MANSIÓN DE LA SEGUNDA FAMILIA
Pete: Mira con ternura al pequeño bebé sobre su pecho, acariciando suavemente su cabecita. Mi amor, mira esto... nuestros bebés. Son perfectos.
Vegas: Con una sonrisa orgullosa mientras su propio bebé duerme sobre su pecho. Claro que lo son. Están hechos de puro amor, cariño. Y mira, parece que a este pequeñito le encanta estar cerca de mí.
Pete: Suspira feliz. Están tan tranquilos así. No hay mejor lugar para ellos que aquí, escuchando nuestros corazones. Besa la frente de su bebé
Vegas: Se inclina hacia Pete, tocando su mejilla suavemente. Y no hay mejor lugar para mí que tener a mi omega y a mis hijos juntos. Esto es todo lo que siempre quise.
Pete: Sonríe, los ojos brillando de amor. Me haces tan feliz, Vegas. A veces pienso que no podría pedir nada más.
Vegas: Con un tono suave. Bueno, quizás un ratito más de sueño para nosotros... pero ellos valen cada segundo de desvelo.
Pete: Ríe suavemente mientras acaricia a su bebé. Sí, valen todo.
Vegas: Le da un beso en la frente a Pete y luego mira a su bebé. Descansen, mis amores. Papá está aquí para cuidarlos siempre.
Un día después...
Macao: Entrando con una sonrisa brillante y la bandeja cuidadosamente en sus manos. ¡Hola, hermanito Pete! Puedo pasar, ¿verdad? Te traje tu desayuno, porque tienes que estar bien alimentado para estar fuerte y cuidar a los bebés. Mi tío Zamir y mi hermanita Venecia están preparándote un batido súper rico. ¡Te va a encantar!
Pete: Sonríe, tocado por el gesto de Macao. Gracias, hermanito. Eres muy amable.
Macao: Mirando con admiración a los bebés, sus ojitos brillando de ternura. "¡Están tan bonitos! Miren cómo duermen... ¡Son angelitos!"
Pete: Mirando con cariño a los pequeños. "Hace un momento se despertaron. Ven, ven a verlos."
Vegas: Con una sonrisa amorosa. "Hola, mi chaparrito, ¿cómo estás?"
Macao: Saltando un poquito de emoción. "¡Bien, hermanito! ¡Mira, traje el desayuno de mi hermanito Pete! Los bebés están súper lindos."
Vegas: Mirando a Macao con cariño, sonriendo. "¿Te gustaría cargar a uno?"
Macao: Con cara de duda, pero con mucha ternura. "No sé... soy un poquito torpe, podría hacerlos caer..."
Vegas: Con voz suave y llena de confianza. "Claro que no, confío en ti. No eres torpe, te voy a ayudar." Con mucha delicadeza, coloca uno de los bebés en los brazos de Macao, sin soltarlo, solo para que tenga contacto con el pequeño. "Solo un poquito, ¿ves? Así."
Macao: Llorando de emoción mientras mira al bebé, sus manitas acariciando al niño. "¡Son tan lindos! Los voy a cuidar mucho, lo prometo. Gracias, hermanito Pete, por hacernos tan felices. ¡Ellos son tan perfectos! Nunca he sentido algo tan bonito..."
Mira, hermanito ¡es tan pequeño y perfecto! Es como un muñequito de amor. ¡No puedo dejar de mirarlo! ¿Es que no son los bebés lo más hermoso del mundo?"
Vegas: Sonríe con ternura al ver la emoción de Macao. "Sí, pequeño, lo son. Y tú los cuidas muy bien, ya lo veo. Tienes un corazón tan grande y tan bueno. Estoy muy orgulloso de ti, chaparrito."
Macao: Sonrojándose ligeramente, pero con una sonrisa brillante. "¡Gracias, hermanito! Yo... yo siempre quiero ser una buena persona, como tú. Quiero aprender a ser fuerte, pero también a cuidar a los demás, como mi hermano Pete cuida a los bebés."
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TRAVESURAS DE MEDIANOCHE (VEGAS Y PETE)
RandomTravesuras de Medianoche es una invitación a perderse en la oscuridad del deseo, donde los juegos de poder, control, y sumisión se vuelven protagonistas. Para mayores de 18 AÑOS , este relato te lleva al corazón del SADOMASOQUISMO , donde el placer...