01 | 𝐌𝐎́𝐍𝐀𝐂𝐎

24 4 0
                                    












¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




📍 Montecarlo, Mónaco.




Brianda' Pov:

Los nervios juegan demasiado en contra en ciertas situaciones, momentos tensos e inquietos solamente pretendes que la tierra se abra en dos y te tragué en este momento.

Que mierda de suerte la mía de venir a Mónaco.

Max Verstappen estaba enfrente mío, mirándome tan fijamente que realmente quería escaparme de este momento si no fuese por Giovanni quién se aferra a mi mano esperando a su madre.

—¿Tardará mucho mi mamá?— me preguntó preocupado mirando para todos lados.— Quizás está hablando otra vez con papá. Creo que iremos lejos otra vez.

Me agaché a su altura acariciando su cabello castaño lacio, dejando que mis dedos se perdieran en esa suavidad y le sonreí cariñosamente.

Era demasiado pequeño este ser humano, pero desde que lo conocí se ha formado parte de mi vida y amaba muchísimo pasar tiempo con él cuando quería estar pegado a mi lado al momento que Karlotta se quedaba conmigo para pasar el día recorriendo la ciudad para que conociera cada espacio y también, que me lleve muchos recuerdos cuando volviera a México.

—¿Por qué crees eso?— le pregunto sonriendo y él me miró fijamente.— No te preocupes por esos temas de adultos, si no te sientes cómodo con lo que está pasando tienes que hablar con ellos y dar tu opinión. Quizás si es un tema de adultos, pero también están tus sentimientos de por medio y saber cómo te sientes tienen que saber ellos, cariño.

—¿Puedo quedarme contigo a dormir, no?— me preguntó haciendo un puchero y le sonreí acariciando sus mejillas rosadas por el calor.

— Claro que sí, amor. Puedes quedarte conmigo, pero avísale a tu mamá antes.— le comentó sonriendo.— Podremos hacer una pijamada con ella también.

Él asintió emocionado y me volví a mi postura normal enfocándome a lo lejos como Karlotta llegaba cargando con un pequeño bolso de playa, estaba enojada y podía darme cuenta que realmente estaba molesta con toda esta situación que la está poniendo de mal humor.

Las hormonas del embarazo la tienen mal humor estos últimos días que se ha quedado conmigo en el hotel porque había discutido con su esposo.

—¡Mamá!— grita Giovanni corriendo hasta su mamá, quién sonrió al captar su presencia y me aproximé hasta ellos.— ¿Vamos a la playa, no?

—En otro momento, iremos a almorzar con papá y volvemos a la playa, amor.— le responde acariciando su cabello castaño y me miró.—¿Vienes a almorzar con nosotros, Bri?

𝐅𝐔𝐆𝐈𝐓𝐈𝐕𝐎𝐒 | Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora