Rumores (Terribles y Verdaderos) - Traducción

Capítulo 101

TikTok de Vi.O.Lane
Un video con una serie de clips, acompañado de música con un bajo pesado, muestra a Vi intentando convencer a Caitlyn de ayudarla con un ejercicio en el gimnasio. Vi se recuesta con los hombros apoyados en un banco bajo, las piernas dobladas en posición de puente. Luego le indica a Caitlyn que se siente a horcajadas sobre ella, con las manos apoyadas en sus hombros. Vi comienza a hacer levantamientos de cadera mientras Caitlyn ríe durante las cinco repeticiones. El video termina con Vi, con una toalla en el cuello, guiñándole un ojo a la cámara, mientras Caitlyn sonríe divertida al fondo.

Texto: Reto de entrenar con tu novia (semana 6)

> ¿Por qué son tan adorables? No puedo con ustedes.

> OMG, ¿hace calor aquí o soy yo? 🥵

> Manifestando esto: yo y quién.

> ¿Cuál de las dos serías tú?

> Feliz siendo cualquiera, la verdad.

> He visto esto como trescientas veces.

> Igual.

> Igual.

> Igual.

> Necesitamos un loop de 10 horas en YouTube.

> Oye, @vi.o.lane, ¿para cuándo un video con este ejercicio, pero para los músculos del cuello?

El balón rebotaba contra el pavimento mientras Vi lo driblaba rápidamente por la cancha, con Jayce girando a su alrededor, intentando arrebatárselo. Vi esquivó sus intentos, girando sobre sí misma para despistarlo, pero al ver que no podía avanzar, lanzó el balón por encima de sus brazos hacia el otro lado.

Ekko saltó al aire intentando interceptarlo, pero lo falló. Unos brazos más largos lo atraparon en el aire. Driblando con soltura, Caitlyn corrió hacia la canasta con Ekko pisándole los talones. Al detenerse, casi se le resbala el balón, pero logró recuperarlo a tiempo para saltar y lanzarlo hacia el aro.

El balón golpeó el tablero, rebotó y, al caer, ni siquiera rozó la red. Rodó por el pavimento con ese sonido hueco tan familiar antes de que Ekko lo atrapara en el aire. Riéndose entre dientes, comenzó a driblar de vuelta hacia los otros jugadores.

—¿Sabes? Al principio me preocupó que trajeras a tu chica a jugar porque... —Ekko hizo un silbido mientras levantaba la mano, como si midiera altura—. Pero ahora estoy mucho más tranquilo.

Lanzó el balón a Vi, quien, intentando no reír, se lo pasó directamente a Caitlyn, que lo recibió con una expresión de fingido disgusto.

—Jayce mide prácticamente lo mismo —respondió Caitlyn, un poco sin aliento, mientras lanzaba el balón de una mano a otra.

—Más alto —corrigió Jayce rápidamente, añadiendo con una sonrisa—: Cuando no llevas tacones.

Caitlyn arrugó la nariz y frunció el ceño, dejando que el balón cayera de sus manos. Lo atrapó de nuevo cuando rebotó contra el suelo.

—Da igual, solo estamos jugando por diversión —intervino Vi, quitándose la gorra para secarse el sudor de la frente—. ¿Qué tal si tiramos un par de veces y ya? Está empezando a hacer calor.

—¿Jugamos HORSE? —propuso Jayce, mirando a los demás. Vi y Ekko se miraron entre sí antes de encogerse de hombros y asentir. Ekko señaló a Caitlyn.

—Tú empiezas, dale.

Caitlyn asintió, se colocó con determinación y lanzó el balón. Su tiro no solo falló el aro, sino que ni siquiera tocó el tablero, y terminó golpeando la reja metálica unos metros más allá.

Ekko apretó los labios para contener la risa, mientras que Jayce no tuvo tanta consideración y soltó una carcajada estruendosa. Caitlyn suspiró con frustración, viendo cómo el balón se detenía contra la malla. Vi se acercó y le dio unas palmadas reconfortantes en la espalda. Ekko negó con la cabeza y corrió a recoger el balón.

Caitlyn, distraída, rodeó los hombros de Vi con un brazo mientras observaba a Ekko recoger su tiro fallido. Jayce soltó otra carcajada al verlas juntas.

—Oigan, oigan, nada de cosas de parejita en la cancha —bromeó con una sonrisa.

Caitlyn puso los ojos en blanco y, en respuesta, estrechó aún más a Vi contra sí. Vi rió suavemente y rodeó la cintura de Caitlyn con un brazo.

—Lo siento, Pretty Boy, pero no puede evitarlo —respondió Vi, burlona.

—Ay, no empieces —le replicó Caitlyn, aunque no pudo evitar sonreír ampliamente.

—¡Eh, ustedes! —gritó Ekko, señalándolas con el dedo mientras sonreía—. ¡Nada de coqueteos en el básquetbol!

Las dos se miraron, alzando las cejas con una sonrisa cómplice. Caitlyn tiró de Vi hacia ella y la besó, mientras Vi se ponía de puntillas y enredaba una mano en su cabello.

—¡Oh, por favor!

—¡Nadie quiere ver eso!

Ekko y Jayce abuchearon en broma al gesto, mientras Ekko lanzaba el balón de vuelta hacia las chicas, que lo ignoraron mientras rebotaba y rodaba más allá de ellas.

En lugar de reaccionar, Vi giró a Caitlyn y la inclinó en un dramático dip, besándola aún más profundo, lo que provocó abucheos aún más ruidosos de los chicos. Caitlyn, sin dejar de sonreír durante el beso, les mostró el dedo medio, lo que generó fingidas exclamaciones de indignación. Finalmente, no pudo contenerse y estalló en risas, sosteniendo las mejillas de Vi entre sus manos mientras ambas se reían. Separándose, pero aún abrazadas, las dos sonrieron ampliamente, y Vi frotó su nariz contra la de Caitlyn con cariño.

Al enderezarse, Caitlyn acomodó su cabello y comenzó a caminar hacia donde había rodado el balón después de que Ekko lo lanzara. Lo recogió, lanzándolo al aire un par de veces mientras regresaba con los demás.

—De acuerdo, aunque soy terrible, terminaré este juego con ustedes —anunció, driblando el balón mientras caminaba antes de lanzárselo a Jayce—. Pero la próxima semana tienen que jugar tenis con nosotras.

Ekko soltó un gemido, mientras Jayce adoptaba una expresión de determinación con una sonrisa desafiante. Vi se inclinó hacia Caitlyn, susurrándole con un toque de preocupación.

—Amor, soy pésima en el tenis.

—Lo imaginé —asintió Caitlyn con aire despreocupado, mirándola con una sonrisa tranquila y luego a los hombres, que debatían entre ellos. Caitlyn rodeó los hombros de Vi con un brazo, apoyándose ligeramente en ella—. Pero piensa en lo linda que te verás con la falda.

Vi la miró boquiabierta, y Caitlyn solo la empujó ligeramente con el codo mientras le dedicaba una sonrisa burlona.

Ekko rodó los ojos, caminó hacia el aro y lanzó un tiro despreocupado. El balón golpeó el aro antes de entrar limpiamente por la red.