“DETRÁS DE LA MÁSCARA”
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𝐍𝐚𝐭𝐚𝐬𝐡𝐚
Camino a paso apresurado devuelta a la academia sin girarme a ver si el resto de los chicos y Olivia me siguen, tranquilamente podría incinerar a cualquiera que se me cruce en el camino mientras sigo pensando en lo que dijo la directora Priford.
Emociones, ¿Quién se cree que es?
¿Con que derecho se cree que puede hablar mis padres? ¿De como me educaron?
Suelto un suspiro y me pasó las manos por mi pelo. Es que solo de recordarlo hace que mi ira no haga más que aumentar.
—Nat —no me giro ante el llamado de Olivia y sigo caminando llegando al extenso campo de la academia.
Que mi familia me educó mal, suelto un suspiro de frustración mientras aprieto tan fuerte la mandíbula que me empiezan a doler los dientes. Mi familia es un tema prohibido por eso cuando hablo así de mis padres reaccione de ese modo.
Y la directora sabe todo lo que pasó con mis padres y lo que fue para mí llegar hasta este lugar, el cual en primer instancia no quería venir.
Sacudo la cabeza para dejar de pensar en eso pero me es imposible ignorar el todo que uso cuando hablo de ellos e inevitablemente los recuerdos de la última vez que los vi a ellos y a mis hermanos causándome un miedo en el estómago.
—Chicas —está vez quien nos llama es Owen pero de igual manera lo ignoró.
Iba a seguir caminando cuando siento que agarran del brazo y me dan la vuelta para detenerme y en ese momento veo que el que me agarro del brazo es Owen, cuando voy a protestar pone una mano en mi boca por lo que lo miro mal.
—Necesito que guardes silencio —por más que este superando la frustración se nota, como cada vez que habla conmigo pero está vez es diferente, por lo que solo asiento— gracias, ahora déjenme concentrarme, me pareció escuchar algo.
El se separa de mi y cierra los ojos para oír con más precaución, en el patio que está solo iluminado por los faroles, lo único que se escucha son los sonidos de los bichos nocturnos, hasta nosotros parecemos que dejamos de respirar.
—¿Qué escuchaste? —Le pregunta Olivia después de un momento de lleno silenció dónde intentamos afinar el oído pero es inútil solo Owen puede saber lo que escucho.
Él se lleva un dedo a sus labio para que guarde silencio y así lo hacemos todos mientras miramos a los costados para ver si alguien se acerca pero no hay nadie. De repente abre lo ojos y mira a izquierda y enseguida todo miramos al mismo lugar que ese camino da la entrada y salida de vehículos de la academia.
Una sensación de electricidad me recorre el cuerpo, como si algún electrodomésticos me hubiera pateado, que fue desde mi pecho hasta todo mi cuerpo y sin explicación una sensación de que algo malo esta pasando me recorrió toda la espina dorsal haciendo que me recuerda en mi lugar.
—Owen, ¿Qué escuchaste? —vuelve a preguntar está vez con más urgencia en su todo, era notorio que a ella le pasó lo mismo y a los chicos también ya que nos pusimos más alerta.
—Camiones de la Doble E —murmura tan bajo que de no haber sido de que éramos nosotros cuatro estoy segura que no lo habría escuchado.
—¿Más, a esta hora? —dijo Uzziel confundido mirándonos.
Tiene razón, por primera vez, es muy raro que los camiones de la Doble E estén entrando o saliendo a estas horas, sobretodo en una academia de alumnos. Siento un tirón desde el centro de mi pecho, como si fuera una cuerda que tira de mi hasta el lugar donde Owen escucho el sonido de los camiones.
—Tenemos que ir a ver —dije dando un paso hacia ese lugar pero Owen se interpuso en mí camino.
—¿Estás loca? —dijo mirándome con seriedad— ¿Qué crees que nos harán si nos descubren?
—Todos sentimos los mismo —los miro a los tres, Uzziel y Olivia miran al suelo pero no necesito que me lo confirmen yo se que si lo sintieron— si los collares quieren que vayamos a ese lugar es por algo.
—No, los collares de equivocan —Owen no da el brazo a torcer y el sabe que yo tampoco por lo que lo enfrentó por mas el que sea mucho más alto que yo.
—Los collares no se equivocan y eso lo sabes muy bien —le digo lentamente— y eso lo sabes bien porque lo dijo la directora Priford, así como sabes muy bien que de alguna u otra manera voy a ir, ya sea acompañada o sola —Cuando termino de hablar en no corre su mirada de la mía y yo tampoco.
—Ella tiene razón, por más que me cueste admitirlo —Dice Uzziel haciendo que lo miremos, se ve cansado y hecho un desastre, al igual que todos nosotros, su cabello rubio ceniza, al igual que su ropa, se encuentra lleno de tierra y hojas —mientras más peleen entre ustedes mas tardaremos en ir a ver que sucede y mas tardaremos en ir a descansar, y no se ustedes pero yo si quiero irme a descansar.
Lo mira unos segundos para volver mi mirada a Owen y verlo con burla a lo que el también me mira para después mirar a su hermana, cuando ella asiente con la cabeza suelta un suspiro de frustración y se pasa las manos por el cabello haciendo que restos de tierra y hojas salten por lo que me alejo.
—Vamos, miramos, volvemos. No nos vamos a quedar más de lo necesario —dice señalándome a lo que yo solo lo rodeo y empiezo a caminar hacia el lugar.
Olivia no intenta llamarme otra vez ya que me conoce y sabe que en estos momentos es mejor dejarme sola y que me calme.
A medida que nos acercábamos los ruidos de camiones y gente trasladando cosas y moviéndose. Cuando llegamos al lugar vemos soldados de la Doble E con sus trajes color verde pálido, sus botas pesadas y sus cascos mientras trasladan a los camiones cajas, que por lo general se usan para provisiones.
Un nuevo camión entra y al frenar baja un hombre alto, corpulento de mediana edad, cabello corto, negro con algunas canas delatando su edad, con expresión rígida y seria, ojos marrones calculadores, fríos sin expresión alguna y con su traje de militar. Al mirarlo mas detalladamente noto la insignia de general de división. Al bajar del camión mira a todos lados y nosotros inmediatamente nos escondemos mas pegados a la pared.
Un momento. Mí mirada va hacia los hermanos Pierce que se miraron para luego esconderse todavía más, fuera del alcance de la vista de su padre.
—¿Todavía no están listos estos camiones listos? —ante las palabras del general todo el mundo se queda quieto y lo mira — ¡No se queden mirándome y llenen los malditos camiones. Estamos en medio de una crisis y ustedes holgazanean! —ante la orden todos empezaron a hacer las cosas mas rápido.
Frunzo el ceño con confusión, ¿Crisis?, ¿Se refiere a que los corrientes nos descubrieron?
Sacudo la cabeza, no, eso no tiene sentido ellos no son una amenaza tan grande como para que usen la palabra crisis. ¿De que crisis estará hablando?
—Todo listo general, ya podemos irnos —ante el aviso del soldado todos se suben a los camiones ya cargados.
El general miro nuevamente el panorama haciendo que nosotros nos escondamos otra vez, sin más se subió al mismo camión en el que llegó dando un silbido y con una seña todos los camiones se pusieron en marchar y salieron.
Nosotros nos quedamos en silencio unos segundos tratando de asimilar lo sucedido.
¿De que crisis estará hablando?
¿Por eso están tan ansiosos en reclutar a estudiantes?
¿Que tan grave es?
—Es todo no más desvíos, nos vamos —sentencia Owen y todos estamos tan metidos en nuestros pensamientos como para oponernos.
Una vez en el pasillo que divide las secciones de las habitaciones cada una se va por su camino, los chicos para la sección masculina y Olivia para la sección de las vigías, quienes tienen su propio pasillo, pensar que yo pude ser parte de ellas pero rechace la ofertar.
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Lazos de sangre ©
FantasyCorrer. ─Son brujas... Lluvia. ─Tarde o temprano van a cazarnos... Gritos. ─Nuestra sangre es especial... Adrenalina. ─Exiten personas que van a querer lastimarnos... No hay donde ir. ─Cuídense entre ustedes... Nuestras respiraciones erráti...