La iglesia abandonada se transformó en un cuartel improvisado donde Caesar, Zhenya y Dmitry planearon sus próximos movimientos. El aire estaba cargado de la tensión de viejas rivalidades y nuevas alianzas, pero también de una determinación feroz. Zhenya observaba cada intercambio entre Caesar y Dmitry, intentando leer más allá de las palabras; cada gesto, cada mirada, podría revelar una traición encubierta o una lealtad que resistiera el paso del tiempo.
—Nuestra única opción es salir antes del amanecer —dijo Caesar, desplegando un mapa desgastado sobre el altar. Las líneas marcadas con bolígrafos y notas apresuradas revelaban rutas de escape, puntos de encuentro y posibles amenazas.
Dmitry se inclinó sobre el mapa, señalando un camino a través de las montañas. —Este es el único sendero que no está bajo vigilancia constante. Pero si algo sale mal... —su mirada se dirigió a Zhenya, evaluándolo—. No habrá segunda oportunidad.
Las Sombras del Pasado los atormentaban, Zhenya sostuvo la mirada de Dmitry con firmeza. —Entiendo los riesgos. No he llegado hasta aquí para darme la vuelta al primer obstáculo.
Caesar observó la interacción, sus emociones en conflicto. La protección que sentía por Zhenya era algo nuevo, casi visceral. No solo se trataba de una misión o de sobrevivir; se trataba de proteger a alguien que se había convertido en su todo.
—No estamos aquí para fallar —interrumpió Caesar, con un tono que cerró la conversación. Miró a ambos hombres y añadió—: Descansemos lo poco que podamos. Partimos antes de que el sol despierte.
Mientras la noche avanzaba, un murmullo de hojas y un crujido en la distancia alertaron a Caesar. Sus sentidos, afinados por años de misiones, le decían que no estaban solos. Con un gesto rápido, indicó silencio a los otros dos y tomó su arma.
Zhenya se tensó, el dolor en su hombro recordándole sus limitaciones, pero no vaciló. Dmitry se movió hacia la sombra de una columna caída, su figura casi invisible en la penumbra.
De repente, un disparo rompió el silencio. El eco retumbó en las paredes de la iglesia, seguido por el sonido de botas apresuradas acercándose. Caesar sintió cómo la adrenalina se disparaba en su sistema. No había tiempo para dudas.
—¡Nos han encontrado! —gritó Dmitry, mientras devolvía el fuego.
Era un Sacrificio de Lealtad, Las balas silbaban en todas direcciones, y el caos se desató. Caesar movió a Zhenya a una esquina protegida mientras evaluaba la situación. Habían subestimado a sus perseguidores, y la emboscada era letal.
Dmitry, con una sonrisa desafiante, gritó por encima del ruido. —¡Salgan de aquí, yo los cubriré!
—¡No, Dmitry! —protestó Caesar, pero la decisión ya estaba tomada. Dmitry corrió hacia la entrada, sus disparos precisos y su voz llena de desafío mientras enfrentaba a los enemigos.
Zhenya tiró de Caesar, sus ojos cargados de urgencia. —Tenemos que irnos, Caesar. No podemos perder más tiempo.
El corazón de Caesar se estremeció, pero sabía que Zhenya tenía razón. Asintió con una mezcla de dolor y determinación. Agarró la mano de Zhenya y juntos, se escabulleron por un pasadizo secreto que Dmitry había indicado antes.
Afuera, la noche envolvía a Caesar y Zhenya mientras se adentraban en el bosque, dejando atrás el sonido de la lucha y la figura de Dmitry, cuya sombra se difuminaba en la penumbra. La traición de aquellos que los cazaban se había vuelto más palpable, pero también lo era el vínculo que los unía en esa batalla.
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Con amor, Barbiee-
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En La Sombra De La Obsesión. CAESAR X ZHENYA.
FanfictionLa misión en Praga los llevó al mismo lugar: una antigua galería, donde el arte se mezclaba con secretos de Estado. Caesar Alexandrovich Sergeyev, el agente ruso conocido por su mirada glacial y precisión letal, y Yevgeny (Zhenya) Vissarionovich Bo...