-"Orihara Izaya ha regresado a Ikebukuro."- leyó en voz alta el hombre con una leve risa, el hombre al cual se refería la oración que acababa de leer. Se encontraba revisando las publicaciones en el muro de una página que no había visitado en dos años.
"Orihara Izaya está vivo.", "Orihara Izaya está de vuelta.", "El informante ha regresado de los muertos.", "Izaya está..."
El informante miraba con cierta nostalgia el inicio de esa página en la cual había contribuido bastante tiempo atrás.
-Mi regreso en serio se está convirtiendo en una pequeña revolución, ¿no es así, Shizu-chan?- Izaya alzó la mirada a un lado suyo para mirar a la persona a la que había llamado "Shizu-chan."
Se trataba de un hombre rubio vestido de bartender parado a un lado de él. No parecía estar prestándole mucha atención al pelinegro, se encontraba con los ojos fijos en el horizonte mientras fumaba un cigarrillo, pero Izaya sabía que lo escuchaba.
El hombre más fuerte de Ikebukuro dejó el humo escapar de su boca.
-Espero que te de cáncer.- le hizo Izaya sonriendo como si le hubiera hecho un cumplido.
Shizuo chasqueó la lengua con desagrado.
-¿Por qué sigues mirando esa cosa cuando se supone que te traje aquí a ver el atardecer?- dijo ignorando el "cumplido" de su némesis mientras dejaba las cenizas del cigarrillo caer sobre el barandal del puente.
Se encontraban en un puente de Ikebukuro, el cual era un buen punto para presenciar un atardecer, cosa que era lo que el informante le había pedido. Shizuo no había preguntado, solo lo había llevado. Y la pregunta de cualquier persona sería en este momento, ¿Por qué Orihara Izaya no podía ir por si mismo?
Izaya rió levemente y se resignó a guardar su celular.
-En realidad no has cambiado nada, ¿cierto?- cuestionó con cierta diversión en su tono. Y negó con la cabeza. -Solo quería que empujaras mi silla.
El rubio lo miró. Así es, Orihara Izaya no podía ir por si solo por que era una silla de ruedas lo único que le permitía desplazarse de lado a lado. Sus brazos seguían débiles, y dolían, por lo cual tampoco podía tirar de las ruedas por mucho tiempo.
-Nunca se de que carajo hablas.- dijo el rubio frunciendo el ceño.
-Antes no estaba muy seguro de si regresaría. Eventualmente, cuando decidí que así sería, me pregunté si empujarías mi silla. Pensé que la idea era ridícula.- el informante apoyó sus codos en sus muslos, inútiles piernas. -Era... Es un gran riesgo el hecho de regresar a Ikebukuro. Hay un montón de personas que intentarían matarme estando en este estado, pero tomé el riesgo... A pesar de que estaba muerto de miedo de que al momento en el que me vieras intentaras matarme. Aun tengo miedo de que pierdas el control y me mates.- rió amargamente. -Pero aún así, me encanta Ikebukuro. Tenía que regresar.
Shizuo apartó el cigarrillo de su boca y se giró hacia el, apoyando el codo en el barandal y mirándolo con una ceja alzada.
-¿Hah? ¿En serio? Pues no pareces estar muy preocupado por evitarlo, sigues siendo la misma pulga irritante de siempre.- se quejó mientras exhalaba una buena bocanada de humo y la expulsaba directo en la cara de el informante, quien hizo una mueca y comenzó a toser intentando ahuyentar el olor en el aire; nunca le había gustado el olor de esa cosa, mas que nada por que estaba asociado con Shizuo. -Aun así me cuentas tus estúpidos planes y la información personal que tienes para utilizar a las personas. ¿Cómo quieres que alguien no te mate así?
-Bueno... Cof cof... No lo estas haciendo, ¿cierto?... Cof.- hizo notar el informante entre toses. -A demás tengo que contárselo a alguien.
-Ese no es el punto.
-Claro que es el punto.- Izaya aclaró su garganta. -Ignoras eso y nuestro pasado solo para poder empujar mi silla. ¿Comprendes? Es una metáfora. Cuidas de mi pero al mismo tiempo no me tratas bien. No puedes evitar sentirte culpable al verme así, sin embargo, sabes bien que me lo merecía. De hecho; esperaba morir entonces, esperaba salir peor parado de lo que terminé... Eso, también es una metáfora, no salí literalmente 'parado', pero me estoy desviando del tema.- le restó importancia con un ademán.
-¿...y el punto es?- insistió Shizuo te estaba perdiendo la paciencia.
-Que dados los sucesos... Tu y yo de alguna manera nos hemos perdonado a pesar de que te sigo odiando y viceversa. Por mas que me encantaría volver a brincar por los edificios contigo lanzándome toda clase de objetos de largo volumen, no será así. Pero me gusta como son las cosas ahora. Tenía que terminar de alguna manera, y creo que esta es bastante mejor a la que tenía en mente.
Shizuo lo miró.
-En serio, nunca creí que pudieras ser tan pesimista.- dijo.
Izaya rió.
-¿Pesimista? Este tampoco es un final tan espléndido para mi, ¡la gente está viendo al famoso Orihara Izaya pedirle ayuda a Heiwajima Shizuo para desplazarse por la ciudad! ¡Qué vergüenza!
Shizuo sacudió la cabeza dejando una sonrisa formarse en sus labios.
-Cierra la boca.
Izaya ensanchó su sonrisa a su vez.
-Bestia.- murmuró apartando la mirada y antes de que Shizuo pudiera replicar algo, volvió a hablar. -¡Shizu-chan! ¡Ya me aburrí!- se quejó como un niño pequeño.
-¿Y qué quieres que yo haga?- mustió irritado Shizuo.
Izaya dio tranquilamente un par de palmaditas en el respaldo de su silla, indicándole que lo empujara.
-No, ahora terminas de ver tu estúpido atardecer.- respondió el rubio sacudiendo la cabeza.
Izaya hizo un puchero.
-Si no me llevas, me iré caminando.
-Ja, quiero ver eso.- se burló Shizuo.
-Y me caeré a la mitad del camino y comenzaré a girar en el suelo gritando y maldiciendo tu nombre, haciendo una gran escena.
Shizuo solo se le quedó viendo sin hacer nada, cosa que Izaya tomó como desafío y con una sonrisa ladina y ligeramente burlona se levantó de la silla de ruedas, tardándose un poco en mantener el equilibrio y se dispuso a dar el primer paso pero Shizuo se apresuró a pararse frente a él y lo empujó ligeramente para sentarlo de nuevo. A pesar de que utilizó una muy mínima fracción de su fuerza, Izaya no podía hacer nada al respecto.
Una vez sentado, este se cruzó de brazos fingiendo resignación y lo miró con una ceja alzada.
-¿entonces empujas mi silla?- insistió.
Shizuo suspiró perdiendo la paso encía y se colocó detrás de la silla para comenzar a empujarla con suavidad. Izaya dejó que una sonrisa satisfecha se dibujara en sus labios y apoyó las manos en sus muslos.
-¿A dónde quieres ir, pues?
-No me importa. Solo camina.
-¿Es otra metáfora tuya?- preguntó Shizuo.
Izaya ladeó la cabeza.
-Mas o menos.- respondió risueño.
Siguieron un rato andando en silencio hasta que fue Izaya quien lo rompió.
-Oi, Shizu-chan, escuché que siempre quisiste ser detective.
Shizuo hizo una mueca al escucharlo; no le preguntaría como lo había sabido, no era realmente sorprendente.
-Así es, pero siempre me imaginé con alguna pareja. Como el policía bueno y el policía malo.
Izaya rió.
-¡Apuesto a que alguien me habrá imaginado como tu compañero!
Shizuo chasqueó la lengua con algo de irritación.
-Tsk, fue prudente que no lo dijera...
-Seguro que si.- echó la cabeza atrás para mirarlo. -No es tan mala idea, ¿sabes?
Shizuo lo miró, y sonriendo internamente giró los ojos.
-Sabes que tu serías el policía malo, ¿verdad? Todos lo pensarían así.
-¿Qué? Pero qué grosera suele ser la gente.- negó con la cabeza. -Pero el concepto 'malo' y 'bueno' es algo muy poco consistente...
-Agh... No me vengas con tus filosofías en este momento...
-"Es ridículo dividir a las personas entre buenos y malos, las personas son encantadoras o tediosas."- citó el informante esperando la respuesta de Shizuo.
-¿Un policía encantador y otro tedioso, pues?
-Exacto. Yo sería el encantador.
Shizuo le dio un zape detrás de la cabeza al azabache, quien, a pesar de que Shizuo había usado poca fuerza, se llevó ambas manos a la nuca haciendo una mueca de dolor.
-¡Eso duele!- se quejó. -¡no me lastimes por decir la verdad! ¡Que tedioso eres!
Shizuo repitió la acción y ambos comenzaron a quejarse uno del otro, conteniendo su diversión.Así los dos hombres prosiguieron bromeando, insultándose el uno al otro, como si fueran amigos de toda la vida. Sin embargo, si miras con más atención, te darás cuenta de que no están bromeando; no, estos dos realmente se están insultando, están escupiendo verdades teñidas de odio, pero ¿por qué lo hacen como si fuera todo lo contrario? El azabache rodaría los ojos y se defendería con otro argumento cuando el rubio le replicaba algo, el rubio le estamparía otro zape accidentalmente fuerte en la nuca nuevamente, pero solo eso.
Esos dos hombres eran completamente diferentes pero al mismo tiempo exactamente iguales. Ambos eran humanos como también eran monstruos, pero vistos de dos maneras totalmente diferentes. Evidentemente, estos dos estaban destinados a repelerse pero de solo verlos en ese momento resultaba también evidente que se atraían por mas que no quisieran. El equipo perfecto de un videojuego, ambos se complementaban el uno al otro, pero, si ambos eran no del todo monstruos y no del todo humanos, ¿qué estarían formando juntos entonces? ¿El humano perfecto o el monstruo perfecto? ¿Quizá ambas?
No pienses mucho en eso, solo conseguirás que te duela la cabeza. Es algo que no está hecho para ser entendido, solo para ser aceptado.
"¿Qué será con esos dos?" Debían de preguntarse aquellas personas que habían vivido años en esa ciudad, acostumbrados a crecer con las peleas desastrosas de el informante y la bestia.
Les tenía que ser muy extraño ver a Shizuo e Izaya tan pacíficamente cerca uno del otro sin intentar tomarse los cuellos, pero, al mismo tiempo parecía totalmente natural, por que ese odio seguía presente. La única diferencia era que ahora era claro ese otro sentimiento, que había estado escondido pero siempre ha estado ahí de todos modos.
Entonces ¿qué era? ¿Odio y amor? ¿Cómo es que ambos sentimientos de repente eran tan parecidos cuando se suponía que ambos eran contrarios?
Odio no era la ausencia de amor y amor no era la ausencia de odio.
En la mayoría de las relaciones amorosas hay ausencia de odio, pero entre Shizuo e Izaya no había ninguna clase de ausencia.
Los amigos te traicionan, y un enemigo nunca lo haría. Pero, ¿ellos se traicionaban como enemigos al amarse pero se traicionaban también como amantes al odiarse?
¿qué era entonces? ¿Una relación terriblemente fuerte o una relación terriblemente débil?
Raro.
Anormal.
Paranormal.
Extraño.
Insólito.
Hay muchos adjetivos con los cuales describirlos, pero la parte curiosa es que sinónimos y antónimos en este caso son ambos útiles para describir el mismo concepto.Después de todo, nada cambiaba. Las cosas serian igual, la ciudad seguía igual ignorando todos los giros que la vida de una persona, o dos, podían dar de un día a otro.
Al fin y al cabo, ¿qué tan raro podía ser un amor retorcido más en esa ciudad de leyendas y bandas urbanas llamada Ikebukuro?Así, el rubio siguió empujado la silla de su némesis, sabiendo que la ciudad avanzaba y ambos tenían que avanzar con ella. Era un hecho. El informante no tenía por que preguntarse si el guardaespaldas vestido de bartender empujaría su silla. Los dos avanzarían.
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Me Pregunté [Shizaya]
Fanfic[Alerta, contiene spoilers de el volumen 13 y la novela que Narita publicó sobre Izaya 'Una puesta del sol para Orihara Izaya'] Según los rumores, la novela de Izaya fue escrita para darle un final a Izaya sin la necesidad de regresar a la serie. Pe...