Capítulo 5: "El regreso a la realidad"

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La mañana después del festival, el palacio volvía a su rutina habitual. Las campanas de la torre anunciaban la llegada de un nuevo día, pero para Athanasia, la paz de la noche anterior seguía resonando en su mente. Aunque sabía que los días de festividades eran efímeros, algo en su corazón deseaba que aquel momento de libertad y alegría nunca terminara.

Se encontraba frente a su espejo, observando el brillo en sus ojos, ese resplandor que había desaparecido durante tanto tiempo bajo el peso de sus deberes reales. Lucas había cumplido su promesa: había hecho que ella se olvidara por unas horas de la presión que siempre la rodeaba.

La puerta se abrió lentamente, y una figura conocida apareció en el umbral. Era Lucas, quien, al verla, esbozó una ligera sonrisa, pero algo en su postura indicaba que no estaba ahí solo por cortesía.

"Hoy no hay festividades ni bailes, princesa", dijo con una ligera sonrisa. "La realidad te espera."

Athanasia asintió, pero su mirada mostraba una mezcla de tristeza y gratitud. "Lo sé, Lucas. Pero la realidad no siempre tiene que ser tan… pesada."

Él la observó en silencio, acercándose con pasos tranquilos. "No te preocupes. Encontraré maneras de hacer que la carga sea más ligera."

Un momento de paz
El día avanzó con su habitual ritmo, pero algo en el aire era diferente. Aunque las responsabilidades seguían presentes, Athanasia sentía que, por primera vez, podía enfrentarlas sin el agobio constante. Cada vez que su mente comenzaba a llenarse de dudas, pensaba en las luces del festival, en el baile bajo las estrellas, y en cómo Lucas, incluso sin decir mucho, había logrado darle ese respiro.

Al mediodía, Lucas apareció en los jardines del palacio, donde ella se encontraba trabajando en sus deberes reales. Sin previo aviso, se acercó y, sin decir palabra, le ofreció una copa de jugo fresco.

"¿No deberías estar trabajando en algo más importante?" preguntó Athanasia, sorprendida por su presencia en ese lugar.

"El trabajo puede esperar. Tú no."

Ella lo miró, algo desconcertada por sus palabras. "¿Qué quieres decir?"

"Quiero decir que te sigues olvidando de ti misma. Y eso no es algo que me guste ver."

Athanasia, tocada por la sinceridad de su tono, dejó que el silencio los rodeara por un momento. "Es solo que, a veces, siento que mi vida está completamente fuera de mi control. Siempre tengo que estar a la altura de lo que esperan de mí como princesa."

Lucas dio un paso más cerca, su mirada suave, pero firme. "Ser princesa no significa que no puedas vivir. No tienes que ser perfecta todo el tiempo. Yo… bueno, yo estoy aquí para recordarte que hay algo más en la vida. Y ese algo más es tú, Athanasia."

Un futuro incierto, pero lleno de posibilidades
Esa tarde, Lucas y Athanasia caminaron juntos por los jardines del palacio, el sol comenzando a ponerse en el horizonte. El aire estaba fresco, y los sonidos tranquilos de la naturaleza los rodeaban, creando una atmósfera de calma perfecta.

"Lo sé", susurró Athanasia, su voz suave. "Lo que dices es cierto, pero no sé si puedo cambiar todo lo que se espera de mí tan fácilmente."

"Es un proceso. Y yo estaré a tu lado, si me dejas."

Athanasia lo miró, sorprendida por la fuerza de sus palabras. "¿Siempre estarás?"

"Siempre que lo necesites", respondió Lucas sin dudarlo. "No tienes que enfrentarlo todo sola. Y yo nunca permitiré que te pierdas a ti misma en el camino."

Un silencio lleno de comprensión los envolvió mientras caminaban entre los árboles. Por primera vez en mucho tiempo, Athanasia se permitió soñar, imaginar un futuro en el que su vida no estuviera limitada solo por su título, en el que pudiera ser ella misma, sin las expectativas de un reino sobre sus hombros.

El final de un capítulo, el inicio de otro
Al caer la noche, el palacio comenzó a iluminarse nuevamente, pero ahora todo se sentía diferente. Aunque el reino seguiría su curso, y las responsabilidades de Athanasia seguirían siendo parte de su vida, algo había cambiado en ella. Sabía que no podía escapar por completo de su rol, pero ahora entendía que no tenía que perderse a sí misma para cumplir con él.

Lucas la miró una vez más antes de irse, esta vez sin su habitual distanciamiento, pero con una expresión de confianza. "Nos vemos pronto, princesa."

Athanasia le devolvió una sonrisa cálida, una sonrisa genuina que llevaba mucho tiempo sin mostrar. "Hasta pronto, Lucas. Y gracias… por recordarme que hay más en la vida que solo ser una princesa."

A medida que el día se desvanecía, ella miró al horizonte, viendo el futuro con nuevos ojos. Sabía que su camino no sería fácil, pero con Lucas a su lado, la carga no se sentía tan pesada. Y aunque no podía prever todo lo que vendría, al menos ahora sabía que, en medio de las expectativas y la presión, siempre habría espacio para algo más: para ella misma.

Bajo el Cielo Encantado | WMMAPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora