MónicaVolteo a ver hacia la ventana y me paro, al parecer no hay nadie afuera pero sigo sintiendo que me vigilan. Saco mi celular y veo mensajes de Matamoros, le aviso donde estoy y decido relajarme.
He pasado tantas cosas que seguro son alucinaciones mías.
—¿Y si vamos a la mía?, bueno, a la de mi madre
—¿Dormir en la casa de la Doña?, estás loca
—¿Qué tiene de malo?
—Esa señora no nos va a querer ahí y no te lo tomes a mal Mónica pero no quiero pasar un mal rato
—Majo tiene razón, además a nosotras no se nos olvida tan rápido como a ti todo lo que nos hizo
—Ya estuvo bueno, eso ya es pasado y no me ayudan en nada que me recuerden todo el tiempo, Altagracia tiene muchas ocupaciones y cosas en la cabeza como para pensar en ustedes así que ya por favor— hablo rápido— además, fue ella quien me dijo que lo hiciera en la casa desde un principio y yo no quise, mandó a organizar una sala de cine para mí y ni siquiera la ocupo, hay empleados que nos pueden cocinar si queremos, vamos a estar cómodas y seguras
—¿Y aquí no?
—Ustedes sí pero yo no— veo sus caras— no me malinterpreten, es que no me siento segura, desde que llegué me miraban muy raro y ahora siento todo el tiempo que me vigilan
—Nadie nos está vigilando, aquí no hay nadie
—Bueno, vamos a la casa esta vez, no podré estar tranquila con esta sensación
—Mónica, yo no creo que tu madre nos aguante, en nuestras pijamadas hasta Azucena nos viene a callar, La Doña no tiene un poco de paciencia así que piénsalo bien
—Ella no está— doy de hombros— y creo que no va a llegar
De repente se apagan todas las luces y se empiezan a oír voces por la vecindad. Prendemos las linternas de nuestros celulares y salimos.
—Es un apagón
—Pero solo ha sido aquí porque mira— señala— al parecer hay energía en la calle
—Con mayor razón, vámonos
—Mónica tiene razón, lo único que podemos hacer sin energía es dormir
—Está bueno, vamos a empacar algo
Cada una se va a sus casas y las espero en el pasillo, le hablo de nuevo a Matamoros ya que el chófer que me trajo le pedí que se fuera.
—Ya casi llego señorita
—Ok, gracias
—Le recuerdo que quien la custodie debe quedarse todo el día con usted así que la próxima vez, no lo despida aunque vaya a dormir, de los turnos yo me encargo
—Está bien— resoplo
Cuelgo al ver a doña Azucena.
—Mónica, que bueno que te veo porque quería hablar contigo mija
—¿Cómo está?
—Bien, dentro de lo que cabe
—Bueno, y para qué soy buena
—Quiero que hablemos de Saúl
Suspiro con incomodidad.
—No puedes permitir que tu madre los separe de nuevo, ella..
—¿Mi madre?— interrumpo— esta vez, ella no hizo nada
—Desde que llegó Saúl no es el mismo, ustedes ahora según se van a divorciar, claro que hizo algo, no te dejes manipular Mónica
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Sentencia Al Corazón
FanficDespués de una dolorosa pérdida, el egoísmo, poder y deseo serán pieza clave en su destino... hasta que el corazón dicte sentencia.