Jacky no paraba de sollozar al borde de la mesa de interrogatorio, cada vez que intentaba hablar del tema sus lágrimas salían como torrentes de sus ojos, su voz se aflojaba hasta llegar un punto donde decir una palabra comprensible le era imposible – Cálmese Bell, ya le he dicho que de esa manera no nos puede aclarar las cosas y por tanto nosotros no podemos ayudarlo – dijo el oficial George Donovan con aires de fastidio.
Llevaban más de diez minutos en aquella faena y aquel “marica llorón” no había hecho más que llorar , lamentarse y contar una historia a medias que perdía todo el sentido tras un mar de lágrimas innecesarias . Donovan no soportaba a los “desviados” y solo por hacerle perder minutos de su valioso tiempo podría meter a Jack Bell en la cárcel para que pasara la noche allí. ¿Por qué tenía que aguantar los lloros de aquel emplumado? , joder, ni su mujer daba tanta lata y hacia tanto drama...a verdad, había un juramento por el medio – juro defender a mi país bla bla bla, velar por el bien y la integridad bla bla bla, chorradas formalistas, pero si quiero mantener el puesto hay que cumplirlas – pensó el oficial mientras Jack se soplaba la nariz con el cuarto clínex que sacaba de su bolsillo. – Ramírez – rompió el silencio Donovan dirigiéndose a su compañero – Traiga un vaso de agua para el joven. Aquel policía salió de la sala de interrogatorios y regresó casi al instante con un pequeño vaso de plástico que tenía a su costado un escudo con la inscripción “Policía federal del Estado de Baldornorth”. Jacky lo tomó en sus manos y asintió con una leve sonrisa a modo de agradecimiento, bebió un sorbo, respiró profundamente y se dispuso a contar todo.
– Yo y Henry llevamos viviendo juntos los últimos dos años, desde que iniciamos la universidad. Éramos, o más bien somos compañeros de cuarto.
(Claro, de cuarto y de cama seguro que también alondra atolondrada)
– pero yo conozco a Henry desde que somos unos niños y vivíamos allá en Midtown. Por tanto puedo decir que prácticamente le conozco de toda la vida. El es un chico tranquilo, reservado cuando quiere, que es la mayoría de las veces, tiene sus momentos de extrañeza pero no deja de ser un chico espectacular…
– ¿Qué significa eso de que tenia momentos de extrañeza Bell? – le interrumpió Donovan.
– A veces parecía…perderse en sus propios pensamientos, su rostro comenzaba a denotar melancolía, su mirada parecía admirar un vacio distante. Verlo me generaba algo extraño y muy agobiante. Lloraba de momento y cuando le preguntabas que le pasaba, decía que no sabía, solo que se sentía mal y agobiado, aquello no era tristeza señor Donovan… era algo que el no sabía explicar y hasta hoy yo tampoco – Tras el comentario de Henry, Donovan arqueo una ceja y cambió su tono de voz a uno más grave – Bell, ¿sabes si acaso el joven Henry se drogaba o algo así? – Jacky abrió aun mas los ojos y expresó en un tono agudo, que para Donovan sonaba afeminado – ¡Cielos no, jamás, Henry nunca haría algo así!
Donovan bufo de fastidio – Eso mismo dicen las madres cuando se les acusa a sus hijos de haber cometido algún crimen, el amor ciega señorito Bell.
Las mejillas de Bell enrojecieron y bajó la mirada, aquel comentario había sido incómodo e innecesario, Donovan sonreía de gusto al ver que había logrado avergonzar al muchacho.
– Ya le digo que yo conocía a Henry, por Dios si algún día hubiera llegado con olor a mota en su aliento o con comportamientos extraños yo hubiera sido el primero en irme a la mierda de aquella casa, así que por favor señor Donovan, no acuse injustamente a Henry – Dijo Henry sin levantar la mirada. George cambió de posición sin pararse de la silla, aquella forma desafiante en que Jack le había hablado le irritó – Opa señorito, que ese no es el tono para dirigirse a una autoridad, ¿sabes que podría hacerte pasar una noche en la cárcel por subordinación? , así que mide tus palabras muchacho. Yo solo apuntaba a una posible teoría de por qué tu amigo tenía “momentos de extrañeza” que además podría explicar también lo extraño de su desaparición su desaparición.
Jacky no veía concordancia una cosa con la otra, ¿Cómo acusar de drogata a Henry explicaría que se hayan ido así nomas? , para el, aquello era solo una excusa barata, el oficial quería despacharlo pronto de ahí, diría cualquier cosa con tal de lograr su cometido, puto gordo cabrón.
– Perdone oficial Donovan, pero yo no puedo siquiera considerar esa versión de los hechos, ese no es Henry… – Jacky hizo una pausa, pensó decir algo pero no estaba seguro de poder hacerlo sin enrojecerse. Finalmente abrió la boca decidió a culminar la frase anterior – al menos no mi Henry .– Efectivamente , las mejillas de Jacky adquirieron un tono rojizo y su mirada volvió a desviarse al suelo , tenía ganas de volver a llorar , pero se limitó a sacudir la cabeza e inhaló para retener la mucosidad que se escurría dentro de sus fosas nasales .
George lo miraba fijamente, ya estaba más que cansado de aquella conversación. Es la conversación más larga que ha tenido con un “desviado” (y espero que también la ultima), quería acabar de una vez por lo que ya no pensaba contradecirle ni tampoco aportar teoría alguna ante aquella desaparición. – Está bien joven Bell, prosiga narrando los acontecimientos de la desaparición de su amigo – había dicho Donovan en tanto sacaba un cigarrillo de la cajita que guardaba en el bolsillo superior de su chaqueta .Eran de la marca Ludewood, no es que fuera conocida por estar entre las mejores, sin embargo eran los favoritos de George. Luego de llevarlo a su boca hurgó en el bolsillo izquierdo de su pantalón y saco un paquete de cerillas, tomó una, la raspó contra la mesa y prendió el cigarrillo. Al instante una columna de humo se levantó y un olor fuerte a nicotina inundo el lugar. Jacky odiaba ese olor, le revolvía el estómago, pero se obligó a sí mismo a ignorar aquel con tal de terminar su declaración (además que claramente no se atrevía a decirle a Donovan que por favor apagara aquella mierda, lo hacía y posiblemente sí que pasaba esa noche durmiendo en alguna celda).
– Bueno, como le iba diciendo, Henry es un chico espectacular. En el primer año universitario fue de los mejores de su clase, o bueno, al menos eso me decía, le encantaba restregarme sus cinco en mi cara al muy bastardo, una vez…
– Jack, céntrese por favor.
– Perdón ... bueno en fin , el primer año todo fue excelente , pero ya en el segundo año algo comenzó a cambiar con Henry , se hizo una persona un poco más distante , lloraba mucho más seguido , reía y disfrutaba de sus días en ocasiones , pero ahora menos que antes , eso sí , hablaba mucho de su madre y de su padre . Ya no me hablaba de sus calificaciones y eso también me extrañaba, tanto que fui ver al jefe del departamento e su carrera el cual me dijo: “Henry, oh, ese muchacho es una joya en bruto, tiene un nivel de análisis espectacular y eso lo demostró durante su primer curso, imagínese sacaba cinco en casi todas sus evaluaciones. Pero no se que le ha pasado durante este segundo año, sus notas han decaído y su presencia en la clase se hizo algo mas, digamos, anecdótica y fantasmal, el está, pero es como si no lo estuviera “. Y aquel profesor lo definió completamente bien , así también era en casa , estaba allí físicamente pero era como si su mente estuviera en otra parte y cuando le preguntaba que ocurría , si podía ayudarlo en algo , el me miraba , sonreía y decía : “No Jacky , todo está bien , solo estoy un poco cansado” , y esa era otra señor Donovan , ahora siempre estaba cansado , su mirada siempre mostraba agotamiento , sinceramente , a veces llegaba a parecer un zombi.– Bell detuvo su relato para beber otro sorbo de agua , bebió hasta terminar lo que quedaba en aquel vasito . Aquella pausa era más que necesaria, sus ojos se habían enrojecido nuevamente y su voz temblaba, sabía que si no se detenía comenzaría a llorar. Cerró los ojos y tomó aire hasta que se notó listo para continuar hablando – Hace unos días , el había comenzado a leer la Biblia , no me extrañé a pesar de saber que el era ateo , conocía el pasado religioso de Henry , tal vez buscaba , digamos , algún tipo de consuelo en aquel libro , muchas personas lo hacen en momentos en los que no se sienten bien , pero hubo un momento en el cual su rostro palideció , estaba sudando a mares y su mirada … desprendían un miedo tangible , era como si hubiera visto una aparición . Le llamaba pero no respondía, miraba fijamente al frente, hasta que de un momento al otro lanzó el libro contra la pared que quedaba en frente se levantó del sillón y se encerró en el baño. Estuvo ahí horas, sinceramente me comencé a preocupar, pensé, bueno, ya puede imaginar, eso que hace la gente cansada de la vida en el baño. Pero no, al poco tiempo salió del baño y vio que yo estaba recostado a la pared que quedaba al lado de la puerta me echó la vista encima y me dijo: “¿Por qué estás ahí tirado, pensé que ya estarías durmiendo?”. ¡Ay! yo lo quería matar, el muy cabrón, me había preocupado en gran manera y ahora preguntaba lo más normal posible que por qué no me había ido a dormir.
– ¿Entraste al baño a checar si todo estaba en orden cuando el se fue? – Dijo Donovan mientras sacaba su segundo cigarrillo de la noche. Era un viejo asqueroso para Jacky, había echado la colilla del cigarrillo en el piso y luego lo que quedaba de el, no imaginaba si así era en su trabajo como debía ser en su casa, porque el comportamiento social es un espejo de tu comportamiento en el hogar, enmascarado con algunas etiquetas claro, pero aun así se lograba ver una sombra de la realidad. Jacky imaginó a su esposa con un sartén en la mano persiguiéndolo por toda la casa – Oh George ,cuantas veces te he dicho que la colilla va al cenicero y no al piso , eres un jodido puerco , no sé cómo pude casarme contigo – decía aquella voz femenina en su cabeza . Era una imagen graciosa, pero no se podía permitir risas en aquel momento, por lo que se limitó a contestar.
– Pues en aquel momento no, estaba más concentrado en Henry que en lo que el hubiera podido hacer en el baño. En aquel momento solo podía dar gracias que no se hubiera…hecho daño. Sin embargo al otro día, cuando me tocó mi tiempo de utilizar el lavabo, pude notar que una de las cuchillas de afeitar estaba sobre la porcelana, lo cual era extraño, porque nosotros siempre guardábamos las cuchillas de afeitar por usar en el botiquín que esta sobre el lavabo y porque además, Henry se había afeitado hacía tres días atrás y el se afeitaba una vez por semana.
– Y esa noche supongo que no revisaste si la había usado para afeitarse los huevos – pensó Donovan pero no dijo nada, y como anteriormente hizo Jacky, tampoco se permitió las risas. El sabía que a veces podía que ser un gordo cabrón, pero no era momento para eso.
– En aquel momento la piel se me puso como de gallina y solo pude pensar algo...malo, pero rápidamente esquivé aquellos pensamiento me dije “no Jacky, no pienses en eso, mira que el está bien, no tiene ni un corte, seguro solo fue una equivocación, una extraña, pero al fin de cuentas, una equivocación”. Tomé en mis manos la cuchilla y la devolví a su lugar. Aquel día todo fue como la seda, veía a Henry como hace tiempo no lo había visto, riendo, bromeando y hasta salimos a tomar un café en el “Olas Express “. En la noche sin embargo lo notaba pensativo, no mal, pero si pensativo, fue ahí cuando tuvimos un dialogo extraño. El fregaba los platos, cuando de repente…
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Decadencia
HorrorQuerido lector . Esta es una historia que pretende profundizar en un tema tan complicado como lo es la psicología humana. A través de la ficción y lo irreal , el autor pretende dar un golpe de realidad en temas muy marcados de estos tiempos como lo...