Re-cap22

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En la sala principal de la nave, el zumbido constante de la maquinaria resonaba como un latido que mantenía el pulso de la nave en movimiento. Las luces titilaban suavemente, proyectando sombras que se estiraban y se contraían sobre las paredes metálicas. El ambiente estaba cargado de una tensión palpable, pero también de una quietud, como si todos los pensamientos y palabras estuvieran suspendidos en el aire, esperando el momento adecuado para salir.

Celestine estaba sentada frente a la mesa de metal, absorta en sus pensamientos. Sus dedos jugueteaban distraídamente con un mechón de su cabello rubio mientras su mirada se perdía en la oscuridad de la nave, como si tratara de encontrar respuestas en las sombras. Algo le rondaba en la cabeza, algo que no podía ignorar más tiempo.

Finalmente, sin previo aviso, rompió el silencio. "¿Alguna vez te has preguntado qué hay detrás de la máscara de Kuro?" Su voz estaba llena de una curiosidad que se mezclaba con una preocupación casi palpable.

Adamas, que estaba recostado en su silla con una postura relajada, la miró de reojo con una sonrisa burlona. "¿Estás hablando del líder de nuestro grupo o del hombre que te tiene dando vueltas la cabeza, Celestine?" Su tono era juguetón, pero había algo en su mirada que sugería que ya sabía la respuesta.

Celestine, sorprendida por su observación, desvió la mirada, el color rojo comenzando a asomar en sus mejillas. "No sé de qué hablas", replicó, aunque su voz tembló levemente, traicionando su incomodidad. "Kuro es un hombre complicado, eso es todo. Solo... hay algo en él, algo más allá de lo que muestra. No sé qué es, pero me hace preguntarme si soy yo quien puede ayudarlo a encontrar su camino, a salir de esa oscuridad en la que se ha envuelto."

Adamas, al notar la seriedad que se había instalado en su tono, dejó de sonreír. Su mirada se suavizó, y se inclinó hacia adelante, como si estuviera tomando las palabras de Celestine más en serio de lo que había planeado. "¿Ayudarlo, eh?", dijo, esta vez sin burla, sino con una voz más reflexiva. "Quizás sea algo más, Celestine. La forma en que hablas de él... no es solo su destino lo que te interesa, ¿verdad?"

Celestine se sintió atrapada, sus mejillas ahora completamente sonrojadas mientras intentaba ocultar su incomodidad. "¡Adamas, basta!" exclamó, aunque había algo en su tono que mostraba que sus palabras no eran solo una defensa. "No sé lo que siento... pero quiero ayudarlo. No es más que eso. No sé cómo explicarlo."

Adamas la observó en silencio, sin la sonrisa burlona en su rostro esta vez. Parecía haber entendido algo más profundo en las palabras de Celestine. Después de un largo suspiro, habló con un tono mucho más serio, algo que rara vez mostraba. "No te engañes, Celestine", dijo con suavidad. "Sé lo que significa sentir algo que no puedes explicar. Y sé que lo que sientes por Kuro no es solo una cuestión de ayudarlo. Lo que sientes... es algo real."

Celestine lo miró, sorprendida por la sinceridad en sus palabras. "¿Cómo lo sabes?" preguntó, casi en un susurro, como si temiera que al decirlo en voz alta, el sentimiento se desvaneciera.

Adamas respiró profundamente, su mirada fija en ella, sin la habitual ironía. "Porque sé lo que es perder a las personas que consideras parte de tu familia", dijo, su voz grave y cargada de una emoción rara en él. "Y tú, Celestine, eres parte de esa familia. Kuro también lo es. Y no quiero perder a ninguno de los dos. Más allá de las batallas, las heridas y los sacrificios, sois mis compañeros, y eso significa mucho más que cualquier misión. Si tienes algo que decirle a Kuro... dilo. No te arrepientas de callarlo, porque si no lo haces, el dolor de no haberlo hecho será mucho peor que cualquier batalla."

Las palabras de Adamas resonaron en el corazón de Celestine con una intensidad que no había esperado. Un nudo se formó en su garganta mientras sentía cómo el peso de la verdad se asentaba en su pecho. Por primera vez, comenzó a entender que lo que sentía por Kuro no era solo un simple deseo de ayudarlo, sino algo mucho más profundo. Y en ese momento, decidió que no podía seguir ignorándolo.

"Gracias, Adamas", dijo en voz baja, con una sinceridad que lo sorprendió. "No me había dado cuenta de lo importante que es ser sincera con lo que siento."

Adamas le sonrió suavemente, su actitud burlona regresando, pero esta vez había un toque de calidez en ella. "No tienes que agradecerme", dijo, su tono más tierno que nunca. "Ya lo sabías. Solo necesitabas escuchar a alguien decirlo en voz alta. No estamos aquí solo para luchar juntos, Celestine. Estamos aquí para cuidarnos. Y si alguna vez necesitas hablar con Kuro, hazlo. No te quedes con la duda."

Celestine lo miró con gratitud, pero también con una nueva resolución. "Lo haré. Te lo prometo."

Adamas se levantó de la mesa, estirando los brazos con un suspiro. "Bien. Ahora, volvamos al trabajo. El Caos no va a esperar que estemos ocupados con 'sentimientos'."

Antes de que pudiera salir, la puerta de la sala se abrió de golpe. Kuro, con su presencia imponente, apareció en el umbral. Sus ojos se encontraron con los de Celestine, y, por un instante, el mundo pareció detenerse. Había algo en su mirada, algo que decía más que mil palabras. Algo que Celestine reconoció inmediatamente.

Adamas, con una sonrisa enigmática, asintió hacia Kuro. "Creo que esta conversación es más entre ustedes dos. Buena suerte, Celestine."

Y con una ligera risa, Adamas se retiró, dejándolos a solas. La atmósfera entre Celestine y Kuro se cargó de una tensión palpable, como si ambos estuvieran al borde de algo importante, algo que ya no podían ignorar.

Celestine respiró profundamente, su corazón latiendo con fuerza. Miró a Kuro, y por primera vez, decidió ser honesta con él, y con ella misma. "Kuro... lo que siento por ti... no es solo agradecimiento o admiración. Es mucho más. Y quiero que lo sepas."

Kuro la observó en silencio, su mirada penetrante pero, por primera vez, sin esa capa de misterio. Dio un paso hacia ella, y por un breve momento, el mundo a su alrededor pareció desvanecerse.

En ese instante, todo lo que había entre ellos se volvió claro, y aunque las palabras aún no se habían dicho por completo, el entendimiento mutuo ya estaba sellado.


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⏰ Última actualización: Nov 18 ⏰

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Un ghoul en Warhammer 40000Donde viven las historias. Descúbrelo ahora