yo soy el padre del villano

Capitulo 10

Lin Luoqing vio que el padre Ji se iba sin decir una palabra y miró a Ji Yuxiao.—¿Vas a subir?

Ji Yuxiao asintió. —Hm.

Enganchó sus brazos alrededor del cuello de Lin Luoqing y sintió el firme abrazo de la otra persona. De repente descubrió que su prometido era bastante fuerte. No solo era fuerte, sino que era bastante duradero.

Estaba tres pisos más arriba, pero las piernas de Lin Luoqing no se suavizaron en absoluto.

¡Realmente no podía decirlo!

¡Su prometido fue genial!

Lin Luoqing siguió al padre Ji escaleras arriba y llevó a Ji Yuxiao al estudio de la otra persona.

Puso a Ji Yuxiao en el sofá y lo miró. —Iré a buscar tu silla de ruedas.

—Sí—respondió Ji Yuxiao cálidamente.

Lin Luoqing levantó la cabeza, asintió levemente al padre Ji y bajó las escaleras para buscar la silla de ruedas de Ji Yuxiao.

Ji Yun y Ji Huai estaban hablando de lo que sucedió en el comedor hace un momento cuando vieron aparecer a la persona en cuestión y se callaron rápidamente.

Lin Luoqing no dijo mucho. Les sonrió y empujó la silla de ruedas fuera del comedor.

Esta vez, dudó un poco en enviarlo de inmediato. Tenía miedo de escuchar algo que no debería escucharse y de molestar a Ji Yuxiao y a su padre.

Entonces lo pensó. Ji Yuxiao actualmente tenía dificultades para moverse. Si no levantaba la silla de ruedas, Ji Yuxiao no podría cerrar la puerta y salir si se peleaban.

Después de pensar en esto, Lin Luoqing ya no dudó. Llevó la silla de ruedas arriba, llamó a la puerta y envió la silla de ruedas.

El padre Ji obviamente quería hablar a solas con su hijo. En el momento en que entró Lin Luoqing, se dio la vuelta y dejó de hablar.

Ji Yuxiao se recostó en la silla de ruedas. Miró a Lin Luoqing, quien parecía estar preguntándole si necesitaba compañía. Apretó la cara de Lin Luoqing y dijo:—Baja las escaleras y gira a la derecha. La tercera habitación es mi habitación. Ir a descansar. Te llamaré en un momento.

—Está bien—respondió Lin Luoqing.

—Tu eres muy bueno.—Ji Yuxiao se rió.

Lin Luoqing sonrió. —Entonces me iré primero.

En el momento en que terminó de hablar, vio la expresión sin palabras del padre Ji y sonrió cortésmente. Efectivamente, vio los ojos disgustados del padre Ji.

Lin Luoqing sintió que no había necesidad de hacer esto. Su hijo había llevado a su prometido a casa. Le gustara o no, tenía que poner cara o avergonzaría a su hijo.

Por lo tanto, Lin Luoqing se volvió deliberadamente hacia Ji Yuxiao y se inclinó para abrazarlo, diciendo dulcemente: "—Esposo, ven a mí después de que termines de hablar ~.

Padre Ji, —...

El padre Ji casi pierde los estribos.

Ji Yuxiao sonrió, levantó ligeramente las cejas y dijo significativamente:—Lo sé, bebé.

—Eres muy pegajoso— susurró.

El padre Ji sintió que le comenzaban a doler los oídos.

Lin Luoqing estaba satisfecho, así que salió de mala gana y se dirigió hacia la escalera.

Debe haber un problema entre Ji Yuxiao y su padre, pensó Lin Luoqing. No sabía cuál era el problema, pero Ji Yuxiao obviamente estaba escondiendo su verdadero yo después de haber sido herido.