Sienna Marlowe solía tenerlo todo, una vida como Kook, el respeto de los Cameron y un futuro asegurado.
Pero cuando su padre desaparece, llevándose consigo su prestigio y sus secretos, todo cambió.
Su mundo, antes lleno de lujos, se desmoronó, y Sie...
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JOHN B Y SARAH
𓇼 🌊 🐚
El sol comenzaba a filtrarse suavemente a través de las cortinas, iluminando la habitación con una luz cálida que anunciaba el inicio de otro día.
Sienna despertó lentamente, aún sintiendo el peso del sueño en sus ojos.
Se quedó unos momentos sentados al borde de la cama, con la mente en blanco, como si aún estuviera luchando por conectarse con la realidad que la rodeaba.
Al final, un suspiro escapó de sus labios y, con esfuerzo, se levantó para comenzar su rutina.
Hoy tenía turno en uno de los tantos restaurantes donde se había acostumbrado a trabajar en los últimos meses.
Su vida laboral era un vaivén constante, siempre de un lugar a otro, sirviendo bebidas y tratando de mantenerse a flote en medio de la incertidumbre.
La mayoría de las veces, no lograba quedarse mucho tiempo en un solo lugar, ya que sus horarios erráticos y las ausencias frecuentes la habían llevado a perder varios trabajos.
Sin embargo, esta vez había algo diferente. JJ le había mencionado que llevaba tiempo trabajando en The Island Club, y, por casualidad, Sienna comenzaba allí ese mismo día.
Esa pequeña coincidencia le dio un impulso inesperado, y Sienna sintió un ligero cosquilleo de nerviosismo recorrer su cuerpo.
Después de su rutina matutina, se cambió rápidamente, eligiendo un atuendo simple pero adecuado para el trabajo, y se dirigió hacia el restaurante con la esperanza de que, tal vez, hoy sería un día diferente.
Al llegar, JJ ya estaba ahí, esperándola con una actitud tranquila pero enfocada.
Sin perder tiempo, comenzó a explicarle cómo iban las cosas en el lugar, mientras Sienna le aseguraba que ya tenía algo de experiencia en ese tipo de entornos.
Ambos estuvieron de acuerdo en una cosa: no debían distraerse ni actuar de forma irresponsable.
Si lo hacían, no durarían ni un minuto antes de ser despedidos.
Cuando cada uno se dirigió a distintas mesas, hubo algo que pronto tensó el ambiente para JJ y Sienna: el tema de conversación.
El nombre de John B surgía una y otra vez, acompañado de comentarios mordaces y crueles.
No eran opiniones neutras ni críticas constructivas; eran palabras cargadas de desprecio, casi celebrando los infortunios que había enfrentado.
Cada vez que Sienna servía una bebida o rellenaba un vaso, lo hacía con un golpe seco al final, dejando claro su descontento.
