Capítulo 76 | Quiero regresar

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—Siento que perdí mucho tiempo por estar alejado de ti —Tyler volteó a verlo —. No quiero que volvamos a alejarnos. Es decir, me gustaría mucho conocerte bien y pasar más momentos contigo.

—A mí también me gustaría eso —Tyler extendió su mano y el menor la observó con una pequeña sonrisa, la tomó despacio y la entrelazó con la suya —. Me hubiera gustado estar contigo, quizás así habría evitado todo lo que te tocó vivir.

—Bueno, ahora estarás a mi lado. Puedes cuidarme, Tris, yo feliz de que lo hagas.

—Eso es lo que quiero, cuidarte. Prometo intentar entenderte siempre. Puedes acudir a mí cuando tengas problemas, de ese modo me permitirás estar cerca.

—No te pongas sentimental o me darán ganas de vomitar —Los dos rieron ante eso.

—¿Quieren café? Acabo de preparar.

Los dos voltearon y asintieron, entraron a la casa y se sentaron en la cocina para platicar un poco. La verdad es que se les ha hecho raro que el pequeño no haya aparecido todavía. ¿Deben preocuparse? No estaban seguros de ello, pero aquello los inquieta de sobremanera. Pasaron al menos una mañana agradable entre pláticas.

Tyler no recibió ni un solo mensaje de sus novios, eso le parecía extraño, ya que, a esas alturas, ya tendrían que saber que ha escapado del calabozo.

—¿Quieren dar una vuelta por los alrededores? A mi Bias le vendría bien caminar un poco.

—Ay sí, yo quiero.

—De acuerdo, salgamos antes de que oscurezca.

Los tres se dispusieron a salir, pero a penas abrieron la puerta, vieron al pequeño recargado de la camioneta, con sus manos en sus bolsillos y mirándolos fijamente con una leve sonrisa ladeada. Sí, están en serios problemas ahora que el pequeño está ahí frente a ellos listo para darles el regaño de sus vidas.

—¿Van a alguna parte?

—Padre, ¿Qué hace aquí?

—Yo debería hacer esa pregunta, ¿Qué haces tú aquí? O mejor dicho, ustedes. ¿Creyeron que se iban a librar de mí? Vamos, Tobias, te vienes conmigo.

—¿Qué? ¿A dónde?

—Te llevaré con Clay.

—No, padre, no hará eso.

—Mi diablo, eso no es algo bueno y no voy a permitirlo.

—Esta no es nuestra batalla, Tyler. Y lo entiendo, es tu hermano, sé que no vas a dejarlo solo, pero él se metió en esto y no voy a dejar que terminen dañando más a Adriel.

—A mí no me importa ser dañado.

—¿Crees que no lo sé? No vine aquí a discutir, vine por una razón y es para llevármelo a él. ¿De verdad quieres que ese lunático haga otra cosa? Claro que terminará dañándolos a ellos más de lo que lo hizo. Piensa en eso al menos.

—Señor, no quiero estar en ese lugar.

—Yo le di mi palabra y tú deberías cumplir con su venganza. Todos tenemos problemas, ¿De acuerdo? Pero si no vas ahora con él, quizás lo lamentes luego.

—No puedo, lo siento.

Ángel soltó un suspiro, se fue acercando a ellos, le hizo una caricia en la cabeza a Adriel y luego miró a su novio. Se habían arriesgado para sacar a Tobias de aquella mansión, es obvio que no dejarían que regrese de nuevo ahí.

—No puedo protegerlos siempre.

—Lo sé, padre.

—Lo que menos quiero es que suceda algo más grave, pero estoy seguro de que Tobias entiende lo que hizo. Hiciste algo incorrecto que te llevó a tener consecuencias. ¿Qué crees que pasará si huyes de eso? El chico solo necesita una venganza. Al menos te quiere como esclavo. Es horrendo, lo sé. Sin embargo, no puedes ser egoísta y dejar que termine dañando a todos solo por ti.

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