Legalmente Deku (Finalizada)

Capitulo 2

—¿Entonces... que paso esta vez? —Pregunto el rubio que iba junto al pecoso, el cual ya se encontraba con una sonrisa en su rostro.

—Pues me invitaron a una fiesta y me dijeron que era de disfraces y yo como un tonto les creí.—habló haciendo un puchero qué le pareció adorable, lo cual jamás admitirá.

—¿En serio? Wauu qué idiotas.

—Sí. Y cuando entre nadie tenía un disfraz, yo era el único tonto con un disfraz.

—Qué horror.

—Lo sé —habló con evidente indignación —pase el momento más vergonzoso de mi vida.

—Pueda ser. Pero, no puedes negar que ese disfraz de conejo te queda muy bien. —habló haciendo sonrojar al pecoso.

—Oh, gracias. — desvío su mirada del cenizo al sentirse algo avergonzado, pero también muy alagado.

—Estoy seguro de que aunque la fiesta realmente hubiera sido de disfraces, el tuyo hubiera sido el mejor.

—¿En serio crees eso Kacchan?

—Por supuesto, eres precioso Izuku lo que me llega a pensar, ¿por qué aún quieres regresar con tu ex? No logro entender eso.

—Bueno, Shoto es el chico que amo y quiero que él me ame...

—Espera un momento - dijo parando el diálogo del peliverde — Izuku, créeme cuando te digo que no necesitas ganarte el amor de alguien y mucho menos de Totodoroki. Eres inteligente, eres agradable con todos, eres hermoso Izuku y lo sabes, ¿entonces porque seguirte aferrando a alguien así? No lo necesitas.

—Gracias - dijo el pecoso con sus ojos rojos. — La mayoría de personas me consideran alguien tonto solo por ser bonito, pero soy más que eso, no soy solo un niño mimado.

—Y no lo eres Izuku. Por eso sé que lograras obtener esa pasantía con el Profesor Kai.

—Gracias Kacchan, realmente no creí que fueras este tipo de persona, siempre te veías muy malhumorado, pero resultaste ser una persona muy dulce je je je.

—Es que no soy dulce con cualquiera Izuku. — dijo guiñándole un ojo al pecoso, el cual se sonrojó.

—Hemos llegado.

—Dulces sueños ZuZu —dijo el cenizo para luego acercarse a él y besarle la mejilla.

Izuku estaba tan sorprendido que solo pudo tartamudear un "Feliz noche" y salir corriendo tropezándose frente al cenizo, el cual solo se reía por la acción del otro.