Capítulo 1: Reencuentro

46 3 5
                                    

Tokyo, Japón, Preparatoria de Hechiceria Jujutsu Tech. Habías vuelto allí después de diez años de haber dejado de ser una hechicera como tal, gracias a una lesión en la pierna, ahora trabajabas en la parte administrativa. También habían pasado diez años de no ver a tus compañeros y amigos. 

Al llegar, todos estaban reunidos, y a la distancia, pudiste notar a alguien que se te hacía familiar pero no lo reconocías del todo. Fuiste por la multitud de sonrisas y saludos amables, hasta esa persona, quien bebía una copa de vino.

— ¿Nanami-san? — preguntaste, acercándote a un hombre alto, que estaba junto a tí. —

Pudiste ver como se quitaba los lentes para verte mejor, y posó su vista hacia abajo, pues eras más bajita. Sus ojos expresaban una fuerte madurez y seriedad.

— ¿____? Cuánto tiempo sin verte...— murmuró el rubio, acomodando su corbata.  —

 — Si...ha pasado mucho tiempo desde la última vez, ¿no es así?  — comenté, de forma algo amable, tratando de ocultar mi leve timidez.  —

Nanami había cambiado mucho desde hace diez años, no era el mismo adolescente emo, delgado y ojeroso, adicto al metal. Ahora podía calcularle unos treinta o treinta y dos años, era elegante, alto, fuerte y serio. Eso no había cambiado. 

—Sí, ha pasado una eternidad, —respondió él, con una leve sonrisa que apenas curvó la comisura de sus labios. Su mirada recorrió tu rostro, como si intentara leer en tus ojos todo lo que había sucedido en la última década. El aire entre ustedes estaba cargado de nostalgia y algo más que no podías definir del todo.

Te diste cuenta de que estabas apretando los papeles que llevabas en la mano, quizás por nervios o por la sorpresa de verlo tan cambiado. El Nanami que recordabas no habría sido visto jamás con una copa de vino en la mano ni con un traje tan pulcro; pero ahí estaba, con una madurez que lo hacía aún más intimidante.

—Parece que los años nos han tratado de maneras distintas, —dijiste con una risa breve, tratando de romper la tensión, aunque tus palabras sonaron más melancólicas de lo que pretendías.

—Tú tampoco has cambiado tanto, aunque ahora te veo del otro lado del escritorio, ¿eh? —comentó él, alzando una ceja con un toque de curiosidad. A pesar de su tono serio, había algo de calidez en sus palabras.

Te mordiste el labio, intentando decidir qué tanto compartir con él. Hacía tanto que no hablabas con nadie de aquel círculo que, en algún momento, fue como una familia para ti.

—Sí, digamos que... —comenzaste a decir, buscando las palabras correctas— tuve que retirarme de la acción debido a mi pierna, así que ahora soy solo una burócrata más. Pero, ¿y tú? ¿Sigues cazando maldiciones?

Nanami asintió, pero no con entusiasmo, sino con ese aire de cansancio que solo alguien que ha visto demasiado podría comprender.

—Sí, sigo en el negocio. —Tomó un sorbo de su vino, su mirada se volvió distante por un segundo, como si estuviera recordando algo amargo. Luego, sus ojos regresaron a ti, enfocados y penetrantes. —Pero a veces, me pregunto si todo esto tiene algún sentido después de tanto tiempo. Tú, en cambio, tomaste una decisión sensata al alejarte... aunque parece que no del todo, ¿verdad?

—No es fácil dejar atrás algo que formó gran parte de tu vida, —admitiste.

Él asintió en silencio, como si entendiera mejor que nadie lo que eso significaba. Un silencio cómodo se instaló entre ambos, mientras el bullicio de la sala seguía a su alrededor. Era extraño cómo, después de tantos años, podías sentirte tan cómoda y a la vez tan nerviosa en su presencia.

Jujutsu Hearts || Nanami Kento x ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora