EL MONO DE TINTA

- ¿Por qué la cara Palida?- pregunto el joven Weston Li, mirando confundido a la hoja llena de tinta sobre la mesa de su amigo.
- U-Un mono...-Tartamudeo.
-No Comprendo Liang Qui, ¿Que mono?-Liang se acercó a él y lo tomo de los hombros mirandolo directamente a los ojos como queriéndole mostrar lo que había visto.
-Pense que era una leyenda, una mera leyenda, pero ayer lo vi, ¡Lo vi Weston!- Weston se sobresalto.
-¿A quien viste? Se más claro.
-Al mono de tinta.
Su amigo guardo silencio durante unos segundos y luego comenzó a reír a carcajadas.
-Solo es una leyenda. No pudiste haberlo visto.- Señalo entre risas.
-No te rías, es real. Estaba escribiendo mi nueva historia sobre una joven doncella que trabajaba en un burdel y apareció. Se sentó a mi lado con las piernas cruzadas y comenzó a observarme.
-Esta bien, digamos que te creo. Entonces,¿Por eso derramaste la tinta en tu trabajo?,¿No querrás tener una excusa nada más?-lo interrogo como tratando de darle la vuelta al asunto.
-¡NO WESTON!-Grito.-No me di cuenta de su presencia hasta que acabe de escribir, y el mono estiró el brazo para agarrar la tinta sobrante. Cuando vi su brazo me espante y la derramé.
-Esta bien, está bien y ¿Cómo era?-Pregunto con ironía aún sin creerle.
-Sus ojos son como cornalinas, y el pelo es negro azabache, sedoso y flexible, tan suave como las almohadas de plumas de la señorita Mei.-por un momento puso cara de enamorado al mencionar a la señorita Mei, luego volvió en sí, y nuevamente miro a los ojos a Weston esperando a ver su reacción.
-¿Lo tocaste?-levanto una ceja siguiendo su interrogatorio.
- Roce un poco su brazo cuando derramé la tinta.
-Bien, me voy, me doy cuenta que consumes sutancias ilícitas. Necesitas ayuda Liang
-¡QUE FUE REAL!-Reprocho, pero WESTON solo le dio palmadas en el hombro moviendo la cabeza con desaprobación-Te lo demostraré la próxima vez.
-Lo que digas-Quito su mano del hombro de su amigo y dio marcha a la puerta de salida.