En Busca del Santuario Perdido.

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Veo que les esta gustando mucho este fic, espero que ahora que vienen las vacaciones pueda hacer muchos mas y con muchas tematicas mas.

comenten que ship les gustaria que haga una fic:


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El sol se alzaba lentamente, iluminando el paisaje invernal con un resplandor dorado. Los primeros rayos atravesaron las ramas desnudas del bosque, reflejándose en la escarcha que cubría la tierra y los árboles. Dentro de la cueva, Caesar y Zhenya se preparaban para reanudar su viaje. La noche había sido un breve respiro, pero el peligro seguía persiguiéndolos con la obstinación de un cazador infatigable.

Zhenya se movía con más seguridad, a pesar de la herida en su hombro, aunque Caesar no dejaba de mirarlo de reojo, preocupado. Sus ojos, que solían ser fríos y calculadores, ahora mostraban una calidez inesperada, un sentimiento nuevo que aún luchaba por aceptar del todo.

—¿Listo? —preguntó Caesar, su voz un poco más suave de lo habitual.

Zhenya asintió, tratando de esbozar una sonrisa. —Siempre listo para seguirte, Caesar.

Como un contacto en las Sombras, El camino hacia su próximo destino los llevó a través de un terreno accidentado y cubierto de maleza. Su objetivo era llegar a una antigua iglesia abandonada, un lugar que, según las palabras de Caesar, albergaba a alguien dispuesto a ayudarlos. Un antiguo camarada, cuyo pasado se perdía en los relatos de misiones encubiertas y traiciones a medias.

Llegaron al lugar al atardecer, una estructura que una vez debió de ser majestuosa pero que ahora se alzaba como un esqueleto de piedra y madera, cubierta por la vegetación y el tiempo. Caesar hizo una señal con la mano y avanzó, dejando que el eco de sus pasos se perdiera en la inmensidad del edificio.

—Dmitry —llamó con voz firme, que resonó entre las paredes vacías—. Sé que estás aquí. Han pasado años, pero sé que sigues vigilando.

Un murmullo seguido de un ruido en lo alto alertó a Caesar. Zhenya llevó la mano a su pistola, pero antes de que pudiera desenfundarla, una figura delgada y ágil descendió desde las vigas superiores con la destreza de un felino. Dmitry, de ojos astutos y barba descuidada, sonrió con una mezcla de sorpresa y cautela.

—Caesar Alexandrovich. No esperaba verte arrastrando a un compañero herido y con tantas cicatrices nuevas —dijo, dirigiendo una mirada rápida a Zhenya—. ¿Qué te trae a esta tumba olvidada?

Los secretos se Revelaban, Caesar se acercó, manteniendo una distancia prudente. —Necesitamos tu ayuda. No solo por el dispositivo, sino porque estamos siendo cazados. Nos enfrentamos a una amenaza que no se detendrá hasta que estemos muertos.

Dmitry ladeó la cabeza, entrecerrando los ojos. —¿Y por qué habría de ayudarte después de lo que sucedió en Varsovia?

Un silencio tenso se instaló entre los tres. Caesar cerró los ojos un momento, recordando aquella misión fallida que había terminado en desconfianza y pérdidas. —Porque esto es más grande que nosotros. Más grande que cualquier rencilla pasada.

Dmitry suspiró y cruzó los brazos. —Entonces, cuéntamelo todo. Quiero entender por qué arriesgaría mi vida por dos hombres que tienen a medio continente buscándolos.

Sabian que era una decisión que lo Cambiaría Todo, Mientras Caesar relataba los eventos recientes y las fuerzas que los perseguían, Zhenya observaba el cambio en los gestos de Dmitry. De la incredulidad a la aceptación, y finalmente, a una chispa de determinación que brilló en sus ojos.

—Está bien, ayudaré —declaró Dmitry finalmente, bajando la guardia—. Pero hay condiciones. Este camino no tendrá retorno, y la traición será castigada con más que la muerte.

Caesar asintió solemnemente. —No planeamos traicionarte.

Zhenya intervino, su voz más segura de lo que había estado en semanas. —Lo que viene es algo que ninguno de nosotros puede enfrentar solo.

La iglesia, en su silencio solemne, se convirtió en testigo de un pacto renovado entre antiguos aliados y un vínculo que apenas comenzaba a definirse. Los tres sabían que el camino estaba lleno de oscuridad, pero esa noche, al menos, la luz de la esperanza titilaba en la distancia.


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Con amor, Barbiee-

En La Sombra De La Obsesión. CAESAR X ZHENYA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora