Quiroga

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Se encuentra una hermosa chica de cabellos de noche y ojos color terracota, una combinación entre rojo y café caminando hacía un bosque, donde solía decirse que vivían las hadas que traían vida a la naturaleza de todo el mundo, muchas de estas hadas eran solicitadas para pequeñas cortes dentro de cada reino y solo unas pocas que cumplían con ciertas cualidades lograban ser re-ubicadas a la corte de sangre para cuidar, proteger y dirigir a todo tipo de criaturas ya que sin ellas no habría un orden en el mundo mágico, todas las hadas tenían la habilidad de pasar de su tamaño natural al de un insecto ya que algunas eran lo suficientemente altas como un humano ordinario pero preferían ser pequeñas para pasar desapercibidas de algunos peligros.
La chica llego a un pequeño lago con una cascada hermosa, ya había caminado por días y al fin podría refrescarse para poder descansar un poco para luego seguir por su camino. Se metió en el agua cristalina y comenzó a jugar con sus manos para abrir un pequeño portal donde veía como la pasaba su madre y hermanos de los cuales eran 4 hombres y con ella eran 3 chicas, ella era la segunda hija de la familia y también era una bruja. Los brujos, brujas o hechiceros se dividían en blancos y negros, ninguno era ambos ni aun que el portador fuera bueno sus poderes aun así serían oscuros.
Nuestra hermosa chica pertenecía al clan Gwenog, hechiceros oscuros con la habilidad de manipular los elementos a su voluntad sin embargo ella no era mala, no quería serlo pero no podía cambiar su naturaleza, su nombre era Froilana Gwenog.
Mientras Froilana nadaba ella no sabía que un hada, de los principales protectores del bosque, la miraba

¿?: Vaya, que hace una bruja oscura en mi bosque?
Froilana: quien hablo?
¿?: responde la pregunta y tal vez decida aparecer ante tu presencía
Froilana: Solo viajo, me gusta descubrir lugares nuevos

Pronto, frente a ella, aparece un chico de cabellera castaña y unos ojos amielados que si los mirabas detenidamente parecían ser el mismísimo otoño, más o menos de su edad, pero por ser hada apostaba a que él tenía un poco más de lo que aparentaba, traía unos pantalones verdes y unas redes en su torso, parecía ser un guardia o un soldado y por lo visto estaba descalzo, y sus alas eran hermosas cristalinas como el agua pero con un poco de azul y morado

¿?: ahora señorita, podría preguntarle su nombré
Froilana: no es grosero preguntar el nombre de alguien sin antes presentarse?, creí que las hadas eran un poco más.....amables? Caballerosas? Nop, esa no es la palabra que buscaba
Dagomar: Creo saber a que se refiere y en efecto somos muy propios, mi nombre es Dagomar, de la familia Balzarini, protectores de este bosque y de las estaciones, ahora mi dama, cual podra ser su nombre?
Froilana: mi nombre es Froilana Gwenog
Dagomar: vaya, no pareces estar un poco lejos de casa?
Froilana: si pero como te dije quiero conocer, aprender cosas nuevas, no se, alejarse un poco de las comodidades del hogar
Dagomar: parece ser que tu forma de ser no le hace tributo a tu familia
Froilana: lo se, que Gwenog que se respete no viajaría para aprender, por dios se la pasan causando tumultos por nuestros boques, maldiciones y a veces unas catastrofes horribles, en fin que hay de ti, tu pareces ser alguien que solo quiere divertirse
Dagomar: tanto se nota?
Froilana: a nadie engañas con esa forma noble de hablar
Dagomar: me sorprendes cada vez más, algo que no sepa y me asombre
Froilana: ehm que estamos en un lago, que estoy desnuda y estoy hablando con un apuesto hada
Dagomar: estas qué!?

Dagomar miro para abajo pero Froilana reaccionó rapido y logro golpear al pobre hada, cayendo en el agua.

Dagomar: si que golpeas fuerte para ser una chica
Froilana: te diría que eres pervertido para ser un chico pero admitamoslo, todos los hombres son así
Dagomar: tengo la impresión de que tu y yo nos llevaremos bien

Ambos salieron del agua riéndose pero Dagomar le dio su espacio para que Froilana se secara y cambiara por respeto a su nueva amiga sin intentar verla ni una sola vez pero ninguno de los dos imagino lo que seguía.