La abuelita nos dijo que cuando el sol ya empiece a despedirse, y el viento invite a bailar a los árboles, es señal de irnos adentro.
Mis hermanos y yo no sabíamos por qué, y solo obedecimos. Apenas el sol se despidió de nosotros con una seña en sus manos, y vimos a los árboles bailar junto al viento, nos fuimos todos adentro.
Cuando entramos a la casa, vimos a la abuelita despedirse rápidamente de una vecina. Ambas se veían preocupadas, y la vecina a paso apurado se fue, pero antes de irse nos dijo:
"Cuídense mucho esta noche."
Pero lo dijo con un tono de advertencia, como si tuviéramos que protegernos de alguien, o talvez era de algo.