8_ SeungBin [G.E]

𝕍

"Tiró de los controles, sus pequeñas manos apenas alcanzaban las palancas de dirección y dio un salto en el regazo de su padre y sonrió mientras conducían por la tierra, la granja no era demasiado pequeña, pero estaba llena de vida, el tractor se detuvo y su padre bajó y luego lo ayudó a bajar, los dedos presionaron sus costados y se echó a reír.

― Detente, me rindo.

Su padre le hizo cosquillas un poco más. ― Nunca te rindas, Seungmin. Hacemos que las cosas sucedan.

Miraron a través del campo, después de años de duro trabajo, la tierra había sido transformada de pantanosa en fértil.

― Vamos a empezar a trabajar ― dijo con una sonrisa mientras metía la mano en su tractor para coger las pruebas para analizar el suelo y la tableta de grabación. Corrió hacia el campo, agitando el dispositivo en el aire, amaba su trabajo, era importante, así que se tomó su tiempo, tomando muestras del suelo y marcando las lecturas de nutrientes y cuando terminó su padre estaba todavía trabajando, por lo general, era todo lo contrario. ― ¿Puedo ayudar con las lecturas de crecimiento?.

Su padre negó con la cabeza, de modo que se sentó y metió las manos a través del rico suelo. Westwind no tenía una gran cantidad de granjas porque la tierra no era compatible con este tipo de vegetación y el planeta era húmedo, demasiado húmedo para producir tierra para cultivar, la mayoría de los agricultores de Westwind plantaban frutas y verduras en granjas de agua, pero su granja prosperó debido al sistema de irrigación de su padre y al fertilizante especial que eliminó la humedad del suelo.

― Seungmin, algún día el planeta será parecido a nuestra granja. Vamos a cambiar Westwind.

Sonrió a su padre y el árbol de frutos rojos le llamó la atención, no tenía nombre, no, debería tener un nombre, y el sol reflejaba en las grandes masas, de rojo grasiento, las raíces púrpuras crecían hacia abajo y se envolvían alrededor de cada fruta, protegiéndolas como un padre protegería a un hijo pero había algo siniestro en el árbol, no era grande, simplemente de extraña apariencia.

― Padre, ¿Cuál es el nombre de este árbol? ― había hecho la pregunta antes pero nunca recibió una respuesta.

― No hablamos de ese árbol.

Arrugó la nariz mirando la fea fruta roja, no quería saber el sabor que tenía pero a sus clientes les gustaban las cosas que crecían en ella.

― ¿Por qué no llevamos la fruta roja al mercado?

Su padre se congeló. ― Un cliente especial compra la fruta roja. Sólo él puede tenerlas.

Eso no parecía correcto pero creía en su padre, entonces dejó de hacer preguntas.

― Ven. Tus bayas favoritas están listas para ser cosechadas.

Sonrió mientras dejaba que su padre le distrajera y cuando se separaron miró hacia atrás, algo no tenía sentido pero no tenía todas las pistas para resolver el misterio y ese era el problema, misterios a la espera de ser resueltos. Los años pasaron y el extraño árbol se convirtió en cuatro árboles feos, mientras que la tierra, una vez verde, se volvió marrón, el suelo no permitió crecer frutas o verduras, miró a los árboles de frutos rojos que absorbían los nutrientes del suelo, las raíces crecieron bajo el campo, matándo todo.

― Padre, estos árboles necesitan irse.

― Deja de hablar de los árboles malditos.

Suspiró, hoy no sería un buen día, la tierra, en otro momento fértil, había muerto, nada crecía más aquí y el suelo no podía soportar estos árboles pero no era el único que sabía eso. Su padre se tambaleó a través del campo, parecía un juguete que un animal arrastraba después de masticar durante un tiempo, algo estaba mal pero su padre no compartía sus problemas con él. Entonces el sueño se convirtió en una pesadilla con el ruido de un hidroplano, llegando, y cuando su padre se puso tenso, estaba listo para salir y saludar a sus visitantes pero una mano lo agarró del brazo y tiró de él, siseó por el agarre que dejaría una contusión por la mañana.