El día del Gran Premio de Silverstone terminó con euforia en el paddock. Los pilotos celebraban en sus garajes y los equipos se felicitaban entre sí por un trabajo bien hecho. Para Max Verstappen, la carrera había sido intensa, pero también satisfactoria: otro podio que consolidaba su posición como una de las promesas más fuertes en la Fórmula 1.
Sin embargo, mientras las cámaras lo enfocaban, su mente seguía atrapada en un pensamiento recurrente: Sergio. Las imágenes de aquella noche seguían reapareciendo, y ahora estaba seguro de que lo había visto cerca del circuito. Necesitaba ayuda para encontrarlo, y sabía exactamente a quién acudir.
Kelly Piquet, su mejor amiga y confidente desde hacía años, era una modelo reconocida. Max había confiado en ella en múltiples ocasiones y estaba seguro de que si alguien podía ayudarlo, era ella. Cuando la llamó para invitarla a la cena de celebración, Kelly no dudó en aceptar.
- Claro que iré, Max. Pero, ¿por qué siento que necesitas algo más que compañía esta noche?
Max sonrió, aunque ella no podía verlo.
- Te lo contaré en la cena.
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Mientras tanto, Sergio y George se preparaban para la misma cena. George había recibido la invitación de un contacto en el mundo de la moda que también tenía vínculos con la Fórmula 1, y no dudó en insistirle a Sergio que los acompañara.
- Será divertido, Sergio. Y, quién sabe, tal vez sea una buena oportunidad para hablar con Max.
Sergio, que había estado pensando en ello durante días, finalmente aceptó.
- Está bien. Pero, George, no quiero que hagas o digas nada sin que yo esté de acuerdo, ¿sí?
George levantó las manos en señal de rendición.
- Lo prometo.
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La cena se llevó a cabo en un restaurante elegante en el centro de Silverstone, reservado exclusivamente para los pilotos y algunos invitados seleccionados. Las mesas estaban decoradas con detalles minimalistas, y las luces cálidas creaban un ambiente íntimo y relajado.
Sergio y George llegaron juntos, y Sergio no pudo evitar sentirse algo nervioso. Había decidido que, si el momento era el adecuado, le diría a Max sobre el bebé. No quería cargar con este secreto para siempre, y sentía que merecía saberlo.
Cuando entraron, George saludó a varias personas conocidas, pero Sergio no podía apartar la vista de Max, que estaba sentado al otro lado del salón. Sin embargo, no estaba solo.
Junto a él estaba una mujer increíblemente hermosa, con un vestido elegante que acentuaba su figura perfecta. Su cabello caía en ondas suaves sobre sus hombros, y su risa resonaba en el ambiente mientras hablaba con Max.
- ¿Quién es ella? -preguntó Sergio en voz baja, tratando de no parecer afectado.
George siguió la dirección de su mirada y suspiró.
- Es Kelly Piquet, una modelo muy conocida. Es amiga de Max desde hace años.
La sonrisa de Sergio se desvaneció.
- Claro, tiene sentido.
- Sergio... -George lo miró con preocupación, pero Sergio negó con la cabeza.
- No. Está bien. No importa.
George quiso decir algo más, pero Sergio ya había cambiado de tema, enfocándose en la conversación con otros asistentes.
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En la otra mesa, Max estaba explicándole todo a Kelly.
- Así que... ¿quieres que te ayude a encontrar a este chico? -preguntó Kelly, divertida pero también intrigada.
- Sí. Lo conocí hace unos meses, en una fiesta. Desde entonces, no he podido sacarlo de mi cabeza.
Kelly apoyó el mentón en su mano, mirando a Max con una sonrisa.
- Esto es nuevo. No te había visto tan interesado en alguien antes. ¿Qué tiene este chico?
Max suspiró, tratando de encontrar las palabras correctas.
- No lo sé. Es especial. Hermoso, pero no solo eso. Había algo en él... su risa, su forma de hablar. Nunca me había sentido así con nadie.
Kelly asintió, tomando un sorbo de su copa de vino.
- Está bien, Max. Te ayudaré. Pero necesito más detalles. ¿Cómo es? ¿Tienes alguna pista?
Max le dio una descripción de Sergio, recordando cada detalle que podía: sus pecas, su cabello, la forma en que sonreía. Kelly lo escuchó atentamente, prometiéndole que usaría todos sus contactos en el mundo de la moda para intentar localizarlo.
- Si es tan impresionante como dices, no será difícil encontrarlo.
Max sonrió, sintiéndose un poco más esperanzado.
- Gracias, Kelly. Sabía que podía contar contigo.
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Desde su lugar, Sergio observaba cómo Max reía con Kelly. Su corazón se sentía como si estuviera siendo aplastado con cada segundo que pasaba. Había venido con la intención de hablar con él, pero ahora no podía hacerlo.
No quería interrumpirlo, no quería ser un problema. Y, lo más importante, no quería enfrentarse a un posible rechazo.
- George, creo que fue un error venir aquí.
George lo miró, preocupado.
- Sergio, no puedes sacar conclusiones solo por verla con él. Tal vez solo son amigos.
- Tal vez. Pero no importa. No le diré nada.
George quiso insistir, pero sabía que Sergio había tomado su decisión.
- De acuerdo. Pero recuerda que no estás solo en esto, ¿sí?
Sergio asintió, agradecido por el apoyo de su amigo.
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La noche continuó, y aunque Sergio y Max estuvieron en el mismo lugar, nunca intercambiaron una palabra. Max estaba demasiado enfocado en sus planes con Kelly, mientras que Sergio hacía todo lo posible por mantener las apariencias.
Cuando la cena terminó, Sergio salió rápidamente, evitando cruzarse con Max. En su interior, se prometió que seguiría adelante por su cuenta, sin importar lo que eso significara.
Pero lo que no sabía era que, aunque Max parecía distraído con Kelly, su mente seguía buscando el rostro que había visto fugazmente en el circuito. Y aunque ninguno de los dos lo sabía, sus caminos estaban destinados a cruzarse de nuevo, más temprano que tarde.
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Bajo las Luces de la Tentación
FanfictionEn una fiesta exclusiva, Checo Pérez, un joven doncel de 18 años con sueños de ser modelo, y Max Verstappen, un prometedor piloto de 20 años, se encuentran y se sienten atraídos de inmediato. Tras unas copas y una conversación ligera, deciden dejars...