CAPITULO 18

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Narrador omnisciente

En la ventana de su habitación Alexandra hablaba con ella misma mientras observaba el atardecer, se pregunta que hacía mal para obtener el rechazo y desprecio por parte de Barrett.

Porque se enamoro de un ser que solo sabe tratar mal a las demás personas, incluso a él mismo, alguien que no se ama no puede ser capaz de brindar afecto o amor hacia alguien más.

Recordaba el día que llego sin imaginar todo lo que le esperaría: maltratos, contratos inesperados y un amor toxico, un amor que solo ella sentía pero que anhelaba con todo su ser, ser correspondida.

Echa ovillo, abrazada a sus piernas miraba como la noche tomaba la tarde y la ceñía con una oscuridad tétrica, pero que la luna y sus estrellas eran capaz de opacar con su luz, escucha la canción de Alec benjamin para hacer mas fuerte su drama.  Desde su ventana podía apreciar mejor el jardín y con el también a sus dos canes favoritos que vigilaban y jugueteaban por el lugar.

Vuelve a su hermana cuando escucha sus quejidos provocados por alguna pesadilla y que poco después cesan. Mas tranquila atrae su atención hacia el jardín de nuevo, pero esta vez hay algo nuevo que llama rápidamente su atención y es la figura sin camisa de Barrett Black.

Su amor platónico.

Su amor prohibido.

La ausencia de su camisa muestra su tonificado cuerpo, maldice en voz baja a la oscuridad por no permitirle apreciar del todo bien esos abdominales o esa espalda bien trabajada.

Barrett acaricia a sus perros, estos tranquilos reciben sus mimos e incluso hacen amagos de querer jugar con él. Quién lo diría, un brabucón con las personas, pero con los animales era totalmente diferente. Quizás eso hablaba bien de él o simplemente Alexandra quería encontrar algo bueno en él para así tener una respuesta a su amor por Barrett.

Cautelosa trata de no ser descubierta o si no parecería una total loca obsesionada que asecha desde la oscuridad, quizás no fue su noche, pues Barrett se siente observado y dirige su mirada hacia la ventana a la cual esta asomada la peli negra quien rápidamente se hace a un lado escondiéndose y cerrando la cortina.

Muerta de la vergüenza se oculta mientras que Barrett le parece cómico su acción y es extraño, para él es extraño sentirse así.

Alexandra ha traído a su vida algo nuevo, algo que sale de la rutina. El se lo niega constantemente, pero extraña esas charlas con la peli negra en su despacho, tardes en las que se la pasaban hablando por horas de cosas totalmente banales y fuera de lo que a él le interesara, pero ella lo lograba hacia que fueran interesantes.

Su vida también cambio radicalmente. Meses buscando una mujer que fuese lo suficientemente buena y que cumpliera con sus altas expectativa:

Una mujer joven, pero no tanto.

Que cuente con buena salud.

Que sea responsable.

Que no haya tenido hijos.

Que sea sumisa y obediente.

Que no tenga ningún retoque estético.

Y a eso se le suma un sinfín de más pedidos hechos por él mismo. Ninguna cumplía con sus expectativas, si no era interesada era una cualquiera.

Pero llego Alexandra, cumplía con todo en la lista y sin mas fue y se acerco a ella. Vio una gran oportunidad cuando la encontró con sus canes jugueteando, pidió disculpas con la intención de que no lo viera como un ser vil como ya seguramente todos lo habían tachado.

POR CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora