Capítulo 91

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El cielo era de un azul claro, el suelo estaba cubierto de hojas amarillas, los colores del otoño se extendían hasta el horizonte y la niebla verde en el agua añadía un toque de frescor. 

Antes de que se dieran cuenta, ya era septiembre y Xiaochun había estado con la familia Zhao durante casi dos meses.

Su pierna se había curado casi por completo y le habían quitado la férula. Al ser joven, su cuerpo se recuperó rápidamente. Aunque todavía cojeaba un poco, apenas afectaba su forma de caminar.

En un principio, Lu Yao quería que descansara durante tres meses antes de ayudar, pero el chico se negó, probablemente por temor a que no fuera bien recibido si no hacía nada. Llegó temprano para ayudar en el restaurante.

Desde su llegada, Zhao Beichuan se sentía notablemente más relajado. Las pequeñas tareas de preparación de los ingredientes eran en su mayoría realizadas por Xiaochun, quien demostró tener un talento natural para la cocina. Después de unos pocos días de práctica, podía cortar verduras con rapidez y habilidad.

El único inconveniente era que todavía era demasiado delgado y pequeño, incapaz de levantar la pesada cuchara de hierro que se usaba para freír.

Sin embargo, había crecido bastante en estos dos meses, comía bien y vestía con ropa abrigada en la casa de Zhao. En menos de dos meses, ya había superado a Xiaonian en altura.

Durante este tiempo, el primer lote de vino de Lu Yao estaba casi listo.

Había empezado a elaborarlo a principios de agosto, cuando empezaba el otoño. No se detallará aquí el proceso de elaboración del vino, pero se necesitaron dieciséis shi de sorgo y toda la familia trabajó de la mañana a la noche durante tres días para cocerlo al vapor y cocinarlo. Llenaron ocho grandes cubas y ahora, después de fermentar durante un mes entero, llegó el momento de destilarlo y purificarlo.

El vino de Lu Yao era diferente del vino de arroz de color amarillo claro que se vendía comúnmente en el mercado. Elaborado con gran cantidad de qu, el vino de sorgo tenía un aroma más rico y fragante, que impregnaba el aire incluso desde el otro lado del patio.

Los vecinos habían venido varias veces a preguntar qué estaba preparando la familia Zhao y se preguntaban por qué olía tan bien.

Afortunadamente, hoy era el día libre de Xiaodou y el clima era agradable y soleado. Después de despedir a los últimos clientes, la familia limpió la tienda y se preparó para volver a destilar el vino.

Los toneles de vino estaban escondidos en la trastienda, donde se encontraban ocho grandes toneles redondos apiñados unos contra otros.

Lu Yao levantó la estopilla que cubría uno de los tanques y el rico aroma del vino lo golpeó, casi embriagándolo, incluso antes de que tomara un sorbo.

Revolvió el contenido con una cuchara de madera limpia y salió mucho líquido: era vino crudo.

Lu Yao sacó una cucharada y se la entregó a Zhao Beichuan para que la probara.

Aunque Zhao Beichuan no bebió mucho, ¡pudo decir que esto era mucho mejor que el vino de arroz amarillo que se vendía en las tiendas de vinos!

Los tres niños los observaron con entusiasmo, claramente queriendo probarlo también.

Lu Yao decidió darles un cuenco a cada uno. Esta bebida original tenía un bajo contenido de alcohol, alrededor de seis o siete grados, por lo que no los emborracharía.

La mayoría del vino que se vende en el mercado hoy en día tiene este nivel de alcohol, sin el toque picante de los licores modernos. Lu Yao planeó hacer vino destilado, que tendría un contenido de alcohol de al menos treinta grados después de la destilación.

Marido, entre tus músculos y yo, no hay distanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora