Nunca pensé que mi diabetes hiciera algo bueno por mi pero hoy pensé diferente.
Estaba en la biblioteca con mi mejor amigo que es realmente guapo es castaño, tiene una mandíbula bien definida y unos ojos negros que parese te puede ver hasta los órganos. Se llama William, el apareció como un maldito rayo de sol cuando yo necesitaba felicidad, demasiada felicidad. Hoy William y yo estábamos estudiando pues teníamos un examen de biología (maldita biología) que siempre me va mal y el es tan bueno en biología que no me parecería raro que descubriera la cura para el cancer. Hoy seme olvido comer y justo HOY mi bomba de insulina decidió fallar (Maldita diabetes) me sentía mareada, sentía que en cualquier momento me desmayaría en el regazo de William (premio o premio) que estaba sentado al lado de mi.
William me voltea a ver.
-Aurora?- William pone su mano en mi hombre es reconfortante -Estas bien?
-Si...- Miento odio que las personas se preocupen por mi
William acaricia mi pelo rubio
-Ya comiste?
-No...
William suspira
-Aurora...
-Perdón...
William me ofrece un chocolate.
-Ten cometelo.Todo.
-Pero...
-Cometelo.Todo.
Suspiro y a regañadientes me como el chocolate. Y de repente siento como unos brazos me rodean la cintura y me abrazan.
-te e dicho mil veces- dice William y en su voz se nota una combinación de enojo y preocupación- que comas
-no es mi culpa que la maldita Maestra de biología no nos allá dejado salir rapido
William suelta una risa sin humor.
-Deberías preocuparte mas por...
Me siento cada vez mas mareada, mi vista se nubla y dejo de escuchar a William
