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Mónaco, 07 de Septiembre del 2024.
AUTUMN
Me detuve frente de galería, había pasado casi dos meses desde que no venía y de alguna manera me sentía nerviosa. Hoy había venido con Frey, Alex y Belle solamente porqué Grace había salido con Oscar conociendo algunos rookies quienes se habían propuesto en llevarla a conocer más de la las carreras. La había dejado irse con ellas permitiendo que salga de su comodidad a mi lado, me gustaba verla salir de su pequeño mundo conociendo más de lo que había crecido, como me hubiera gustado hacerlo a mí.
Con mis amigos entramos al lugar llamando un poco la atención, saludé a las personas con timidez. Los chicos se estaban quedando a dormir en mi casa, Charles se había propuesto a hacerlo en la suya pero creo que era justo que yo lea diera toda la experiencia a ellos ya que los invité yo misma. Estaba aprendiendo a poner ciertos límites con él, no tanto porqué no confíe, pero lo hacía porqué no pensaba dejar todo por estar pegada a su lado. Quería estar en mí casa, podría ir días a la suya claro está pero habrán días que quiera estar sola ahí. Hoy era el ejemplo que deseaba pasar tiempo con mis amigos mientras que él tenía un evento, el que estemos separados no significa que estemos mal. Sólo las relaciones necesitan sus espacios, y eso también estaba bien.
—¿Todo ésto es tuyo? —la pelinegra se dio la vuelta luciendo asombrada.— Mierda Autumn, esto es una locura.
—Ahora veo porqué tienes fans, esto es increíble Laurent. —se acercó a mí la castaña.— Estoy alucinada, es increíble el trabajo que has puesto en esto.
—Ahí vamos mejorando, por ahora me gusta como está quedando. —miré alrededor.— Ahí esta la pintura de Phénix, es el inicio de la leyenda y luego está la muerte del fénix. —señalé al cuadro que estaba a un lado colgado.
—Es mucho más hermoso en persona. —Belle se encaminó a él siendo seguida de Frey, reí un poco dejándolas por su lado, volteé al canadiense que estaba callado.
—Alex. —reaccionó intentando forzar una sonrisa.— ¿Podríamos hablar unos momentos? En mi oficina, es algo serio que deseo hablarlo en privado.
—Claro, vamos.
Nos encaminamos hacia la oficina, avisé a Harris que estaría en ella para que avisara a mis amigas. Mordí un poco mi labio inferior dudando de lo que iba a hacer pero necesitaba hablarlo con él, así que al entrar a la oficina me senté en mi silla dejando que él se siente frente de mí. Miré mis manos unos segundos algo nerviosa, todavía no podía procesar muy bien lo que había pasado con Stella así que el volver a abrir la herida a ambos sería algo doloroso pero había algo más grande que esto y yo había sido afectada.
—¿Está todo bien?
—La verdad es que no sé como decirte esto. —levanté un poco la vista.— Primero quiero que entiendas que la razón que estoy diciéndote esto no es para lastimarte, pero, tienes que saberlo. —inclinó la cabeza confundido.— Bueno, lo que sucede es que hace unas semanas sucedió algo grave en Nueva York. —frunció el ceño.— Todavía no habías llegado con Stella, pero ella sabía que estaba con Max y Oscar en un bar. —miré mis manos soltando un suspiro decepcionado.— Ése día alguien me drogó, no se exactamente como fue pero no estaba tomando alcohol, más bien era agua. —su semblante se volvió adolorido.— Ése día en desesperación llamé a Charles porqué era el chat que tenía abierto, él hizo que Max y Oscar me encontrarán pero estaba aterrada Alex. —sonreí un poco.— Esto únicamente lo sabe Max y Oscar, Grace sólo sabe medianamente lo que pasó porqué me cuidó.