Las semanas pasaban y, a pesar de la presión que Adrián Marcelo seguía ejerciendo sobre Gala, ella cada vez parecía más fuerte. La situación había escalado de tal manera que ya no sentía el miedo ni la inseguridad que la atormentaban al principio. Con Karime a su lado y el apoyo que sentía de los seguidores fuera de la casa, Gala ya no se dejaba intimidar, y eso comenzaba a afectar a Adrián.
Una noche, después de una actividad en equipo, Adrián se acercó a Gala intentando provocar una vez más. Sus palabras, llenas de desprecio, resonaron en la sala frente a todos.
—¿Sabes, Gala? Con esa imagen que te empeñas en mantener, no engañas a nadie. Sigues siendo la misma niñita manipulable que siempre fuiste.
Pero esa vez, Gala lo miró con una calma que desconcertó a todos. Había escuchado esas palabras tantas veces que ya no tenían el mismo impacto en ella.
—¿Eso es todo lo que tienes, Adrián? —respondió, con una sonrisa que dejaba ver su confianza renovada—. Al final, solo demuestras que eres tú quien necesita reafirmarse humillando a los demás. Lo lamento, pero ya no tienes poder sobre mí.
Las palabras de Gala resonaron con fuerza en la sala. Adrián intentó responder, pero algo en la mirada de Gala lo detuvo. Por primera vez desde que había llegado, parecía que había perdido. La confrontación terminó con un silencio incómodo, y todos se retiraron a sus dormitorios, dejando a Adrián solo con su frustración.
Esa madrugada, mientras todos dormían, Adrián tomó una decisión. Incapaz de soportar la derrota y de aceptar que ya no tenía el control que creía tener, empacó sus cosas y pidió salir de la casa. Se fue por la puerta trasera, sin despedirse de nadie, desapareciendo en el silencio de la noche.
A la mañana siguiente, mientras los habitantes se reunían en la sala para la reunión matutina, la jefa anunció la impactante noticia.
—Buenos días, habitantes. Quiero informarles que su compañero Adrián Marcelo abandonó la casa. Su juego ha terminado.
La noticia causó un suspiro de alivio entre todos. El ambiente, que hasta entonces había estado tenso, cambió de inmediato. Karime intercambió una mirada con Gala, llena de complicidad y de alivio, mientras que los demás miembros de la casa también parecían compartir el mismo sentimiento.
Sin embargo, mientras todos celebraban en silencio la partida de Adrián, Brigitte observaba desde un rincón. Al ver cómo Gala había salido adelante y cómo la paz había vuelto a la casa, algo en ella cambió. Decidió, por primera vez, dejar de jugar sucio. No le serviría seguir alimentando la hostilidad; sabía que tenía que aceptar la realidad, y no quería arruinar la paz que se respiraba.
Ese día, Brigitte se acercó a Karime y Gala y, con una actitud humilde, les pidió disculpas.
—Sé que cometí errores y que tal vez no fui una buena amiga —admitió, con una honestidad que sorprendió a ambas—. Solo quiero decirles que estoy dispuesta a dejar de lado todo eso y a tratar de llevarme bien. Todos estamos en esta casa juntos, y creo que es mejor que la convivencia sea pacífica.
Gala y Karime intercambiaron una mirada de sorpresa, pero aceptaron sus palabras. Decidieron darle a Brigitte una oportunidad, esperando que, en efecto, todo pudiera mejorar entre ellas. La armonía volvió a la casa, y por unos días, parecía que todo el conflicto y la tensión habían desaparecido.
Sin embargo, Gala no podía sacudirse una pequeña duda que latía en el fondo de su mente. Aunque quería creer en las buenas intenciones de Brigitte, había algo en su actitud que le parecía forzado. Karime intentaba tranquilizarla, recordándole que Brigitte había dejado atrás sus juegos sucios, pero Gala no podía evitar sentir que la paz en la casa sería solo momentánea.
Fin del Capítulo 9.
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Garime "El camino de las estrellas"
FanfictionComo se llego a formar este gran romance luego de una complicada nominacion