STASY LEVEDEV

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Había parado de llorar... Al fin! Había encontrado hace tres horas que ya no tenia más lágrimas en mi, todas las lágrimas fueron consumidas por esta realidad que me golpeaba de frente, así que solo me quedaba acabar de enterrar el cuchillo lo mas hondo que pudiera, tenía que acabar con esto de una vez por todas, no hay otra forma.

- Por eso me odias? - Pregunto y escucho un jadeo detrás de mi, cierro los ojos, tratando de controlar el dolor en mi.

- No te odio - responde Sebasthian.

- No te creo - Sabes... - Dijiste... - Digo pero me para.

- Deja de decir que te odio porque no lo hago... - Solo... - Me siento culpable - Siento que te quite algo... - Yo fui el que apretó el gatillo - susurra miró la pared y aún no entiendo entonces porque le molesta mi cercanía.

- Entonces... - Porque te molesta mi cercanía? - Porque odias que te toque? - susurro y no escucho nada a cambio.

- Deja de decir la palabra odio...solo...joder.... Maldición Stasy causas muchas cosas en mi, siempre te he deseado, estás en mi mente, en mi corazón - susurra Sebasthian y me levanto de golpe, me doy media vuelta y lo miro, esta acostado en la cama, aun tiene fiebre.

- Mientes - digo y él niega.

- Sabes que no - No hay ninguna otra persona con la que quiera estar - Me molesta todo lo que me haces sentir - Porque no quiero sentirlas - Porque no puedo tenerte - dice y sonrió por un segundo y luego mi sonrisa desaparece.

- Porque... Porque no puedes tenerme? - Pregunto y noto que sus manos están en puños.

- Porque no tengo nada que darte - No soy nadie - Soy solo un Vor que podría darte? - Pregunta y yo niego.

- Una vida - respondo con rapidez, puedo ver como su mirada sostiene la mía y me acerco a su cama lentamente.

- No pido mucho lo sabes - No quiero nada que no me puedas dar - Dame lo que tu quieras darme - Tan poco puedo exigirte lo que yo no te puedo dar - Porque el amor no se trata de exigir - Se trata de dar todo lo que tienes sin esperar nada a cambio - Si el amor es reciproco - Se te devolverá el doble de cualquier manera - Yo solo puedo darte mi corazón - digo y me acerco a su cama, me siento a su lado y puedo ver que estoy confiando le lo mas preciado que tengo...

Mi corazón....

- Por favor... - Digo y me acuesto a su lado, sacó su brazo de la manta y me acuesto sobre él, me acurrucó cerca de su costado y siento que besa mi cabeza.

- Dijiste amor? - pregunta y yo asiento, lo escucho suspirar.

- Cuando... - Cuando entre en este trabajo de la mafia - Sabes cuales son las reglas... - Primero el Bratva - Tu familia es el Bratva no hay cabida para una esposa e hijos, madres, hermanas, hermanos - Que puedo ofrecerte Stasy? - No único que me han enseñado es a matar - Dime que puedo darte - dice y yo niego, no quería hablar, no tenía palabras, ya le había dicho todo lo que tenía desde mi corazón, no podía obligarlo a amarme, esa noche decidí dormir junto a él, sería la última vez que dormiría junto a él, ahora era para siempre.

4 meses después...

He pasado meses ayudado a Katerina, la casa no tiene agua potable, así que vamos por niebe y la derretimos, Sebasthian y yo seguimos durmiendo bajo la casa, es un pequeño sótano, pero podemos ocultarnos por ahora.

Recojo nieve y miró el campo abierto, suspiro, se que tenemos que buscar la forma de volver pero siempre tenemos pensando volver, las autoridades revolotean por todos lados preguntando sobre los hombre muertos cerca del rápido, lo que me dice que mis padres, mi hermana y T están con vida.

Tomó la caneca con nieve y alcanzó a Katerina, entramos a casa y me quito la chaqueta, puedo ver como Galina le limpia la herida de la espalda a Sebasthian, bajo la mirada, dejó la chaqueta en la silla cerca de la puerta, me preparo para ir a abajo, el frío me está helado los huesos.

- Porque te demoraste tanto? - Pregunta Sebasthian, freno mis pasos y meto mis manos en los bolsillo del pantalón.

- Estaba tomando aire - Pasamos mucho tiempo abajo - digo y el gime, lo miró y se que es la herida, no están funcionando los pocos medicamentos que pudimos conseguir para la infección de su herida, me duele por él, pero permanezco sin expresión alguna, Sebasthian tiene los ojos cerrados apenas los abre me mira.

- Iré a limpiarme - digo y bajo las escaleras abajo, la dejo abierta es una tontería cerrarla, apenas llego me quito el suéter de lana y quedó en topless, escucho que alguien baja y es Katerina, me sonríe y noto que baja con un bol y agua caliente le ayudo a bajarla y la pone en la silla cerca a mi cama, me hace señas, he aprendido un poco lo que me quiere decir, cuando se refiere a Sebasthian hace una seña que reconozco como un gato, Sebasthian tiene un gato en su costado, puedo ver que pregunta sobre porque nos tratamos tan frío.

- Es solo que... - No le caigo bien - digo y ella hace una seña de disgusto.

- No lo tienes que odiar - Yo también lo he tratado mal - digo ella me mira fijamente y desvío la mirada al bol.

- Me limpiare - digo y ella asiente, sube las escalas y me deja sola, uso el paño que esta en el agua, lo escurrió y lo paso por mi pecho, escucho que alguien baja y no miro las escaleras, se quien es.

- Tenemos que irnos - susurro solo para los dos escuchemos.

- Joxe dice que aún hay militares y policías afuera buscando - responde Sebasthian y yo asiento, hace meses decidí no correr encontró de esta marea, no peleó, no discuto, no contraataco, solo dejo fluir la situación.

- Me haces enojar cuando solo asientes con la cabeza - No refutas nada de lo que digo -

- Estoy cansada - digo y termino de limpiarme.

- Me iré a dormir - Tengo frío y no creo que pueda hacer mucho - digo y dejo el paño en el agua, busco mi suéter, me lo vuelvo a poner, me muevo por la habitación, me siento en la cama y me quito las botas, me meto debajo de la colcha y la subo hasta la barbilla y suspiro, cierro los ojos y pienso en Jade, como estará, no tuve tiempo de decirle nada, siento que la colchón baja.

- No me odies por querer protegernos - No es seguro para ninguno de los dos - Aun estamos débiles - Debemos reponernos antes de irnos - susurra.

- Entiendo - sigo y decido dejar el tema ahí, siento que se levanta y se aleja de la cama y sube las escalas, abro los ojos y suspiro, me siento muy cansada, solo quiero dormir y tal vez olvidar que estoy lejos de lo que realmente vale la pena.

SERIE LA MUÑECA DEL BRATVA - SEBASTHIAN - LIBRO 5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora