Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]

LA GUERRA POR LA COLONIA 001: EL PRIMER PODRIDO ATAQUE

—¿¡Cómo que nuestra señora Doll se ha ido!?

—Si, persiguiendo una copia de su madre. Oh, era su verdadera madre. No estoy seguro, solo fui un espectador.

—Tsk... ¿Hace cuánto sucedió esto?

—Un par de horas.

—Bueno, ¿mandaron a un escuadrón para buscarla?

—De inmediato, pero ella es simplemente demasiado rápida y no contesta a su comunicador.

—Bueno, yo misma iré por ella en ese caso.

—¡Mi señora V! —otro blood drone se acercó corriendo a donde hablaban los dos capitanes—. Tenemos un problema. Hemos encontrado dos blood drones caídos.

—¿Otra vez se pelearon? En serio, ¿no podemos pasar una hora sin que los blood drones quieran arrancarse el núcleo los unos a los otros? —renegó V, mientras deseaba tener a N o J cerca en ese momento.

—No, esta vez es peor. Estaban... desmantelados.

Sin entender del todo las palabras del blood drone, V, como segunda al mando de la revolución, fue a ver lo que se refiere el soldado. Los blood drone se regeneran al más mínimo daño, por lo que, la idea de desmantelar a uno era simplemente estúpida. Nunca se lo hubiera creído, si no lo hubiera visto.

Un blood drone femenino. Sus piezas se encontraban regadas por el suelo. Ninguna presentaba daños. Su pantalla fue sacada con cuidado, sus tornillos fueron destornillados, etc. Todo con sumo cuidado, hechos por, a lo mínimo, un ingeniero experto.

—Tenemos a un worker drone entre nosotros.

—¿Cómo lo sabe, mi señora?

—Oh un humano, el punto es que ningún blood drone, aparte de Atenea, es capaz de hacer esto. Y créeme, esa idealista preferiría arrancarse el núcleo a lastimar a uno de sus "hermanos". ¿Están aquí todas las piezas?

Otro blood drone cercano da un rápido escaneó. —Todas, mi señora V, menos el núcleo, eso es todo. Debió irse caminando, o simplemente lo aplastaron. No se sorprende que esta maldita raza se maten entre ellos, lo que me sorprende es que fue hecho con esta delicadeza y cuidado.

—Lo que me pregunto es... ¿cómo lograron que se mantuvieran quietos?

—Cloroformo.

—... Mi señora, somos drones.

—Niño, dime, ¿cuántos años tienes?

—Soy hembra... Y soy su asistente desde hace varios meses.

—Oh... ¿Eres esa pequeña worker drone de lentes redondos que me dieron como regalo?

—¡Claro! ¿¡Cómo puede olvidarse mi nombre luego del infierno que me hizo pasar!? ¡Los días en que me hizo limpiar el aceite de su cuerpo, cuando me crucificaba y humillaba en media plaza o cuando literalmente me dejó encadenada en la nieve por una semana, dejando que las cucarachas me masticaran!

—Um... Bueno, la verdad es que, al final, siempre te rescataba antes de que murieras.

—¡Aun así!

—Bueno, calmate, niña. Dime, ¿hace cuando ascendiste a blood drone?

—Casi un mes.

—Muy bien, ¿L? Te llamaré L.

—¿¡Ni siquiera se acuerda mi nombre!?

—Escuchame, L, ¿has notado que los drones en general tienen demasiadas cualidades humanas?

—¿Habla de la figura?

—Más que eso, hablo de los ojos holograma en la pantalla, el sudor virtual, el hecho de que necesitemos comer, dormir y muchas funciones extras que no hacen más que retrasarnos.