1. Tory Nichols se va del Dojo.

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El Karate siempre ha estado en mí vida, desde bastante pequeña. Mí padre siempre me ha obligado a practicar ésta disciplina, y aunque hay días en los que quiero arrancarme el cinturón y lanzarlo a la basura, hay otros dónde no me veo sin ella. No me veo sin entrenar. Toda mí ira, todo mí sufrimiento, todo mí... amor, es descargado con el karate.

Así que, aunque mí padre fue un idiota, y odié el karate toda mí vida. El Sensei Lawrence me ha ayudado bastante a encontrar un equilibrio en mí vida, un amor sano al deporte. Por ello, cuando el rubio dice con orgullo ¡Brown! Al momento de nombrar a los seis que irán al Sekai Taikai, no puedo llenarme más de felicidad.

—¡Felicidades! —Samantha Larusso es la primera en correr en mi dirección a celebrar mí triunfo, ambas saltamos como dos niñas pequeñas, pronto Devon se nos une. La única que no está alegre es Tory Nichols. No le agrado mucho a esa chica.

Tiene mucho que ver con qué el chico que me gustaba ahora es su novio, y la ama demasiado para mí pesar. Pero nunca me amó ni me correspondió a mí. Me rechazó. Lo que está bien, nadie está obligado a amar a nadie.

Robby es una de las razones por la cual no quise entrar a ésta combinación de dojos que formaron Daniel Larusso y Johnny Lawrence. Pero aquí estoy, gracias a que Sam y Anthony me convencieron, son mis primos después de todo.

De igual forma, no sé por qué Tory me odia, ni siquiera le hice nada a Robby.

—¡¿Ya estás alegre no?! —Tory le grita a Robby y éste la mira confundido. Todos nos quedamos en silencio. —¡¿Yo estoy fuera y ella, la sobrina de los Larusso, va al torneo?!

—Tory, yo... —intento calmar el asunto y Tory me dedica una mirada de odio puro. No sé qué le pasa, pero se que su odio en realidad no tiene que ver conmigo, puedo verlo en sus ojos.

—¡Cállate!

—Tory, cálmate... —intenta decir Amanda. —Sé que es muy duro lo que te pasó pero...

—¡¿Pero?! ¡Pero nada! Mí madre murió, necesito pelear.

—Tory... —dice Robby, asombrado—Yo... lo siento.

—Así no puedes pelear —dice Daniel— No con ese odio, necesitas tomarte un tiempo y...

—¡No, yo quiero pelear! —Tory está llena de rabia— ¡Pero tu solo le tienes preferencia a tu hija perfecta y a tu dulce sobrina!

Samantha y yo nos miramos, incómodas.

—Tory, por favor... —dice Amanda, tratando de calmarla.

—¿No quieren que pelee? ¡Bien, pues yo me largo! —la rubia, llena de lágrimas se marcha y no puedo evitar sentir lástima por ella, perder a tu madre no es nada fácil.

Pasa por mí lado y me empuja con su hombro, casi que gruñéndo, luego se va del Dojo.

No estoy de acuerdo con la decisión de los Sensei, aunque fue más decisión de Daniel que de Johnny. Aunque estoy feliz de estar en el torneo, no fue la mejor forma, no echando a Tory que es una de las mejores.

Esto podría terminal muy mal.

. . .

Las cosas no están bien en Miyagi Do, aun así nos esforzamos por mantener el ánimo a flote.
Ya tengo todas mis maletas preparadas para viajar a Barcelona. Aunque me emociona, me sabe algo mal ir en vez de Tory. Pero bueno.

Ahora estamos en el dojo, entrenando las últimas horas. Me concentro en realizar katas que relajen mí mente e inhalo y exhalo. No soy tan fan del estilo de mi tío, pero he de admitir que es un diez en relajación. Siempre me ayuda con los nervios.

Con Johnny también, romper ladrillos siempre es un buen método terapéutico.

Me mantengo en paz y en calma, abro un momento los ojos y observo a Robby entrenando con Miguel. El oji-claro me mira mal y yo frunzo el ceño confundida. Maldita sea, no puede ser que éste tipo luego de rechazarme, ahora me odia por que su novia se marchó.

Intento ignorarlo pero al mirarme sus golpes a Miguel se hacen más fuertes y eso me hace sentir mal. Dejo de practicar y me adentro a la casa de Miyagi, para estar sola un rato.

Bien Marina, encontrarás chicos idiotas todo el tiempo. Ignóralos y sigues con tu vida. Me digo a mi misma para animarme, vuelvo a intentar hacer los katas, en silencio.

—Felicidades por tu puesto en el Sekai Taikai.

Abro los ojos y mí corazón retumba con nervios puros al oír la voz de Robby. Volteo a verlo y el está ahí, mirándome fijamente. Sus ojos celestes demuestran todo menos felicidad.

—No pareces muy sincero, pero gracias... —me limito a decir.

—No quería ser sincero —sonrió con cinismo— Tú sabes que no merecías ese puesto.

Sus palabras me destruyen en el alma, pero intento ser fuerte y calmarme.

—Lamento qué...

—No, no te disculpes —eleva su mano, callándome— No quiero tus disculpas, no hará que Tory regrese.

—No es mí culpa...

—¿Por qué estás aquí? —frunce el ceño— Entrenabamos juntos en Miyagi Do, con Sam, y te uniste a Cobra Kai luego de que te rechacé. Hiciste bien, pero ahora... ¿por qué volviste, Marina?

—No vine aquí por ti —digo seria.

—Parece que sigues con tu obsesión por mí y déjame decirte que aunque Tory se haya ido, no pasará nada entre nosotros.

Trato de aguantar mis lagrimas y lo miro en silencio, decepcionada. ¿Por qué tengo la culpa por querer a alguien que no me quiere? Yo ya no le hice nada más.

Me acerco a Robby y el retrocede, repelendo mí presencia.

—No sabes lo que dices, Robby, solo estás cegado por tu ira —le digo en calma— Y no, no estoy obsesionada contigo, por eso volví, de otro modo no te habría podido ni ver. La vida es como una baraja de póquer, da vueltas y vueltas. Un día estás abajo, con el corazón roto. Otro día estás arriba, siendo muy muy feliz y conociendo gente nueva y preciosa. No eres el único hombre en el mundo, Robby. Y mí mundo no gira a tu alrededor.

El se queda en silencio, mirándome, parece haber una pequeña chispa de arrepentimiento en sus ojos por su crueldad. Sin embargo, sólo le sonrío y palmeo su hombro antes de marcharme.

Aun no estoy arriba, conociendo gente nueva y preciosa. Pero ya no estoy abajo, destrozada. Eso es todo lo que importa.

Un gran torneo nos espera, uno donde nos espera una gran lección que podría cambiar nuestras vidas. Lo malo, solo queda en el pasado.

Eso incluye a mí padre, eso incluye a Cobra Kai. Y eso incluye a Robby y su cruel rechazo.

. . .

Bienvenidos al primer episodio de mí primer fan fic de Cobra Kai, espero que les guste. Ya pronto nuestra dulce Marina conocerá al grandote de Axel. Y déjenme decirles que Robby se arrepentirá de cada una de sus palabras muajajaj.

Nos vemos en otro cap, no se olviden de dejar su apoyo; voto, comentario. Muakatela.

El Corazón De Una Bestia | Axel Kovacevic (Cobra Kai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora