𝐒𝐃 ♱ 𝒎anipulada por el hombre en quien confió su alma, se encuentra atrapada entre la culpa, el pecado y la fe.
Cuanto más se revelan los secretos, más peligrosa se vuelve su devoción.
¿Hasta qué punto se puede distorsionar la verdad an...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Y esta no es una historia de amor. . .
- AUTOR.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
YO TODAVÍA ESTABA dentro del auto de Lois, observando el mundo a través de la ventana mientras nos acercábamos al convento. Habían pasado algunas horas desde que me habían dado el alta y ahora todo parecía surrealista, como si estuviera atrapada entre dos mundos - el de la vida normal y el que acababa de experimentar. Lois conducía en silencio, pero sus ojos siempre parecían preocupados cuando se encontraban con los míos en el espejo retrovisor.
- ¿Estás segura de que te sientes bien? - ella preguntó, su voz suave pero llena de preocupación.
- Mejor que nunca, gracias por traerme - agradecí forzando una sonrisa que tal vez no fue tan convincente como imaginaba.
- No hay de que, cuídate, ¿si? - Lois acarició mi rostro de manera reconfortante, pero su mirada parecía decir que sabía que algo no estaba bien todavía.
- Lo haré - mentí, devolviéndole la sonrisa y bajándome del auto.
Mientras caminaba hacia el convento sentí el peso de un dolor de cabeza persistente. No era un dolor agudo, pero sí irritante, como un recordatorio constante de que algo dentro de mí no estaba del todo bien. Cuando entré a mi habitación, la familiaridad me tranquilizó por un momento. Me senté en la cama y la sensación de seguridad duró poco.
