𝐒𝐃 ♱ 𝒎anipulada por el hombre en quien confió su alma, se encuentra atrapada entre la culpa, el pecado y la fe.
Cuanto más se revelan los secretos, más peligrosa se vuelve su devoción.
¿Hasta qué punto se puede distorsionar la verdad an...
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❝ Si Dios te puso en mi camino es porque Él quiso que así fuera ❞
— PADRE CHARLIE
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AL DÍA SIGUIENTE, el sol iluminaba las áreas abiertas del convento, mientras las otras hermanas y yo extendíamos sábanas recién lavadas en las cuerdas, el fresco olor a jabón en el aire. Mis manos se movían automáticamente, asegurando cada extremo de la tela con clips de madera, pero mi mente estaba muy lejos, perdida entre los acontecimientos de los últimos días y la inquietud que se estaba extendiendo en mi pecho. Cada vez que escuchaba voces acercándose, me tensaba, esperando que alguien viniera a hablar sobre… eso.
Me había asegurado de evitar cruzar miradas con cualquiera de ellas, especialmente a Sarah. No sabía lo que ella pensaba o sentía después de haberme visto en esa situación con Charlie. Y tal vez fue exactamente por eso que, cada vez que nuestros caminos se cruzaban, la incomodidad se apoderaba de mí.
Me agaché para sacar otra sábana de la canasta cuando sentí que alguien se acercaba por detrás. Una sombra cubría el sol que calentaba mi espalda y, de un vistazo, reconocí la figura de la hermana Sarah. Mi corazón se aceleró y la vergüenza del día anterior regresó como una ola de calor, subiendo desde mi estómago hasta mi cara. Levanté la vista, tratando de fingir que todo estaba bien.
