14. E🍓

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Miré el reloj que avanzaba
lentamente, había terminado mi
examen hace 15 minutos, pero aún
no me dejaban salir, hasta que el
timbre sonara, Weds había dicho
que me veia en casa, pero yo quería
sorprenderla en su oficina con unas
galletas que hice para ella antes de
venir a este estúpido examen. El
timbre sonó y levanté mi mochila,
dejé el examen sobre la mesa, salí
apresurada.

Weds estaba cansada y con mucho
trabajo últimamente, solo
cenábamos y dormíamos juntas, la
entendía, pero también me ponía
triste porque extrañaba pasar más
tiempo a su lado.

Llegué al enorme edificio de la
estación de policía, Weds había dicho que no necesitaba pedir permiso, así que subí hasta su piso, sostuve mi bolsa con las galletas de Weds que olían a mantequilla, me extrañé al ver que la recepción estaba vacía, me acerqué a su oficina...

-Por favor... Weds, mis sentimientos
son sinceros- escuché una voz
de mujer, la puerta estaba algo
abierta, su secretaria estaba frente
a Weds demasiado cerca desde mi
perspectiva.

-Y yo te dije que no siguieras- Weds lucía calmada- yo tengo a mi omega.

-Eso lo sé, puedo ser lo que
quieras, no creo que ella pueda
satisfacerte por completo, es una
mocosa, necesitas una mujer...

-No me interesa lo que digas, no le
hables así a mi omega, si no quieres
que te....

-Te amo Weds, por favor...- la mujer se acercó más a ella y la besó,
abrí la puerta y Weds me miró de
inmediato.

-Weds...

-Enid...

Solté la bolsa con galletas y salí
corriendo.

-¡Enid!- El ascensor se cerró antes de que Weds entrara conmigo.

Solo quería salir de aquí, la
sensación de Weds con esa mujer
solo hizo que quisiera vomitar.

Salí corriendo del ascensor y sentí
mis lágrimas caer, escuché un ruido
fuerte y Weds salía de las escaleras
de emergencia, al mirarme su
expresión de pánico era evidente...

-¡Enid!- Ignore su llamado y
corrí, escuché sus pasos, llegué al
pequeño parque frente a su oficina.

-Enid- me detuvo con su mano, estaba siendo patética, pero
la sensación era muy fea...-Por
favor, escuchaste lo qué pasó..., yo
no le correspondí.

-Pero ella... te besó.

-No, no lo hizo, no la dejé, no podría.

-Se acercó a ti- continué llorando.

-La alejé de inmediato, ¿cómo
podría dejar que me bese alguien
que no eres tú?

-Tengo náuseas- Weds sonrió- no
te rías- sí, estaba algo enojada.

-¿Por qué ella se acercó?- asentí-
Enid, no quiero a nadie más
cerca de mí que a ti, perdóname,
amor.

-¿Por qué?

-Por hacerte llorar...

-Ella tiene razón, soy una mocosa,
es verdad lo que dijo.

-Por supuesto que no, yo...

Weds parecía pensar algo, me
miró, tuve miedo porque estaba
poniéndose nerviosa.

-No eres eso, eres mi omega, mi
mujer... yo... quería... hacer esto
más especial..., pero ya no aguanto
más...

-¿Qué quieres decir?

Weds se inclinó de rodillas y sacó una cajita de su pantalón, era hermosa y en forma de fresa, me asombré, abrió la caja y dentro venía un anillo con un diamante blanco en el centro, era el anillo de mis sueños.

Estábamos en la acera, había carros
pasando y el pasto de este parque
se veía tan verde junto con el árbol
que nos tapaba del sol.

-Tu abuela me dijo que no
perdiera más tiempo, han pasado tres años desde nuestro primer
encuentro, para mí todo ese tiempo
cuenta y estos meses lo hacen el
doble, porque descubrí que te amo
con tanta intensidad que estar lejos
de ti ya no será posible. Te amo
Enid, ¿Quieres casarte conmigo?

Me quedé en shock, Weds
permanecía con la mirada más
hermosa que alguna vez me dedicó,
su expresión lo era todo, la gente a
nuestro alrededor parecía en pausa,
en el momento que vi sus manos
temblando, la miré y sonreí.

-Sí, si quiero- Ella sonrió y sacó
el anillo de la cajita, con mucho
nerviosismo.

Escuche aplausos y Weds se puso de
pie para besarme, me reí y me cargo en el aire.

-Ríe así toda la vida, por favor.

-Lo haré.

-Vas a ser mi esposa.

-Voy a serlo, tú serás mi esposa...

Regresamos a su edificio, Weds no
soltó mi mano en ningún momento,
su secretaría trato de hablar, pero
ella de inmediato la despidió.

Tomamos nuestras cosas y salimos
de ahí.

-Entonces, mi abuela estará feliz.

-Amará saber que nos vamos a
casar.

-Tengo que pensar en mi
vestido... o en la decoración, o ya
sé en el lugar, Weds tenemos que
hacerlo juntas- ella se detuvo en un semáforo en rojo.

-Pensaremos en todo amor, estaré
contigo- Weds tomó mi mano y besó
mis nudillos.

-Menos en mi vestido, no puedes
verlo.

-Haré lo que tú digas.

Subimos el ascensor, todavía
tomadas de las manos, Weds cargaba la bolsa de galletas, corrí por el pasillo hasta el departamento de mi abuela, Weds me siguió.

-Abuela, ¡abuela!- fui hasta la cocina, ahí estaba ella.

-Por qué tantos gritos, ¿Qué pasa
pequeña lobita?

-¡Me voy a casar! Weds me dio el
anillo.- Le enseñé el anillo, mi abuela amplió los ojos y miró a Weds.

-Creí que te tardarías más tiempo,
que lindo es hija... ¿Cómo fue?

Le platiqué a mi abuela todo lo
qué pasó con Weds, estaba feliz de
saber que la secretaría aprovechada
fue despedida, pero también
emocionada por nosotras y sobre
todo ansiosa por vernos casarnos.

Miré a Weds, estaba preparando la
cena mientras yo preparaba algunas cosas para su cumpleaños 26, debía darle una buena fiesta, algunos de sus amigos policías habían confirmado asistencia, Yoko y su novia Divina, amiga de Weds, estaban también ayudándome.

-Omega, te van a doler tus ojitos si
sigues jugando en esa tableta.

-Alfa, estoy terminando los detalles de algo de la universidad- mentí.

-Vamos a cenar, continuas
después...

Cenamos como siempre, tranquilas
y riéndonos de algunas cosas que
nos pasó en el día.

Una vez en la cama Weds me abrazó por la espalda y susurró muchas cosas lindas, soltó su aroma lindo de Alfa, estaba donde quería estar, en sus brazos y con su olor.

Todo había progresado bastante
bien, Weds estaba conmigo, andando y felices, creo que desde el inicio de nuestra historia esto era el final asegurado, amaba a mi Alfa, amaba mi vida, amaba mi futuro y sobre todo, amaba mi presente.

-Te amo mi lobita bonita.

-Te amo mi Alfa bonita.

Reímos.

Arréstame WednyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora