Athanasia estaba agotada. Aunque su posición como princesa era un privilegio, la lista interminable de reuniones, eventos y decisiones agotaban incluso a alguien tan carismática y fuerte como ella. Una tarde, tras firmar un montón de documentos, dejó escapar un suspiro que resonó en la sala vacía."Estás peor que un reloj mal ajustado. Es agotador verte trabajar así", dijo Lucas, apareciendo de repente en un rincón sombrío de la habitación.
"¿Y qué sugieres? ¿Que lo deje todo y me siente a mirar las nubes?" replicó Athanasia con una sonrisa cansada.
Lucas, cruzando los brazos y apoyándose en la pared, levantó una ceja. "No sería una mala idea. De hecho, haré algo mejor. Hoy, no harás nada."
Antes de que Athanasia pudiera protestar, Lucas chasqueó los dedos. Un aura dorada se extendió a su alrededor, y los papeles desaparecieron, las puertas se cerraron mágicamente y los sirvientes parecieron olvidarse de sus tareas relacionadas con ella.
"Lucas, ¿qué hiciste?" preguntó con los ojos entrecerrados.
"Te estoy dando un día libre. Confía en mí, el reino no se caerá en pedazos si desapareces por unas horas."
Sin darle tiempo a replicar, Lucas la tomó de la mano (de manera casi brusca, pero con un leve rubor que se negó a admitir) y la llevó al exterior del palacio.
Un paseo por el mundo oculto
"¿A dónde me llevas?" preguntó Athanasia, intrigada."Shh. Ya verás."
Caminando por senderos que ella nunca había explorado, Lucas la condujo hasta un pequeño rincón oculto tras una cascada. Allí, un jardín lleno de flores luminiscentes se extendía bajo la luz suave del sol que se filtraba entre los árboles. El aroma era dulce, relajante, y el sonido de la cascada creaba un ambiente de absoluta calma.
Athanasia se quedó sin palabras.
"¿Cómo...?"
"Es un lugar que nadie más conoce. Bueno, ahora tú sí. Lo encontré hace siglos, pero supuse que te gustaría", dijo Lucas mientras hacía aparecer una manta de terciopelo en el suelo.
Se sentaron juntos mientras Lucas, de manera inusual, hablaba sobre las propiedades mágicas del lugar. "Estas flores absorben la energía mágica del aire. Relajan la mente. Tal vez eso te ayude a no suspirar tanto como un gato abandonado."
Athanasia lo miró de reojo, divertida. "¿Y esto es tu forma de ser amable, Lucas?"
"No me acostumbres mal. Es una excepción", murmuró, aunque su mirada permaneció suave mientras la observaba disfrutar del lugar.
La tarde perfecta
Mientras pasaban las horas, Lucas sacó una cesta con dulces y té que había preparado mágicamente. Athanasia se sentía más ligera, riendo ante los comentarios sarcásticos de Lucas y admirando lo hermoso que era el mundo cuando se detenía un momento para apreciarlo."Gracias, Lucas", dijo de repente.
El mago la miró de soslayo, sorprendido por la sinceridad en su voz. "No te acostumbres tampoco. No soy una niñera."
Athanasia rió suavemente. "Lo sé, pero sigue siendo un gesto bonito. Quizás me malacostumbres después de todo."
Lucas solo respondió con una sonrisa fugaz, oculta tras un mechón de cabello.
La princesa regresó al palacio al atardecer, renovada y con una sonrisa tranquila. Mientras caminaba por los pasillos, pensó que, aunque Lucas siempre fingía ser frío, tenía maneras muy especiales de demostrar que le importaba.
Y, quizás, eso lo hacía aún más valioso.
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Bajo el Cielo Encantado | WMMAP
FanfictionEn un reino lleno de magia y secretos, Athanasia, la princesa encantadora, se ve envuelta en momentos tiernos y llenos de mimos por parte de Lucas, el misterioso hechicero de su corte. Desde un día libre en el palacio hasta un picnic en el bosque, L...