SEBASTHIAN PETROV

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Llevamos dos días remodelando la habitación de Jade y a decir verdad estaba quedando perfecta los colores del papel tapiz que había escogido Stasy quedaban muy bien y a pesar de que las ventanas no se abrían con regularidad por el frío, la habitación tomó una luz especial y se veía más amplia.

Jade llega mañana y tenemos que dejar listo estoy hoy, tenemos que continuar con mi habitación pero en mi habitación es solo cambiar un lado de papel tapiz, dice Stasy y yo continuo poniendo el papel tapiz que falta.

- No creo que le guste - digo porque quiero cabrearla un poco.

- Oye! - No haz dejado de decir eso durante todo el trabajo, te agradecería que no tienes nada bonito que decir, mantengas tu linda boquita cerrada - dice y sonrió, estoy sobre las escaleras plegable para poder llegar a los rincones.

- Así que te parezco lindo? - Pregunto y ella se ríe.

- Que convencido eres, dije tu boca - responde y yo termino de poner el papel tapiz y bajo, ella miró el muro hasta arriba y pone sus manos en su cintura.

- Quedo perfecto - dice y no dejo de mírala, ella me mira de reojo y nota que no dejó de mirarla.

- Que? - Tengo algo en mi rostro? - Pregunta y levanto mi mano, la acerco a su rostro y corro un mechón de su cabello rubio, se lo pinto hace dos días y se ve con un ángel, cuando la vi, fue como ser transportado por el tiempo y ver a Nala de nuevo, con una diferencia de que Stasy tiene ojos claro, pero se veía tan parecida, entonces siento que ella toma mi mano y la aleja de ella, mi ceño se marca y la miró fijamente.

- No hagas eso - dice y yo suspiro.

- No hago que? - Pregunto y ella se aleja y empieza a recoger los plásticos, la veo agacharse y recogerlos del suelo, tiene de nuevo esa maldita pijama.

- Mirarme como si... - Olvídalo - Solo no me mires como lo estabas haciendo y tan poco me toques como lo hiciste, lo puedo malinterpretar, bueno cualquier mujer inteligente lo puede malinterpretar - dice y yo la sigo.

- Porque? - Te excita? - Pregunto y ella se levanta del suelo, se da la vuelta y me mira.

- Quieres que me moje por ti - Quieres que gima por ti? - Pregunta a cambio y me sorprende no esperaba.

- Si - Me lo imaginaba - Quieres que juegue tu juego pero tu no jugarás el mío - dice y puedo ver algo en su expresión, algo que me desco cierta.

- Que juego quieres jugar conmigo? - Pregunto y ella se ríe.

- Obviamente no lo que jugamos cuando era pequeña - responde Stasy y yo sigo picando por un poco de más.

- Quieres un juego más de contacto? - Pregunto y ella se da la vuelta de nuevo, me quedó quieto a dos metros de distancia, alza una ceja y ella no sabe lo tierna que se ve.

- Mira Thian - Solo quiero que te calles - No quiero hablar de ese tema - Pero... Te voy a dar algo para que me dejes en paz - Quiero tanto contacto físico como sea posible - En conclusión quiero que metas tu gruesa polla en mi coño ya no virgen y que me folles duro como nunca haz follando a nadie - Que me hagas gritar tu nombre una y otra vez - Luego me puede coger por detrás y hacer que me corra en tu polla - dice y de todo lo que dijo solo me quede con algo, su maldito coño ya no "virgen", noto que se da la vuelta recoger los plásticos y los enrolla.

- Que... - Tu... - Digo sin saber como formas las palabras y la noto ver que hace pucheros.

- Calmate! - Ahora solo ayúdame a "meter" los muebles - dice y tomó mi cabeza con las manos y empiezo a pasearme por toda la habitación, veo rojo y entonces toda mi paciencia y control se rompe como un dique y me acerco a ella la tomó de los brazos y la zarandeo con fuerza.

- Quien fue? Digo con los dientes tan apretados que mi mandíbula duele, puedo ver como sus ojos se abren desmesuradamente.

- Se... - Dice y la callo.

- Quien fue! - Grito y ella traiga duro.

- Calmate - Me haces daño - dice y yo resoplo.

- Quien fue y dime de una vez por todas - pido desesperado como un maldito animal.

- Eso no te importa - Ahora suelta me - exije y yo niego.

- No entiendes - Tu no tenías... - Digo pero mi impotencia, rabia, ira tenían que salir de alguna forma, me doy la vuelta y grito lo mas fuerte que me permiten mis pulmones, respiro agitadamente.

- Que? - Me vas a decir que si te lo hubiera pedido tu me hubieras quitado la virginidad? - Por Dios Sebasthian si a caso soportas mi presencia menos ibas a aguantarme estar cerca de tu cuerpo, de tu piel - dice, me doy la vuelta y la miro.

- No me provoques - No me provoques niña malcriada - Que no sabes nada! - Grito y noto como se acerca y me da una cachetada, mi mejilla arde y la miro.

- No me insultes maldito cabron de mierda - No voy a permitir que me sigas menospreciando - Te lo he dicho y que lo seguiré diciendo - Si tanto me detestas deja de cuidarme! - Estoy cansada de ser menospreciada por ti - Porque para ti solo soy una niña pero para otros hombres soy toda una mujer con la edad suficiente para follar! -

Grita y ya no puedo aguantar mas entonces tomo su nuca con fuerza y la beso, duro, sin piedad, pero con una necesidad, con una hambre loca, la escucho gemir, su manos tratan de alejarme, entonces doy pasos hasta que la tengo contra la pared, meto mi pierna entre las de ella, la dejo de besar y jadea, tomó sus manos y tocó su pulso, esta rápido tomó ambos brazos y las alzó por sobre su cabeza, sus pechos suben y baja, noto que traiga de nuevo, miro sus labios rojos y los beso, ella corresponde el beso, lo sé, estoy cavando mi propia tumba, estoy tomando algo que no es mío, pero más tarde me castigare.

- Eres mía - digo entre dientes, la beso de nuevo y muerdo su labio inferior, ella gime.

- Esta boquita es mía - digo y ella empieza a acariciar se contra mí pecho y me pone duro como una barra de acero.

- Tu eres mío - responde ella y no podría estar más de acuerdo

SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora