SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5

SEBASTHIAN PETROV

Cuidar a Stasy era como cuidar a Nala cuando esta soltera, se exponía a todo el maldito peligro, no iba a mentir me enojaba saber que estaba lejos de mi vista, quería mantener un maldito hilo alrededor de su cuello, bueno... Seré sincero quería poner una maldita cadena para mantenerla cerca de mi, ella había cambiado un poco, había estudiado diseño de interiores nunca la había visto esforzarse tanto por llegar a la meta, ahora aquí estábamos yendo a casa después de comprar material para redecorar dos habitaciones, me había enojado mucho por como se escapo.

En realidad me enojo ver que se compraba un vestido... Un vestido que llamaría la atención de su cuerpo, joder seria muy hipócrita al no ver que se había convertido en toda una mujer, tenía el cuerpo perfecto para follar, sus cadera eran anchas, su cintura era pequeña y tenía unos pechos del tamaño perfecto, juro que cada vez que miraba sus pechos, sabia que encajaban perfectamente en mis manos, esa mujer había sido creada para tentar a mi polla cada día, porque tenía una maldita costumbre de usar pijamas tan pequeñas que podía ver el inicio de su trasero, literal sudaba frío cuando la veía bajar de su habitación con esas pijamas, los hombres de Alek, se agachaban para tratar de ver algo del cuerpo de Stasy, estoy seguro que ella sabe lo que le hace a los hombres con esa ropa, es una calentadora de polla, nada más, llegamos a casa y ella se baja, abre la puerta de atrás y saca bolsas.

- Thian - Ayúdame - la escucho decir ese nombre y algo en mi pecho se mueve, los recuerdos vuelven y esa era la forma en cómo me llamaba cuando ella era pequeña.

- Thian! - Grita Stasy y sacudo la cabeza y la miró.

- Ayúdame - gesticula exageradamente y me rasco la cabeza, rodeo el auto y sacó el resto de paquetes, cierro la puerta de una patada y entró a casa noto que se acerca Ruth y me ayuda con las bolsas, entró a la casa y puedo ver que Stasy sube las escalas, Ruth y yo seguimos a Stasy hasta la habitación de Jade, dejo los paquetes y Ruth se va con rapidez.

- Perfecto! - Chilla y me tapó los oídos, siempre lo he dicho y lo seguirte diciendo parece una banshee, ella se da la vuelta y me mira, si esta muy entusiasmada y feliz.

- Vamos - Vamos deja de holgazanear - Trae las escaleras plegables y todo lo necesario para quitar el papel tapiz viejo - Ah y trae por favor los plásticos que compre la ultima vez para proteger los muebles - dice y eso me recuerda que es mandona como Yuri, algo le heredó, salgo de la habitación y corro por el pasillo y escaleras abajo.

- Oye - Oye - A donde vas? - escucho la voz de Yuri y se me eriza los vellos de la nuca, me doy la vuelta y lo miro.

- Voy al garaje por los plásticos que compro Stasy - Esta loca y quiere redecorar la habitación de Jade - digo y Yuri mira hacia el segundo piso.

- Bien - dice y entrecierro los ojos, me alejo de Yuri y corro al garaje, tomó los plásticos y corro de nuevo a la segunda planta, cuando llegó a la habitación, puedo ver que Stasy esta en la habitación y mi instinto se activa, puedo ver que se acerca demasiado al borde de la ventana y algo me dice que se va a escapar entro y golpe la puerta con fuerza, ella salta varios centímetros lejos de la ventana, la miró fijamente y aprieto la mandíbula.

- Maldita sea Sebasthian! - Cual es tu problema?! - Grita fuertemente que se le quemara la garganta.

- Que pensabas hacer? - Creíste que no me daría de cuenta? Pregunto y la veo pasearse por la habitación con las manos en la cabeza.

- Deja de ser tan paranoico! - Joder no tengo pensado escaparme! - Grita y noto que la última palabra la dice con voz estrangulada.

- Dios - susurra y la veo tomar aire y luego lo suelta, me mira y se pone la mano contra sus labios.

- Sabes que vete - No te quiero ver maldito loco - dice y me quedo parado mientras le veo apoyarse en la ventana.

- Ya vuelvo - voy por la escalera - digo y ella me frena.

- Sabes que yo voy por ella - dice y yo gruñó.

- Joder - Déjame hacer algo - dice y puedo ver que la estoy llevando al borde de estallar como un bomba de tiempo.

- No - Voy por ella - digo y salgo de la habitación, me voy a volver loco, se que me estoy pasando de desconfiado, pero he aprendido a no confiar ni en Jade, ni en Stasy, ella tiene el mismo hábito de escapar que Nala, es como si Nala les hubiera enseñado y ahora estoy enloqueciendo al pensar que ella lo haga, no tanto por mi temor a perder mi trabajo, si no por el temor a perderla.

Voy a la jardinera y me robo la escalera, entro de nuevo a la casa, subo la escalas y entro a la habitación y ella está tomándole fotos a todo, me quedó mirando su espalda bajo la mirada hasta la curva de su trasero y siento como mi polla cobra vida, se pone dura y gruñó, entonces Stasy se da la vuelta y me mira.

- No se que hacer para que no gruñas - Desde hace un tiempo lo haces constantemente cuando estoy frente a ti - Si te molesta cuidarme deberías hablar con papá - Él sabrá en donde ponerte - Pero no quiero molestarte mas - Es desesperante que cada cosa que hagas pienses que estoy huyendo - Que cada cosa que haga te moleste - Yo se que no soy de agrado pero ya estoy cansada de tratar de ser amable contigo de ganar tu confianza de nuevo - Deje de seguirte por las noches para que no me tomaras más odio ó asco... - Porque realmente no se que mas hacer para agradarte - dice y la miro con sorpresa, ella cree que la odio, cree que me da asco de ella.

- No te odio - digo de golpe y ella me mira.

- Tampoco me das asco - dice y puedo ver que la confundí más.

- Entonces porque parece que lo haces - Porque parece que me odiaras? - Pregunta y yo suspiro.

- No... - No lo entenderías - respondo y ella suspira.

- Seria mejor saber para no molestarte - susurra y yo me muerdo el labio para evitar un vómito verbal, la escucho suspirar y empieza a tomar plásticos y a ponerlos en los muebles hago los mismo.

- Me iré a poner ropa más cómoda - dice y sale de la habitación, puedo ver que deja la puerta abierta y se empieza a quitar la ropa, mi boca se llena de saliva y trago duro, puedo ver que queda en ropa interior y no dejo de mirar sus piernas, joder su trasero, tiene una maldita tanta blanca, Dios es una tortura verla en ropa interior, noto que lleva sus manos hacia atrás y se desabrocha el sostén, lo saca de sus brazos, mis pensamientos se oscurecen y mi polla se pone dura como una roca, mis pantalones me aprietan y me siento incomodo.

Lo hizo con intención, lo sé, ella se hace pasar por una oveja inocente pero se que lo hizo porque sabía que miraría su lindo trasero.

- Mierda - susurro y me aprieto la polla con la mano, suspiro y trago duro de nuevo.

Piensa en el puto frío, frío, mucho frío, me digo una y otra vez porque tengo que tratar de bajar mi polla o ella lo vera y sus ojos se iluminará y no dejara de mirarme, querrá torturar me lamiendo sus labios regordete y querré que me chupe la polla.

- Volví! - Chilla y me hago sonar el cuello me alejo de ella o me moriré por las ganas de doblarla sobre la cama y follar la como un animal desesperado, tiene de nuevo esa pijama corta y su trasero se ve perfectamente forrado y perfectamente follable.