Rumores (Terribles y Verdaderos) - Traducción

Capítulo 66

—¡Ya voy, solo un segundo!— gritó Vi desde el otro lado de la puerta. Caitlyn, apoyada contra ella, escondió la cara en el cuello de Vi para contener la risa, mientras la otra mujer no hacía el menor esfuerzo por callarse. Caitlyn intentó hacerla callar entre risas, pero la mezcla de sorpresa y vergüenza hacía que ambas no pudieran dejar de reír.

Ambas se quedaron en silencio, conteniendo la respiración, esperando a que la risa se calmara. Caitlyn fue la primera en soltar el aire en un pesado suspiro, seguida de Vi, y se miraron por un instante antes de tener que apartar la mirada para evitar volver a reír.

Al no escuchar nada en el pasillo, Vi supuso que Jinx se había ido y dio un paso atrás para darle espacio a Caitlyn para que se recompusiera. Caitlyn se enderezó, estiró la camiseta que Vi había levantado hasta el sostén y alisó las arrugas que se habían formado al estar demasiado ajustada. Mientras la observaba, Vi comenzó a abotonarse los pantalones y a acomodarse el cabello, mordiendo su labio inferior con una sonrisa pícaramente dirigida hacia Caitlyn.

—¿Ya no estás en el mood?— la molestó, mientras Caitlyn se frotaba el cuello y caminaba hacia el espejo para revisar que no tuviera ningún chupetón. Caitlyn soltó una risa suave, tocándose el cabello y verificando el maquillaje.

—¿Crees que pueda seguir después de todo esto?— dijo con una risa algo nerviosa, sonriendo tímidamente hacia Vi, quien le respondió con una sonrisa de picardía. Vi se recargó en la puerta cerrada, cruzando los brazos y elevando un hombro en un gesto despreocupado.

—Pensé que lo de escondernos lo hacía más… excitante.

Caitlyn soltó otra risa suave mientras se alisaba el cabello una vez más y se erguía de nuevo.

—Sí, pero ahora solo voy a estar pensando en tu hermana afuera de la puerta.

—¿Vas a estar pensando en mi hermana?— preguntó Vi, fingiendo sorpresa. Caitlyn la miró con una cara divertida, girándose hacia ella con una mueca.

—Oye, no soy fan de eso, pero si es algo de lo que necesitas hablar, soy una buena amiga, ¿sabes?

—Cállate— dijo Caitlyn, dándole un golpecito juguetón en el hombro, lo que provocó una risa de la otra mujer. Señaló hacia la puerta. —¿Crees que ya está despejado o va a venir a atacarnos?

—¿Quieres que revise primero?— ofreció Vi, alejándose de la puerta un poco.

—Deberías revisar si hay alguien en el pasillo— Caitlyn señaló la manija de la puerta y Vi asintió. Con cautela, abrió la puerta y asomó la cabeza.

—¿J? ¿Sigues ahí?

El pasillo estaba tranquilo, sin rastro de Jinx, y solo se oían los ruidos lejanos del equipo de filmación al otro lado del edificio. Vi miró hacia Caitlyn y asintió, haciéndole una señal para que la siguiera.

Caitlyn salió rápidamente, caminando con paso rápido y algo rígido hacia su camerino, abriendo la puerta tan rápido que casi la golpeó. Vi contuvo una risa, quedándose en el pasillo mientras se rascaba la nuca.

—Aún tenemos como una hora antes de que comience el maquillaje, ¿sabías?

—Lo sé— respondió Caitlyn, suspirando mientras se apoyaba en el marco de la puerta y miraba nerviosa hacia los lados del pasillo. —Pero eso estuvo demasiado cerca.

Vi se encogió de hombros.

—Solo fue mi hermana.

—Específicamente por ser tu hermana— corrigió Caitlyn, con tono firme, y luego, al sacudir la cabeza, habló con una voz más suave y una ligera sonrisa. —No es que piense mal de Jinx, es solo que no puede guardar un secreto ni por su vida. Transmite en vivo y publica todo con un nivel de detalle que da miedo.

Vi soltó una risa.

—Sí, tienes toda la razón. Si Jinx lo sabe, es como si el mundo entero lo supiera.

Caitlyn bajó la voz, sonriendo tímidamente mientras miraba por el pasillo.

—Creo que tal vez deberíamos calmarnos un poco con esto en el trabajo. Nos van a atrapar.

—Lo sé, lo sé— Vi mordió su labio inferior con una sonrisa traviesa. —Pero fue tu culpa, ¿sabes?

—¿Mi culpa?

—Sí, entrando a mi camerino, con ese perfume, trayéndome café y viéndote tan linda— dijo Vi, acercándose con algo de actitud. —Y con ese trasero que está tan… agarrable.

—No seas vulgar— murmuró Caitlyn, aunque su sonrisa no desapareció. —Y no creo que "agarrable" sea una palabra.

Vi dio otro paso, entrando en el espacio personal de Caitlyn.

—Sabes, podría dejar de decirlo, pero ahora creo que realmente te gusta.

Caitlyn se mantuvo firme, todavía sonriendo.

—¿Qué? ¿Inventar palabras?

—No— dijo Vi, acercándose aún más, levantando el mentón para quedar casi a la par de Caitlyn, su voz se suavizó—, lo otro.

Se miraron fijamente, tan cerca que casi no quedaba espacio entre ellas. Ambas se inclinaron para besarse, pero el sonido del elevador las hizo separarse al instante. Se quedaron quietas mientras las puertas se abrían, dejando salir a dos asistentes, un pasante y un productor, junto con un hombre mayor vestido con traje, que no era la madre de Caitlyn. Caminaban por el pasillo y al pasar por ellas, las saludaron con una sonrisa, el pasante comentando sobre las salas de edición más adelante. Vi y Caitlyn respondieron con una sonrisa y un saludo.

Se miraron y se rieron nerviosas, Vi rascándose la nuca.

—Oye, ¿estás libre esta noche?— preguntó Vi, mirando a Caitlyn, que seguía con la sonrisa nerviosa.

Vi sonrió pícaramente.

—Estaba pensando que ha pasado un rato, ¿te gustaría ver una película?

—Oh— Caitlyn levantó las cejas, sorprendida, luego se acercó un poco—, ¿no me toca hacerte sufrir con la película?

Vi gimió.

—Olvidé eso.

—Oh, yo no. Tuve que sentarme a ver esa… "explosión" de película. Ahora te toca a ti.

—Vale, pero no prometo que la vea entera— dijo Vi, metiendo las manos en los bolsillos y balanceándose en los talones, sonriendo con picardía. —Puede que me distraiga un poco.

Caitlyn parecía lista para responder, pero se contuvo y, en su lugar, sonrió con ternura.

—Voy a cerrar la puerta ahora. Tengo que prepararme para el trabajo.

—Sí, claro— dijo Vi con voz suave, aún sonriendo de manera juguetona. —Antes de que cometas más errores, ¿no?

Caitlyn echó una mirada fugaz a los labios de Vi, luego a sus ojos, apretó la boca y rápidamente murmuró:

—Hablamos luego— antes de cerrar la puerta.

Vi permaneció en el pasillo unos segundos, mirando la puerta cerrada con el nombre de Caitlyn, mordiendo su mejilla por dentro antes de suspirar, diciendo en voz baja: "mierda", y luego se giró para ir a su camerino, cerrando su puerta también.