lágrimas de un ángel

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✎ :Félix

Toqué la puerta con desesperación, ¿Cómo pudo hacerme esto? Estaba cansado de correr tanto, pero necesitaba desahogarme, ya era suficiente de callarme tanto dolor, y ahora había llegado al extremo. No lo soportaba más. Volví a tocar la puerta, estaba consiente de que estaba utilizando demasiada fuerza, pero estaba tan dolido.

—Con un demonio ¿Quién…?- era obvio que estuviera molesto, era muy temprano para que alguien llegara a tocar la puerta tan escandalosamente— ¿Félix? ¿Qué sucede?

No podía hablar, entre los sollozos y la carrera de casi cinco kilómetros, la voz no me salía, no podía hablar, solo me abracé a él. Quería sentirme protegido y mi hermano estaba en uno de sus tantos viajes de negocios, como lo necesitaba en estos momentos.

—¡Me estas asustando, Felix!— me abrazó muy fuerte y comenzamos a caminar hasta caer en el sofá, no lo solté en ningún momento, empapé su pecho con mis lagrimas y solo sentía como acariciaba mis cabellos cortos.

No supe cuanto tiempo permanecimos así, pero el respeto mi silencio todo el tiempo, esperando a que me tranquilizara, es tan buen amigo. Pero se que ya ha pasado mucho tiempo y Minho debe estar por llegar, no quiero que me encuentre aquí así que me separó de el y lo miro con una sonrisa, la mejor que puedo ofrecerle, pero por su expresión se que no hice un buen trabajo.

— ¿Que paso? —acaricia mi rostro y yo rompo en llanto nuevamente, aunque no es tan desesperado.

—Me es infiel, Jisung— le digo a duras penas, el nudo en la garganta me duele mucho, y la voz me sale temblorosa

—¿Cómo lo sabes?-—me mira dolido ¿Ya lo sabía?

—Lo vi, salía de su oficina con su socio y…— no puede ser, es un mezquino de lo peor, pero nunca pensé que…— se besaron, Jisung, subieron a su auto y se fueron juntos.

No dijo nada, se abrazó a mí nuevamente y me permitió llorar otra vez sobre su hombro. Todo era felicidad en un principio, ¿Por qué ahora me hacia esto? Yo lo amo mas que a nadie, me enfrenté a mi hermano por él, dejamos de hablarnos por años, casi pierdo a mis amigos por su culpa, deje mi trabajo porque el lo quiso, ¿Por qué?

—No puedo decirte que me sorprende-me dice cuando solo estoy sollozando.

—¿Tu lo sabias?

—Minho, el sospechaba que algo pasaba— me separe de el y lo vi a los ojos ¿Y lo dice tan calmado?

—¿Por qué no me dijeron sus sospechas?— casi lo abofeteo, pero el detuvo mi mano débil antes de que lo hiciera, que bueno que lo hizo, no quería lastimarlo en realidad

—No lo hicimos por ti, solo eran sospechas, además ¿Nos hubieras creído? Nuestra relación ya estaba demasiado mal como para tratar de separarte de la persona que amabas— baje el rostro avergonzado. Tenia razón, jamás les hubiera creído tal cosa, yo estaba cegado por el amor que le tenia, que aun le tengo, pero ya no estoy ciego— no queríamos perder tu amistad por rumores de oficina.

Que tonto era, que idiota, el me veía la cara desde no se cuanto tiempo y sus compañeros estaban enterados, debí verme como el imbécil mas grande de la tierra. Que inocente era, si hace mucho que él era diferente ¿Por qué no sospeche nada?

—¿Por qué Jisung? Yo lo amo, se lo di todo— de verdad no lo entiendo.

—Es un cretino, eso pasa. Ahora que lo sabes debes dejarlo, Félix, pídele el divorcio— me mira muy serio, si eso fuera tan fácil, si el pudiera entenderlo. —Minho te ayudará, de eso no lo dudes.

—Se que quieren ayudarme, pero…

—Pero nada, Felix- me asustó un poco su interrupción, pero el tiene que entender— ahora que tenemos pruebas será mas fácil quitarle todo lo que posee…

—No

—Te llevaras su empresa, con tus estudios será fácil que te quedes al frente como nuevo socio…

—Jisung

—Ahora, si lo que quieres no es dejarlo en la calle, lo que debo suponer que es correcto por tu buen corazón, solo le pedirán una parte de su fortuna, lo suficiente para que puedas estar bien hasta que…

—¡Estoy esperando un hijo suyo!— se quedó callado al instante y me miraba muy extraño, no me gusta, ¿Creerá que soy una ramera?

Se quedó callando mucho tiempo, ya no puedo mas, ¿Qué pasa por su cabeza? Siento que lloraré en cualquier instante, no pienses mal de mi Jisung, no es lo que piensas.

—Aun… ¿aun te hace el amor?- no se por que pregunta eso, pero es mi mejor amigo, debo contestarle con la verdad, después de todo para eso vine aquí, para confesarme, pero no quiero darle lastima, ni que piense que soy una prostituta. No quiero perderlo— ¿Felix?

—N-no— me parece que apenas yo pude oírme, pero se que leyó mis labios, su semblante cambió, se que está molesto, sus ojos me lo dicen, dime lo que sea Jisung, pero no me mires así.

—¿Félix?— se lo que quieres saber, pero no quiero decírtelo— Dímelo, Felix

—El…— debo hacerlo, debo armarme de valor y decírselo— El… me…- no puedo. Siento como me toma de las manos para darme parte de su valor, me sonríe tiernamente, pero no puedo hacerlo, es muy vergonzoso.

—¿Te ha forzado a hacerlo? ¿Te violó?— es increíble como esas simples palabras me hacen recordar todo lo que pasó esa vez, todas las veces que me había poseído de manera brutal, lo terriblemente mal que me sentía por ello. Me le hubiera entregado sin oponer resistencia, pero el siempre me lastimaba, me daba miedo cada vez que intentaba algo y al final terminé negándome a todo, hasta que lo único que hacia era poseer mi cuerpo cuando y donde quería, ya no me lo pedía, no me lo preguntaba… solo lo hacia, en la recamara, en el baño, en el comedor… donde fuera.

No le respondo nada, solo me abrazó a el asintiendo. Eso es todo, estalla y se levanta del sofá para caminar a la puerta, me quedo congelado un instante pero al reaccionar lo sigo inmediatamente, no se que es lo que piensa hacer.

—¿Jisung?

—¡Lo voy a matar!— me dice gritando y subiendo a su coche— ¡pagará lo que te hizo!

—No, Jisung ¡Cálmate por favor!— me pongo frente al vehículo para impedir su avance— ¡Volvamos adentro!- el vientre y la cabeza comenzaron a dolerme, estoy hiperventilando. Todo me da vueltas. Siento tanto frio.

Espero que haya escuchado mi súplica, ya no puedo mas, las fuerza me abandonan y me desplomo, todo se vuelve negro, espero que Jisung no haga nada de lo que se pueda arrepentir… yo ya no puedo impedirlo.