ISEKAI KOSMOS: GUERRA POR LA EXISTENCIA

Capitulo 2: Aprendiendo a Luchar con Magia

KOSMOS

GUERRA POR LA EXISTENCIA

Capítulo 2: Aprendiendo a Luchar con Magia.

–¡Mira mi amor, ya estoy lista!. –Exclamó Valentina con una despampanante sonrisa, su hermosa la hacía brillar y eso ocasionaba que solo parezca ser aun más bella de lo que de por si ya era. –¿Qué te parece? Sé que me queda muy bien, pero quiero que tú me lo digas.

Christopher sonrió maravillado pues no siempre tenía la oportunidad de ver s u madre vestir este tipo de vestimentas. –¡Mamá, te queda estupendo! Me gusta mucho –dijo con sus ojos brillando–. ¿No tienes algunos para mi?.

Valentina vestía las clásicas vestimentas de exploradores Elfos femeninos, con varias correas y botas de batalla.

–¡Eres un amor!. –Y Valentina abrazó a su hijo con todas sus fuerzas, –¿cómo negarme a las peticiones de mi encantador hijo si siempre me dice lo hermosa que soy?. Te amo tanto mi amor, prometo comprarte todos los trajes de explorador Elfo que quieras ¿te parece bien?.

Y Christopher asintió casi con desespero.

...

Finalmente, madre e hijo salieron al patio delantero de su hogar con el objetivo de llegar al lugar en dónde se dedicarían a entrenar.

En un lateral del patio, se encontraba ubicado uno de los tesoros de Valentina. Un hermoso jardín de unos tres metros de longitud que contenía una diversidad de bellas flores y un buen cuidado césped.

La casa no era una mansión, pero aun así seguía siendo la vivienda más grande del pueblo y una de las pocas que tenía dos pisos y una terraza.

Ambos cruzaron el camino empedrado frente a la casa dirigiéndose a la plaza central del pueblo.

La plaza central es el lugar de recreación de todos en el pueblo Gignit, en ese lugar se realizaban almuerzos al aire libre, juegos en el caso de los niños. Incluso se llegan a realizar pequeños festivales que incluían competencias de canto y baile.

En la plaza se observa una gran cantidad de árboles de diferentes colores lo cual hermoseaba la visual. Allí se alcanza a ver algunos árboles cuyas hojas de colores verdes, otras rojas, amarillas.

Ubicado en lo que sería el medio de toda la plaza y al mismo tiempo del pueblo, un tremendo árbol se eleva por encima de todos los demás, mucho más grande y con el tronco más grueso. La altura alcanza unos cuarenta metros y unos ocho de diámetro.

Desde la distancia la vista del gran árbol brindaba una sensación mágica y especial.

Cruzando en medio de la plaza, por detrás del gigantesco árbol se aprecia un cristalino arroyito el cual solo engrandecía la belleza del lugar. En el cristalino arroyito era fácil observar a una gran variedad de peces de todos los colores surcar las aguas. De hecho, muchos niños se divertían atrapándolos, aunque los volvían a liberar.

Ubicados en los alrededores de la plaza, estaban clavados al menos diez letreros dando la bienvenida al Pueblo Gignit y un montón de hojas de diversos colores esparcidos por todo el pueblo le daba un toque mágico, más aún debido a lo limpio que era.

Las casas hechas tanto de madera y rocas, dignas de un verdadero mundo de fantasía, sacados de los mismísimos cuentos de hadas.

Durante el camino al lugar indicado para entrenar magia, Christopher y Valentina se habían cruzado con muchos de los habitantes del pueblo quienes los saludaron con felicidad y con una sonrisa enorme dibujadas en sus rostros.

–Muy buenos días Lady Valentina, también a usted pequeño Lord Christopher.

La primera que los saludo fue una mujer mayor, quién les dedicó una breve reverencia. Ella sostenía una canasta, conteniendo lo que parecía ser algunas frutas y sándwiches.