The Babysitter

from another life

Mientras más pasaba el tiempo en el hogar West, Tori empezaba a sentirse cómoda, la vida no era necesariamente una pesadilla como lo pensó el primer día que llegó; siempre había altas y bajas, pero ella misma se las arreglaba para seguir adelante y no renunciar. A pesar de los ya comunes arranques de ira de Jade, poco a poco el miedo que Tori le tenía fue desapareciendo, el respeto seguía allí, pero no era como si se fuese a dejar humillar.

Tal como Jade avisó, los fines de semana, serían los días libres de la mitad latina, ya que el padre de Lucia tenía que pasar tiempo con ella, quisiese o no. Tori se sentía un poco abrumada estando en la gigantesca mansión sin la compañía de la pequeña niña a su cuidado. Se escuchaba un poco patético, pero así era.

Tori's Pov

Amaría decir que tengo planes para el fin de semana, pero no era así, normalmente me mantenía en mi casa viendo películas hasta quedarme dormida. Podría hacer eso aquí, pero no se sentiría igual. Ni siquiera sé si se me permite ver la televisión, no quisiera tentar mi suerte y hacer enojar a la señora West.

Ante mi desesperación por querer hacer algo y distraerme, suspiré y tomé camino escalera abajo hacia la cocina, donde la mayor parte de las sirvientas se mantenían, hablando y terminando las pocas labores que se les asignaban para los días Sábados y Domingos, debido a la ausencia de Lucy y la señora West. Se me olvidaba mencionar que ella tomaba horas extra en su trabajo los fines de semana. No es de mi incumbencia, pero tenía la esperanza que ella estuviera aquí, así podría conocerla mejor.

-Oh, Tori, qué sorpresa verte aquí. - Sarah me saludó amigablemente, ella descansaba en una de las sillas del comedor, la mayoría del personal estaba ya guardando sus cosas para retirarse.

Todos ellos podían irse después de las ocho de la noche, a excepción de Diana y mía. Ya que yo, por mi parte soy un caso aparte del personal, se podría decir que tengo un poco de "Privilegios", en primera porque no tengo que usar un feo uniforme. Diana es un caso aparte, no sé qué tipo de trato tiene Jade con ella.

-Hola. - Sacudí mi mano levemente para saludarla mientras me sentaba en una silla frente a la suya.

-Creí que estarías afuera aprovechando tu tiempo libre. - La mujer mayor ladeó la cabeza mientras tomaba una taza de café.

-No tengo realmente con quien salir. - Negué con la cabeza y dejé ir un pequeño soplido.

-¿No tenías un novio? - Ella cuestionó alzando la ceja, a lo que yo solo asentí. - ¿Por qué no sales con él?

-No sé si esté disponible, aparte... No quiero molestarlo. - Mi comentario hizo a Sarah fruncir el ceño y dejar su café a un lado en la mesa.

-¿Por qué molestarías a alguien que se supone que te ama? Te expresas de ti misma como si fueras alguna clase de estorbo.

La verdad era que, en cuanto a mi relación con Beck, de vez en cuando, me sentía así, como alguna clase de estorbo. Ya que algunas veces el se molestaba cuando le pedía hacer algo, diciéndome que tenía cosas que hacer, como ver el partido con sus amigos o salir con ellos. Las primeras veces, si le insistía demasiado, el empezaba a discutir y quejarse, así que fui acoplándome y dejando de insistir tanto.

-Bueno es que... - Pensé por un momento si revelar esto o no, pero decidí guardármelo. - El está normalmente muy ocupado con su trabajo.

-¿Y de qué trabaja que está tan ocupado?

-Él uhm... Es... - Tardé en contestar la pregunta. - Es parte de una banda. - Pude notar como la expresión de la mujer cambiaba de una de seriedad a una que me decía "¿Es en serio?" sin siquiera decirlo.