21 | . Cirugía

27 5 4
                                    


13/03/2030


Joao🐢

El sonido del motor rugía mientras atravesaba las calles de Barcelona. El volante temblaba bajo mis manos, que apretaban con fuerza. Mi corazón latía con tanta rapidez que casi podía escucharlo por encima del rugir del auto. Cada segundo que pasaba parecía un castigo, como si el tiempo se burlara de mí al moverse más lento de lo normal.

La llamada del doctor seguía resonando en mi cabeza.

"Algo grave ha sucedido. Tiene que venir de inmediato."

Esas palabras me habían helado por completo. No necesitaba más explicaciones para saber que era algo relacionado con Julieta. Mis nudillos estaban blancos, tensos, al sostener el volante. Por Dios, que esté bien, solo pedía eso.

Había pasado tanto, *demasiado*. Todo el asunto con Héctor y Magui había consumido gran parte de mi energía en los últimos días. Pero al menos ahora estaban donde debían estar: en manos de la policía. No podía evitar sonreír con cierta amargura al recordar la cara de Héctor cuando lo esposaron. Si dependiera de mí, él estaría pagando mucho más que con unos años en la cárcel, pero tenía que ser más inteligente que eso.

"Malditos imbéciles," murmuré entre dientes, como si mis palabras pudieran escupir la rabia que aún sentía.

Apreté más el acelerador. Sabía que conducir a esa velocidad era peligroso, pero no me importaba. Cada curva que tomaba me acercaba un poco más a la clínica. Cada semáforo que pasaba en rojo era un paso más cerca de Julieta. Si algo le había pasado... No podía terminar la frase. No podía ni siquiera pensar en esa posibilidad.

El teléfono sonó, rompiendo el silencio del auto. Lo alcancé con una mano temblorosa, sin apartar los ojos de la carretera. Era Pedri.

"¿Joao? ¿Dónde estás?" Su voz sonaba agitada.

"Camino a la clínica," respondí con brusquedad.

"¿Qué pasó? ¿Es cierto que...?"

"No lo sé, Pedri," lo interrumpí. "El doctor solo dijo que era grave. No tengo detalles."

Pedri suspiró al otro lado de la línea. "¿Quieres que vaya contigo?"

"No." Sacudí la cabeza, aunque sabía que él no podía verme. "Quédate con los niños, Pedri. Necesitan a alguien ahí. Si algo les pasa a Isa y Sebas, no me lo perdonaría."

"Está bien," respondió después de unos segundos de silencio. "Pero avísame en cuanto sepas algo. Y Joao..."

"¿Qué?"

"Julieta es fuerte. Lo sabes, ¿verdad?"

Cerré los ojos un momento, luchando por mantener el control de mis emociones. Sí, Julieta era fuerte, pero incluso las personas más fuertes tienen límites. Y si algo o alguien se había atrevido a hacerle daño...

"Lo sé," murmuré antes de cortar la llamada.

Cuando finalmente vi el edificio de la clínica en la distancia, sentí una oleada de alivio mezclada con pánico. Estacioné el auto de golpe, sin preocuparme de si estaba bien aparcado o no, y salí corriendo hacia la entrada.

—¡Joao Félix! —grité al recepcionista, que levantó la vista con sorpresa. —Me llamaron hace un rato. Es sobre Julieta...

El hombre parpadeó, visiblemente nervioso ante mi tono desesperado. —Espere un momento. ¿Su apellido, por favor?

Yo x Ti . Tu x Mi 2 - Joāo FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora