Rumores (Terribles y Verdaderos) - Traducción

Capítulo 88

Vi dejó la mochila en el piso del vestíbulo, soltó un suspiro mientras movía los hombros, cansada. Se quitó los zapatos y entró a la casa, escuchando a Jinx a lo lejos, concentrada en su videojuego.

—¿Qué tal el “sexo falso”? —preguntó Jinx sin quitar la vista de la pantalla, mientras el sonido del juego explotaba en los parlantes.

—Bien —respondió Vi, abriendo la nevera para sacar una lata de café frío—. Pasamos la mitad de la tarde hablando sobre los tiempos y demás. Va a ser todo en ráfagas cortas, así que creo que podremos hacerlo sin muchas repeticiones mañana. — Vi abrió la lata y la bebió de un solo trago, limpiándose la boca con el dorso de la mano.

—Yo cené en casa de Vik, supuse que ya habías comido —dijo Jinx mientras el sonido de una explosión retumbaba por toda la sala.

—Sí, me paré a comprar unas hamburguesas en el camino —respondió Vi, dejando la lata vacía en el reciclaje mientras se dirigía a las escaleras—. Voy a hacer mis rutinas para la noche, ¿quieres quedarte después?

—Tal vez tengo algo —gritó Jinx entre los efectos del juego—. Pero si no, seguro.

Vi soltó una risa mientras bajaba las escaleras.

—Bueno, nos vemos si sigues aquí.

Más tarde, después de un buen rato de pesas, cardio y estiramientos, con los músculos doloridos de tanto hacer planchas durante todo el día, Vi subió a su cuarto, limpiándose el sudor de la frente y el cuello con una toalla, con algunos suspiros de agotamiento.

—¿Jinx? —llamó, asomando la cabeza al pasillo, buscando a su hermana—. ¿J?

Vi se encogió de hombros al no escuchar respuesta. Se dirigió a la nevera, sacó un yogur y lo puso sobre la mesa, tomando su teléfono del mostrador. Al revisar las notificaciones, vio un mensaje de Caitlyn.

Caitlyn
Tenemos que hablar sobre las líneas de la secuencia, creo.

¿Tienes un rato para hablar?

Vi se quedó mirando el teléfono unos segundos, dudando. No estaba segura de si quería meterse de nuevo en eso, pero al ver que era algo importante, decidió responder.

Vi
Sí, ¿qué pasa?

Dejó el teléfono sobre la mesa, comenzó a comer su yogur mientras el silencio de la casa la envolvía, con el suave zumbido del refrigerador de fondo.

Vi llegó al condominio de Caitlyn justo cuando el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rojos, y alargando las sombras sobre el concreto. Mientras esperaba en el vestíbulo, luego en el ascensor y caminando por el pasillo, sus hombros estaban tensos, las manos metidas en los bolsillos de su sudadera, y su respiración era rápida, como si los nervios pudieran con ella.

Cuando tocó la puerta de Caitlyn, esta se abrió casi de inmediato. Caitlyn dio un paso atrás para dejarla pasar, y tan pronto como Vi cruzó el umbral, la mujer cerró la puerta y se giró hacia ella con una expresión seria.

—Tienes que decir otra línea.

Vi parpadeó y soltó una risa nerviosa, bajándose la capucha de la sudadera.

—¿Eh? ¿Hola a ti también? ¿Qué pasa?

—Antes de que... antes de que pase todo lo demás. —Caitlyn dijo rápidamente, caminando hacia la cocina—. Lo de "tú y yo". Tienes que decir algo diferente. Algo que no… ya sabes.

—¿Algo que no qué?

—Lo dijiste, Vi. —Caitlyn gesticulaba con las manos, como si fuera importante recalcar lo que quería decir—. No sentí que estuvieras en personaje en ese momento. Fue... fuiste tú.

—Caitlyn, ¿has estado bebiendo?

—¿Qué? —Caitlyn la miró sorprendida—. No. No, he estado dándole vueltas a esto, pero… ¿no te acuerdas? Lo dijiste tú misma esa noche, antes de que… y no puedo. No puedo pensar en eso cuando estoy tratando de estar—

Vi la miró y de repente comprendió lo que quería decir.

—Espera, mierda, ¿te refieres a esa noche en La Tienda? ¡Fue tu idea hacer eso en personaje!

—¡Yo no sabía que nuestros personajes iban a…! —Caitlyn comenzó a caminar de un lado a otro, llevándose la mano a la frente, como si intentara calmarse. Su voz sonaba tensa, como si estuviera a punto de explotar—. Tienes que decir otra línea. Improvisa, saca algo que suene igual de romántico pero menos…

—¿Menos como la noche en que la cagamos? —Vi interrumpió, con la voz plana. Caitlyn se detuvo en seco y la miró sorprendida.

—¿La cagamos? —repitió, casi en un susurro—. ¿Crees que eso fue un error?

Vi la miró de vuelta, cansada y desconcertada.

—¿En serio? ¿No recuerdas que tú misma dijiste que fue un error? Mira lo que pasó con nuestro trabajo, con lo que estábamos haciendo para el show. No paramos cuando debimos y mira cómo se complicó todo. Es por eso que mezclar lo personal con el trabajo es una mala idea, siempre supe que iba a ser un desastre.

—Dijiste que no te arrepentías.

—Y no me arrepiento —respondió Vi rápidamente, levantando una mano—. Bueno, sí, pero no. No sé… mierda, Caitlyn, no sé qué quieres que te diga. Fue genial. Lo pasé increíble. Como la mejor experiencia. Y… —se rascó la nuca—. Pero me confundió, porque ya no puedo verte como a ella, como… ellas lo hicieron y nosotras también lo hicimos, y ahora... mierda, tienes razón, tengo que cambiar la línea.

Vi se recargó contra la pared, con una expresión casi atónita en el rostro. Caitlyn cruzó los brazos sobre su pecho, como si quisiera encogerse contra el borde de la encimera de la cocina.

El silencio se alargó entre las dos por un momento.