SEBASTHIAN PETROV

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No dejaba de pensar en cómo me deje llevar por mis instintos carnales y me folle a Stasy, solo rogaba que Yuri no se diera cuenta de lo sucedido, había dejado a Stasy en la habitación de ella, la había acostado y cobijado, ahora estábamos esperando a que llegarán los invitados para la fiesta de bienvenida de Jade, llegó en la mañana y no quise estar cerca, era una fiesta familiar y yo solo soy un trabajador mas, pero hoy si tenia que estar, tener a las dos hijas de Yuri cerca era una travesura segura, estoy fuera de la casa fumando un cigarrillo, hacía meses no fumaba pero el maldito estrés me estaba matando de ansiedad, veo luces por el camino de la entrada entonces tiro la colilla de cigarrillo al suelo lo piso y me acomodo la chaqueta, es el auto de Paxán y de Nikolay, detrás de ellos vienen Sergei, Vladimir y Theodor, veo otro auto, abro la puerta del auto de Paxán y sale con su cachaco negro, me sonríe y me da una palmada en la espalda.

- Muchacho estas mas grande - Estas entrenando como Yuri? - Pregunta y yo sonrió.

- No señor - digo y puedo ver como se ríe.

- Ya no tienes que cuidar niñas, pero si unas mujeres - dice y me pasa el brazo por la nuca me hace caminar con el hasta la puerta..

- Debes evitar que los hombres se acerquen a mis niñas - Son mi tesoro tienes sus vidas en tus manos - dice Víctor y me mira a los ojos.

- Espero que un buen hombre se encargue de Stasy - Jade.... Dice y mira hacia atrás y noto que el otro auto es de T.

- Esa niña ya tiene quien la cuide - Solo que los dos son demasiado ciegos para darse de cuenta, como Ruth - dice y miró a Vícktor sin dar crédito a lo que escucho.

- Que hijo? - Yo también tengo mi corazón esa vieja bruja no me quiere hacer caso - dice y toca la puerta, abre Yuri y saluda a Vícktor.

- Vícktor, creí que ya no venían - dice se acercan todos los demás, entro a la casa y en ese momento baja Jade, todos nos quedamos en silencio, es como ver la copia de Nala, cabello corto, oscuro y con esa mirada angelical, labios llenos y rojos, ojos almendrados y claros como los ojos de Yuri.

Al final todos se acercan y la saludan, es impresionante como las chicas se parecen tanto a Nala, lo único que heredaron de Yuri fue el color de los ojos, de resto tiene hasta el cuerpo de Nala, curvas que enloquecen, pero Stasy... Sabía que ese vestido que se compró hace días en el centro comercial sería mi tortura.

Es revelador demasiado para ella pero eso parece no importarle, mientras nos dirigimos al comedor puedo ver a Stasy va delante de mi y Theodor tiene sus manos por todo su cuerpo, ella se ríe y yo aprieto los dientes tan fuerte que se podría quebrar mi mandíbula, me acerco a ellos y los separó por la mitad.

- Disculpen - Pero nos esperan - digo y puedo ver como Theodor sonríe de lado y Stasy resopla, parece irritada con mi actitud.

- Como digas Thian - Stasy se da la vuelta y se adelanta nos mira por sobre el hombro y sigue su camino, por Dios no puedo dejar de mirar su trasero redondo y exuberante, perfecto para morder y dar unas cuantas nalgadas, me lo imagino rojo y listo para montar.

- Oye! - Escucho que dice Theodor y lo miro.

- Es mi sobrina - Ten cuidado con tus bajos pensamientos - dice y yo entrecierro los ojos.

- No he dicho nada y tú mantén tus manos para ti - digo y puedo ver como sonríe y niega.

- Es mi sobrina enfermo - Tu eres el que debería tener cuidado - dice y se d a media vuelta y se aleja.

- Ah! - Ya recuerdo que desde que nació te tiene de las pelotas - dice y yo gruñó, el timbre suena y sigo mi camino al comedor, será la peor cena de mi vida.

SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora