Los días habían pasado y el ambiente en la fortaleza permanecía tranquilo pero el corazón de un alfa se encontraba entristecido
–¿Está bien?– la suave voz interrumpió sus pensamientos
Un suspiro de frustración salió de los labios del alfa dominante
–No está en cinta– respondió cabizbajo
Los pasos se oyeron cada vez más cerca y en instantes una mano estaba sobre su hombro tratando de reconfortarlo
–No lo entiendo, Misarya...– se pasó las manos por el cabello –¿Qué podemos estar haciendo mal?– preguntó casi en un susurro
–No debería estresarse tanto por algo tan insignificante, alteza– respondió con una leve sonrisa la beta
–Insignificante– repitió en un susurro
–La princesa ya posee cachorros ¿Por qué necesitarían más?– trató de animarle
Misarya era una beta que participaba como consejera de la princesa Rhaenyra, era leal a ella pero mantenía una estrecha relación con el príncipe Daemon.
La mujer se había convertido en una especie de confidente para el alfa y había comprendido su deseo de engendrar un heredero. Sin embargo, también apelaba a la razón de que los cinco hijos de su esposa eran tan suyos como de la propia madre pero eso no era suficiente para él. Apreciaba a aquellos cachorros pero no eran suyos, no tenían su aroma y no le generaban nada–Porque deseo uno mío, Misarya– respondió –Rhaenyra tiene cinco hijos, lo entiendo... pero ninguno es mío. Jacaerys, Lucerys y Joffrey son hijos de Harwin que aunque ya no se encuentre entre nosotros su recuerdo vive a través de sus cachorros. Rhaena y Baela ambas hijas de Laena y son la viva imagen de su madre ¿Cómo se supone que compito contra ellos?¿Qué se espera que sienta?¿Son acaso ingratos mis deseos?– habló con seriedad
Misarya permanecía en silencio observando el semblante entristecido del príncipe
–No se rinda, alteza, es probable que los dioses solo estén probando su paciencia– dijo suavemente –Tal vez debería hablar con el Maestre Gerardys, él podría tener una solución para su problema– sugirió
"Su problema" dos palabras que calaron en la mente y angustiaron el corazón del príncipe. Los recuerdos golpearon nuevamente en su cabeza
El Maestre Gerardys estaba delante de ambos alfas, Daemon sostenía la mano de Rhaenyra entre las suyas
–Altezas, puede ser un problema de ambos– comenzó el hombre –La princesa ya ha dado a luz tres hijos, sin contar que engendró a dos con Laena– expuso
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𝑳𝒂 𝒔𝒐𝒎𝒃𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒍 𝒅𝒓𝒂𝒈𝒐𝒏
Фанфик𝙴𝚗 𝚞𝚗 𝚖𝚞𝚗𝚍𝚘 𝚍𝚎 𝚏𝚞𝚎𝚐𝚘 𝚢 𝚑𝚒𝚎𝚕𝚘, 𝚜𝚞 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚊𝚛𝚍𝚒𝚊 𝚌𝚘𝚖𝚘 𝚞𝚗𝚊 𝚕𝚕𝚊𝚖𝚊 𝚎𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊, 𝚞𝚗𝚒𝚎𝚗𝚍𝚘 𝚜𝚞𝚜 𝚊𝚕𝚖𝚊𝚜 𝚎𝚗 𝚞𝚗 𝚊𝚋𝚛𝚊𝚣𝚘 𝚒𝚗𝚚𝚞𝚎𝚋𝚛𝚊𝚗𝚝𝚊𝚋𝚕𝚎, 𝚍𝚘𝚗𝚍𝚎 𝚞𝚗 𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊 𝚎𝚗𝚌𝚘𝚗𝚝𝚛𝚊𝚋...