Me acerco a Sebasthian lentamente, temo despertarlo, así que doy pasos muy pequeños, puedo ver que le quitaron toda la ropa y lo abrigaron con una manta.
- Le pusimos calentadores debajo de las mantas para que entre en calor - dice el anciano y yo asiento.
- Gracias - susurro y no dejo de mirar a Sebasthian, terminó de acercarme y me agachó para quedar a la altura de la cama, me arrodilló y tomó su busco su mano debajo de las mantas.
- Se recuperará - Tranquila - dice la mujer que lo cose y yo asiento, bajo la mirada a la mano tatuada de Sebasthian, siento como bajan las lágrimas por mis mejillas y caen sobre nuestras manos enlazadas, alguien toca mi hombro y alzó la mirada, es la chica que me vistió, hace señas y mira a la mujer que cose a Sebasthian, la miró también y ella hace señales de vuelta, la mujer me mira y puede notar que no entiendo.
- Dice que tienes una herida abierta en la espalda - Dice tambien que tal vez necesites puntos - dice la mujer y yo niego.
- No - Estaré bien - digo y ella sonríe, continúa cosiendo con dedicación, noto que hace un nudo con el hilo al final y corta, limpia la herida de Sebasthian y la cubre con gasa.
- Miedo a las agujas? - Pregunta y yo trago duro, niego y ella pasa su brazo por la frente y seca el sudor.
- Tengo que ver tu espalda - dice y yo niego.
- De verdad estaré bien - susurro y ella sacude la cabeza como si eso no importara.
- Tengo que - dice y yo gimo, trato de levantarme y pero un agarre en mi mano me hace parar, miro mi mano y noto que es la mano de Sebasthian.
- A donde crees que vas? - Pregunta y el dique que contenía mis lágrimas se rompe y me lanzó sobre Sebasthian lo abrazo, lo escucho gemir, siento una mano en mi espalda y siseo, levanto la mano de Sebasthian y me alejo de él.
- Que tienes? - Pregunta y yo niego.
- Esta herida y no se deja atender - dice la mujer que lo cosio y gimo.
- Estoy bien - digo y puedo ver como Sebasthian gruñe.
- Dime que no te dispararon? - Pregunta y yo niego.
- Vamos déjame ver - dice la mujer y pone una silla cerca de la cama de Sebasthian y me siento, me quito el suéter y dejo que cubra mis pechos.
- Joder - dice la mujer y yo miro a Sebasthian, esta al frente de mi, siento que tocan la herida y gimo.
- Joder - digo miéntras apretó los ojos.
- La estás lastimando - dice Sebasthian, me concentró en cosas agradables.
- No la estoy lastimando - Solo estoy tocando para saber que tan mal está - dice la mujer y yo me enojo por el dolor.
- No tengo anestesia - La use toda con él - Esta muy abierta y sangra - Tengo que coserte ahora - dice la mujer y yo abro los ojos de golpe, miro a Sebasthian y este tiene el ceño marcado y sus manos están en puños.
- Bien, hagamos lo - digo y la escucho moverse, escucho susurros detrás de mi.
- No tenias que haberme buscado - le digo a Sebasthian y este cierra los ojos y niega con la cabeza.
- Tenía que ir por ti - dice y abre los ojos, es sincero, puedo ver que mira detrás de mí, luego me mira.
- Tienes que ser fuerte - dice y yo jadeo.
- No se como serlo - digo y el me mira fijamente, siento que me perfora con su mirada.
- Te amo - dice y en ese momento siento que algo gotea sobre mi espalda y el dolor más insoportable se abre paso sobre mi piel.
- Ah! Grito y lloro, tomó parte del suéter y lo meto en mi boca, gimo y lloro.
- Lo siento - Lo siento - escucho que dice alguien detrás de mi, abro los ojos que están empañados por las lágrimas parpadeo y puedo ver una expresión en el rostro de Sebasthian dolor, no por él, por mi, lloro.... Lloro como nunca lo había hecho en mi vida adulta, cuando era pequeña si había llorado por que siempre había querido una mariposa pero se escapaban, se alejaban apenas las encontraba, recuerdo entonces que Sebasthian me regalo una mariposa, era una pequeña pinza para cabello, la ame, aun la guardo en casa, casa.... Ya no tenía una casa, no tenía un hogar.
- Toma un trago - dice la mujer y pone frente a mi una botella de vodka, entonces mis ojos se iluminan, la tomó en mis manos y tomó un trago grande toso.
- Despacio - dice y yo sorbo por la nariz.
- Deberías quitarle eso de las manos - dice Sebasthian con un voz ronca, lo miró y sonrió.
- Sigues siendo el mismo cabron mandon - digo y él suspira preocupado por mi.
- Sigo siendo el mismo cabron mandón que sólo quiere protegerte - Que tiene una cosa por delante de su vida misma.... Tu - dice y dejo de sonreír, mis labios quedan entre abiertos y lo miro fijamente.
- Tengo que coser - dice y tomó un último trago, no dejó de mirar a Sebasthian, siento que alguien me quita la botella de las manos y jadeo.
- Doctora - dice Sebasthian y siento como la aguja atraviesa la piel lentamente, aprieto los dientes con fuerza, siento que empezó a sudar.
- Tenemos que acostarte boca abajo - Estas tensa y eso no ayuda - dice la mujer y yo trago duro, escucho que mueven cosas y dejo de mirar a Sebasthian, me hacen levantar y me acuestan boca abajo, miro a Sebasthian y este no deja de mirarme, tomó la ropa de cama y la aprieto con fuerza.
- Mírame - dice Sebasthian y no me había dado cuenta que cerré los ojos, lo miró y puedo ver que esta sufriendo.
- Dijiste... - Dijiste que me amas - digo y el asiente.
- Lo hiciste para... - Digo y niega con la cabeza.
- No ahora - dice y yo sorbo por la nariz, gimo cuando la aguja pasa, cierro los ojos y respiro.
- Perdón - digo y no hay respuesta, abro los ojos y puedo ver que Sebasthian me mira, sonrió.
- Por haberte tratado mal - Por lo que dije y por lo que no dije -
- Esta bien princesa - susurra y yo gimo, noto como su mirada se centra en mi.
- No... - No... - No me llames así - digo y el entrecierra los ojos.
- Te amo - digo y siento como se va apoderando una neblina de mi cuerpo, el dolor es lo máximo que he soportado, no puedo aguantar mas, suspiro y no hay mas ruido, no hay mas dolor, no hay mas cansancio, solo paz, silencio y tranquilidad.
Tranquilidad....
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SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5
RomanceStasy Nacida en Rusia, con un destino marcado por sangre, era la hija mayor de la muñeca del Bratva, lo que significaba que por línea de sangre tenía que tomar el negocio de la familia, pero..... No quería. Solo quería ser yo la dueña de mi destino...