy suave y lenta- Una vez más, hizo lo que le pidió, tomó una bocanada de aire y la expulsó de sus pulmones de manera lenta y suave, luego de varias exhalaciones sintió que su respiración se había sincronizado con la de la yegua- Listo, abre los ojos y sepárate lentamente- La pelinegra abrió los ojos tomándose unos segundos antes de abandonar el contacto con el animal. Se sentía muy tranquila y en paz, por primera vez en mucho tiempo Karime se sentía tranquila, su mente no tenía mil cosas que procesar, estaba en un estado de relajación que hace mucho tiempo no experimentaba. Sintió una lágrima rodar por su mejilla, sin saber por qué.
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La mamá de mi mejor amiga | Garime
FanfictionGala y Karime son dos mujeres que viven un ardiente, complicado, doloroso y pasional romance. Viven un amor prohibido, escondiéndose de todo y de todos, incluso de ellas mismas. En esta historia habrá más de un corazón roto, pero afortunadamente, de...