Capítulo 8-La Declaración Cósmica de Erny

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En la base militar, el ambiente estaba cargado. No solo por la tensión de una inminente guerra interplanetaria, sino también por la cantidad de humo que flotaba en el aire, cortesía de los chavizos. Entre risas y caladas, los chavizos comenzaban a familiarizarse con las extrañas armas que los científicos habían diseñado para canalizar sus pedos.

Un científico, que se acercó a ellos visiblemente fastidiado por el humo, comenzó a explicar el funcionamiento de las armas con tono serio:

—Pero por favor, ¡dejen de fumar! Estamos en una base militar, esto es serio.

Matrak, en respuesta, soltó una nube de humo que dejó tosiendo al científico mientras el resto de los chavizos se partía de risa.

—Tranqui, hermano —le dijo, con una sonrisa burlona—. Nos tomamos esto en serio... a nuestra manera.

Elian, mientras inspeccionaba el tubo, tenía una cara de absoluta confusión.

—¿Entonces... tengo que enchufármelo acá atrás, doc? —preguntó, señalando su trasero y mirando al científico con ojos desorbitados.

—Efectivamente, sí... —respondió el científico, cada vez más frustrado—. Este tubo debe ir directamente... ahí, para captar el... impulso de cada uno de vosotros. Es necesario para optimizar la fuerza del pedo.

En medio de la confusión, Erny soltó un pedo monumental que resonó en la sala, atrayendo todas las miradas hacia él. Con una sonrisa traviesa, se animó a soltar su brillante idea:

—¡Ya sé, chicos! —exclamó, con un tono dramático y ganándose la atención del grupo—. Escuchadme... ¿Y si, en vez de lanzarnos a una guerra masiva donde llegue toda su flota, desafiamos a los aliens a un torneo uno contra uno? Un combate entre líderes. Nosotros, los chavizos, representaremos a la Tierra.

El científico al mando de la operación y los demás militares vieron en esto una gran oportunidad, ya que los únicos que conocen con pedos tan potentes son los chavizos, por ende saben que estarían en desventaja en una batalla contra toda la flota alienígena, así que dieron el visto bueno al plan de Erny, esta era la mejor oportunidad para defenderse de la invasión.

Sorgon, con su estilo directo, miró a Erny, entre divertido y sarcástico.

—¿Que nos tiremos a repartir hostias uno a uno? Los cojones, pero... suena tentador, no lo voy a negar.

Luigi, que hasta el momento estaba ocupado con su pistola de pedos, frunció el ceño y miró a Erny.

—O sea que... ¿quieres que luchemos uno a uno contra esos aliens? ¿Estás loco? —dijo, mientras un pedo resonaba en el silencio—. No sé si me siento tan seguro de esto...

Pero Erny lo interrumpió, emocionado:

—Exacto, Luigi. Será la única manera de que tengan una oportunidad de demostrar quién es realmente superior. Si ganamos, no nos invaden. Y para hacerles llegar esta propuesta, necesitaremos algo... potente. Algo inolvidable. Un... súper pedo cósmico, ¡tuyo!

Los ojos de todos se posaron en Luigi, quien, algo incómodo, comenzó a darse cuenta de que sería él quien llevaría la responsabilidad de enviar el mensaje. Matrak se reía mientras daba una palmadita a Luigi en la espalda.

—¡Vamos, hermano! ¡Este será el pedo que salvará el planeta! —dijo Matrak entre risas.

Los científicos observaban con una mezcla de horror y resignación. Sabían que no había manera de hacer que este grupo se tomara la situación completamente en serio. Así que, tras preparar un equipo especial para amplificar el pedo de Luigi, lo acompañaron a una cámara especial destinada a lanzar señales de larga distancia al espacio.

Con todos los chavizos reunidos alrededor, Luigi se preparó, cerró los ojos, y, tras unos segundos de absoluta concentración y un poco de ayuda de los cigarrillos que había estado fumando, lanzó un pedo monumental, acompañado de una explosión de risas y un último suspiro de alivio. El pedo resonó en la cámara, fue amplificado y lanzado al espacio como una señal de desafío directo a los alienígenas.

Con esto, el mensaje estaba enviado, y el desafío estaba hecho: un torneo a lo Dragon Ball, uno contra uno, por la supervivencia del planeta.

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⏰ Última actualización: Nov 20 ⏰

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