Era lo mínimo que podía pedir un milagro del cielo, si no eran mis padres, pedía que no fueran los hombres que tenían a mi hermana, tomó el arma de Sebasthian en mis manos, tomó aire y me arrastró por la nieve hasta el exterior, apenas salgo me paro de inmediato y levanto mi arma, apuntó hacia un hombre mayor debe tener entre cincuenta o sesenta años.
- Tranquila - Baja el arma - dice y yo niego, lo miró fijamente.
- Stasy? - Escucho la voz de Sebasthian.
- Estoy bien - respondo y lo escucho gemir, miro al hombro frente a mi y no dejo de apuntarle el pecho.
- Necesitamos ayuda - digo y el hombre mantiene sus manos levantadas y asiente.
- Esta herido, esta perdiendo mucha sangre - Por favor - pido y el anciano asiente de nuevo y escucho pasos miro detrás y se acercan más hombre.
- Maldición - digo por lo bajo y el hombre les hace señas para que bajen sus armas, todo lo hacen y me miran, miro al anciano, puedo ver como el aire que exhala sale en una pequeña bocanada de humo.
- Te ayudaremos pero tenemos que llegar a él - dice y yo trago duro, dudo y chillo.
- Por Dios te juro que si le hacen daño, les disparate - digo y el hombre asiente.
- Thian! - Nos van a ayudar! - Grito y él gimo, me hago a un lado y dejo que los hombres entren, puedo ver como lo levantan y lo cargan, Sebasthian me mira y se desmaya, bajo el arma y miro al anciano, mi cuerpo empieza a temblar, ahora... Luego de que toda la adrenalina salió de mi cuerpo, mi cuerpo empieza a temblar de nuevo como una hoja, el anciano se acerca y me da una manta, niego y señaló a Sebasthian, no tengo palabras.
- El ya tiene - dice y miró a Sebasthian y en efecto va oculto con una manta, miro al anciano y dejó que me la ponga, me hace mover con él y camino lentamente, nos toma un buen tiempo llegar al pueblo cercano, en realidad, estamos cerca del pueblo pero no tanto, llegamos a un conjunto de cabañas, entramos a una y hay varias mujeres, todas nos miran, noto que acuestan a Sebasthian y me lanzó a él, protegiendo su cuerpo con el mío.
- Niña déjame verlo - Puedo ayudar - dice una mujer mientras me toma el brazo la miró y puedo ver en sus ojos que es sincera.
- Por... - Por... - Por favor - Ayúdalo - pido y ella sonríe.
- Lo haré - dice y me hago a un lado, noto que los hombres le ayudan a desvestir su parte superior, la mujer limpia la herida y miró a la mujer, tiene destreza, es médico.
- Tiene la de entrada por detrás... - Digo y ella me mira, vuelve su mirada a Sebasthian y le dan la vuelta para mirar su espalda, noto cómo los labios de la mujer se forma en una línea y mi pecho se aprieta en mi garganta se forma un nudo en la garganta, trato de tragar y tiemblo.
- Por favor - digo y mi voz sale con un chillito que no reconozco.
- Deberías cambiarte - dice y yo niego.
- No puedo sanar lo sabiendo que puedes entrar en hipotermia - dice y yo sollozo, no lo puedo evitar, tengo mucho dentro y ya no puedo mas, entonces todo se empieza a quebrar dentro de mi, siento unos brazos que me toman y me alejan, yo niego, trato de hablar, pero no tengo fuerza, me llevan a la habitación de al lado, miro todo a mi alrededor.
Una chica me hace señas y la miró fijamente, noto que se toca la ropa y me señala, miro sus ojos y noto que se rasca la nuca y luego alza sus dedo como si se le hubiera ocurrido una idea, busca algo y yo tiemblo, miro a mi alrededor de nuevo y la chica se acerca y pone un papel frente a mi en el cual leo: "quítate la ropa, te daré algo para estés cálida" miro a la chica y sonríe, trato de sonreír y empiezo a quitarme el traje, bajo mi cierre y le doy la espalda, deslizó el traje por mis hombros y lo dejo en la cadera, escucho un jadeo y me doy la vuelta mientras oculto mis pechos con mis brazos.
- Que? -
Pregunto y ella hace señas se golpea la cabeza y abro mis ojos, ella puede ver mi pánico y luego niega con la mano, toma el papel y noto que escribe algo, luego me lo pasa y dice: "estas herida, una herida abierta", leo y luego miro a la chica ella se da la vuelta y busca algo, toma un espejo de mano y me toma de la mano, me para frente al tocador que tiene un espejo grande, luego pone el pequeño frente a mi y puedo ver un gran corte en mi espalda, miro a la chica y noto que mira mi espalda por el espejo y muerde su labio como si a ella le doliera.
- No duele - digo y ella me mira y sonríe, noto que hace señas y la miró.
- No te entiendo - susurro y ella sonríe, se aleja y puedo ver que toma en sus manos un suéter y lo mete por mi cabeza, niego y ella asiente.
- Lo ensuciare con sangre - digo y ella niega, aun así se da la vuelta y sale de la habitación, vuelve rápidamente con un bol, me hace una seña con su dedo y creo que me esta diciendo que me de vuelta, lo hago y luego siento que algo toca mi herida, entonces siento que arde, aunque es cuidadosa duele, aprieto mis ojos con fuerza y tomó la ropa de cama con fuerza, trato de respirar lentamente, gimo y el toque desaparece, siento movimiento a mi lado y cuando abro mis ojos, la chica me mira con pena.
- Esta bien - digo y ella me ayuda a terminar de poner el suéter, continuó quitando el traje de látex y ella me ayuda a ponerme un pantalón de yoga, seca mis pies y pone unas medias y unas botas de nieve, es dedicada con cada cosa que hace, veo que se acerca a su tocador toma un botellón y luego un peine, se sube a la cama donde estoy sentada, me quedó tan quieta como puedo, siento que toca mi cabello con delicadeza, respiro y olfato un aroma a durazno y sonrió, luego siento que pasa el peine por mi cabello.
- Gracias - digo y ella sigue peinando hasta que tengo el cabello listo, lo seca un poco y quedo lista, me pasa un espejo y noto que tengo rasguños en mi rostro, mis piernas estaban con raspones, mi pecho de aprieta de nuevo, no me había dado cuenta que ella se había bajado de la cama y estaba a mi lado, me mira y sonríe, me toma de la mano y me hace levantar, volvemos a la sala y puedo ver a la mujer atender a Sebasthian.
- Aun sigue inconsciente? - Pregunto y ella asiente, noto que tiene guantes con sangre y esta cosiendo la piel de Sebasthian.
Es un milagro que este vivo, perdió mucha sangre, ya cosí la parte de atrás y estoy terminando adelante, las heridas están limpias, fue una fortuna que la bala saliera, tendrá fiebre, pero sobrevivirá, le haré una transfusión de sangre y le pondré antibióticos, dice y yo me acerco a Sebasthian.
Yo había pedido un milagro y el milagro era él, que más podía hacer.
Lo único que podía hacer era dar gracias por ese milagro.
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SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5
RomantikStasy Nacida en Rusia, con un destino marcado por sangre, era la hija mayor de la muñeca del Bratva, lo que significaba que por línea de sangre tenía que tomar el negocio de la familia, pero..... No quería. Solo quería ser yo la dueña de mi destino...