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Un silencio tenso se apoderó del lugar mientras Cobra, con una sonrisa maliciosa en el rostro, observaba a Freen y a las hijas de su enemigo rodeadas por varios lobos. No había escapatoria para ellas. 

¿Fuiste tú quien dio la orden de atacar la frontera?, preguntó Freen en tono desafiante. Cobra soltó una carcajada burlona. Te estoy hablando, idiota. No tienes idea de cuánta gente puede morir si esto se convierte en una guerra.

La respuesta es tan obvia que me sorprende que no la hayas notado aún. Es muy fácil engañarte, tanto que ni siquiera te das cuenta cuando la verdad está frente a tus narices, contestó Cobra con una sonrisa satisfecha. ¿Quién es la única persona capaz de influir en todo el clan? Comenzó a caminar alrededor del círculo formado por los lobos y los cautivos, manteniendo una mirada fría y calculadora. ¿Quién se encarga de nosotros mientras tú estás distraída con tus Armstrong en la zona blanca? Freen colocó sus brazos en un gesto protector frente a las chicas, pero siguió observando a Cobra con recelo. Y finalmente entendió la verdad. 

No puede ser...


La tensión en el aire era palpable mientras Culebrita caminaba hacia su hijo, con las manos metidas en los bolsillos. Freen lo miraba con furia y traición en los ojos.

¿De verdad creíste que una niña como tú podría ser la líder de este clan? Le preguntó Culebrita con desprecio. Sus palabras resonaron en el silencio, interrumpido solo por el suave murmullo del viento.

Freen no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Por qué me traicionaste?! Le gritó.

Porque no mereces ser la líder de este clan, respondió Culebrita fríamente. Tú y tu familia solo han destruido lo que mi familia luchó tanto para construir.

Eras como un padre para mí..., dijo Freen con tristeza, sintiéndose profundamente herida.

Culebrita soltó una risa amarga y miró a sus seguidores, incluyendo a su hijo Cobra. Yo solo tengo un hijo gracias a tu padre, dijo con orgullo mientras le palmeaba la espalda a Cobra. William me quitó a mi esposa y a mi otro hijo sin piedad.

Freen se negaba a creer esas acusaciones sobre su padre. Culebrita continuó hablando, esta vez dirigiéndose directamente a las gemelas que estaban presentes. Vamos a ver si han estudiado bien la historia de su familia, dijo con una sonrisa irónica. ¿Les suena el nombre Susana? Las gemelas abrieron los ojos, sorprendidas. Freen se tensó al instante. Susana era mi mujer y la madre de Cobra, continuó Culebrita con voz fría. Sin hacerle daño a nadie, ella vivió sus últimos años en una cabaña remota hasta que tu padre decidió ponerle fin a su vida.

En un movimiento coordinado y amenazante, los lobos que rodeaban a las gemelas achicaron el círculo, haciéndolas sentir claustrofobia y miedo. Tu padre pagó por matar a Susana, dijo Culebrita con voz siniestra. Y tú, como su hija, pagarás por la muerte de mi hijo que nunca llegó a nacer.


En cuestión de segundos, Freen divisó a Engfa y Charlotte a lo lejos. Con un gesto, llamó a Charlotte y se giró hacia las chicas. Gyo, busca a Manaow. Sé que no han tenido mucha experiencia con sus poderes, pero ¿qué mejor momento para ponerlos en práctica? Acarició la mejilla de las gemelas antes de transformarse en su forma de lobo.

Atrápenlas, ordenó Culebrita fríamente antes de desaparecer.

Los ojos de Freen centellearon con furia mientras sus patas se hundían firmemente en el suelo, demostrando que no retrocedería sin luchar. Un lobo gris fue el primero en atacar, lanzándose directamente hacia su cuello con un gruñido gutural. Freen se apartó con un movimiento rápido, girando para morderle la pata trasera con fuerza. El lobo gris aulló de dolor y retrocedió.

Las GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora