SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5

STASY LEVEDEV

Cinco años después ...

Han pasado cinco años, cinco años de haber tratado de enterrar los sentimientos que tenía por Sebasthian, cinco años en los cuales me dedique a estudiar diseño de interiores, me había graduado seis meses antes que todos los compañeros de la carrera, había tomado clases vacaciones para poder adelantar materias, nunca antes me había preocupado por querer hacer algo por mi, terminó de maquillarme, mi cabello es oscuro como el de mi madre y mi padre, quiero hacer algo diferente, mi hermana llega en unos días, así que tengo que hacer todo lo que tengo planeado a contra reloj, tomó mi bolsa y salgo de mi habitación, voy por el pasillo y bajo las escalas a la primera planta, me encuentro a Sebasthian y noto que me mira.

- A donde vas? - Pregunta y yo sonrió.

- Tengo que salir - Me llevas o me voy sólita? - Pregunto y lo escucho gruñir.

- Crees que vas a salir sola? - Pregunta enojado y yo me rio.

- Cálmate ogro - Solo fue un chiste - Vamos necesito ir de comprar y al salón - digo y noto que Sebasthian abre la puerta de la casa y salgo, lo escucho caminar detrás de mi, me abre la puerta de atrás del auto y yo abro la del copiloto y me siento.

- Stasy - dice Sebasthian entre dientes y yo solo miro al frente.

- No soy mi madre - Ni mi hermana que obedientemente van hacer lo que ustedes dicen - Sabes que no me gusta estar atrás - Ahora súbete y deja de ser un viejito gruñón - Sebasthian por Dios con ese genio de mierda no vas a conquistar a nadie - digo y lo escucho resoplar, noto que rodea el auto y se sube al auto.

- No estoy buscando conquistar a nadie - dice en un tono duro y de alguna forma un rayo de esperanza se ilumina en mi interior.

- Como tu digas - susurro mirando por la ventana los jardines de la casa.

- Tus padres te mataran cuando lo sepan - escucho a Sebasthian, así que lo miro y noto que esta concentrado en manejar.

- Cuando sepan que? - Pregunto alzando una ceja.

- Cuando sepan que Vícktor las entrenó a ti a tu hermana como un vor más - dice Sebasthian y yo dejo de mirarlo y miró al frente.

- Pues ellos no se van a enterar - Porque tú no vas a hablar - Sebasthian por Dios porque te gusta tentar el maldito destino? - Quieres que te golpee porque ya no solo eres tu el que sabe pelear o usar un arma - Ya somos dos - digo y puedo ver como Sebasthian se incomoda y se disgusta al mismo tiempo.

- Yo no te metería en problemas - dice y lo miro, me rio porque no puedo creer la mentira que dice.

- Joder Sebasthian hasta donde recuerdo me metiste en problemas la última vez por la puerta - cuando tu la rompiste y a quien castigaron? - A quien regañaron? - A mí - Tu solo decidiste no poner la maldita puerta - digo y el auto se queda en un silencio incómodo.

- No era mi intención - dice Sebasthian

- Si... Ya lo haz dicho muchas veces - No quiero hablar de ello - digo y el auto sigue si camino.

- A donde quieres ir? - Pregunta Sebasthian otra vez tiene ese mucho.

- Centro comercial - Necesito ir por materiales para redecorar - digo y miró por la ventana como la ciudad pasa frente a mi.

- Que vas a redecorar? - Pregunta y sonrió.

- La habitación de Jade y la mía - cantureo con alegría.

- Tu me tienes que ayudar a escoger - Ahora no seas corriente con los colores o las texturas - digo y puedo ver como Sebasthian sacude la cabeza.

- No se nada de eso - Ni texturas ni colores - Tu eres la profesional - Te graduarte con honores - dice y yo sonrió mas abiertamente, me siento muy orgullosa de haberme graduado antes de mis compañeros y haber terminado mis estudios con exito.

- Sip.... Lo se - Pero eres la víctima y te toca ayudarme - digo y escucho como Sebasthian gime y yo me rio, llegamos al centro comercial y dejamos el auto en el parqueadero, camino rápidamente hacia la zona de papel tapiz y todo sobre decoración,

Escojo colores pasteles, aunque se que a Jade le encanta el negro, pero quiero que tenga algo femenino aparte de su coño y su parte de tetas, la última vez que la vi, pude ver su cuerpo perfecto, es obvio tenemos el cuerpo de una rusa común, somos curvas y eso se nota en nuestros cuerpos, entonces se me ocurre una buenisima idea, seguro que nuestros padres harán una cena a lo grande e invitarán al tío T, le daré algo con que torturar se, lo sé soy mala, terminamos de escoger el pale tapiz y unos mueves y ropa de cama nueva.

- Oye - toco el hombro de Sebathian y este me mira de inmediato - Necesito comprar un regalo para Jade - Ya vuelvo - digo y dejo a Sebasthian con un mundo de bolsas y paquetes, voy a la boutique que mas me gusta y compro un vestido negro muy revelador, se que le gustará, me pondrá un poco de problema pero se que lo amara, por ultimo le compro unas sandalias y listo, entonces me doy la vuelta y noto un vestido vino tinto y no puedo irme sin el, así que lo compro rápidamente y salgo de la boutique, me encuentro con que Sebasthian esta fuera de la Boutique con caras de pocos amigos.

- Que haces aquí! - Joder - Estas loco! - Grito y puedo ver como su mirada se convierte en esa mirada asesina, deja caer los paquetes al suelo y se acerca, me agarra del codo.

- Ay! - Duele - Suéltame - chillo entre dientes.

- Te escapaste y me dejaste aquí con toda esta mierda - dice y escucho como rechina los dientes.

- Suéltame - Me está doliendo y viste a donde vine joder estaba al frente de ti! - digo y trato de soltarme pero su agarre se vuelve fuerte.

- Suéltame - digo y me acerca a su pecho.

- Pará quién compraste ese maldito vestido? - Pregunta y puedo escuchar como respira de fuerte.

- Cuál de los dos? - Pregunto siguiéndole el juego.

- No me vaciles Stasy - responde y puedo sentir su calor a través de su ropa.

- Pará Jade - susurro mientras rozó su pecho con mis pechos, me suelta de golpe y se aleja.

- A casa ahora - dice señalando me con su dedo, sonrió y lo veo alejarse.

- Este maldito cabron esta loco - Le falta un... Maldito tornillo! - Grito internamente y comienzo a seguirlo.

- Me tenía que enamorarme de este loco y terco como una mula -

Digo para mi y es que estaba total y completamente de un hombre que no me correspondía.